23 de octubre de 2016
Hay cientos de cuentos, donde el "brujo de la tribu" guarda sus secretos, inspira respeto por esa sabiduría oculta, y genera una cierta genuflexión al resto de los aborígenes, por esos poderes ocultos que le permiten ver, curar, sanar o vaticinar. Nuestra cultura Siglo XXI, aún mantiene conceptos tribales, más evidentes en ciertas profesiones casi mágicas que pueden "ver por dentro", con resonancias, tomografías, ecografías, laparoscopios, o lo que sea, y nos llevan al contraste de 40 años atrás, cuando la medicina era un médico cercano, con un estetoscopio, una placa de RX, la técnica de palpar, apretar, golpeteos deteniéndose en detalles y EL DIALOGO.
La relación médico/paciente como la de médico/comunidad, también cambió. Y hoy salud, significa peregrinar
entre especialistas, órdenes, turnos, autorizaciones, colas, copagos, esperas e
incertidumbres.
Intentamos aferramos al "brujo de la tribu", que suele escapar por un pasillo urgente, como si fuera culpable de algo (tal vez es un magnifico profesional), pero cualquier sospecha de acusación por "mala praxis" aborta esa necesaria relación, que ayuda a descubrir y sanar una enfermedad. Allí quedamos aferrados a la FE -sea cual fuere la religión-, rebuscando por Internet, y reinterpretando a nuestro modo los diálogos de enfermeros o auxiliares, para armar una verdad posible. Allí nace LA ANGUSTIA.
Ni hablar cuando un familiar, pasa del quirófano a LA TERAPIA INTENSIVA, la UCI: Unidad de Cuidados
Intensivos.
No hay modo de explicar la ansiedad de esperar, las horas sin respuesta,
los espacios reducidos, los fines de semana o feriados que agravan el dolor en
soledad y en ausencia de saberes, que crece en proporción directa a la falta de
explicaciones y de especialistas a mano. Entonces nuestro imaginario- por
sobrevivir a la locura- los percibe en un status de "cultura superior". La pregunta sería: ¿el roce humano bastaría
muchas veces para amainar el dolor de los que esperan afuera de cualquier UCI,
aferrados a un rosario, doblados en un rincón?
Esperar el
milagro? sin consuelo
El primer piso de la Nueva Clínica Chacabuco, guarda celosamente la
Trrapia Intensiva, contigua al área de quirófanos. Tiene 10 camas, 5 para la
Unidad Coronaria y 5 para las otras especialidades.
Afuera, es solo parte del pasillo que conecta al resto de los servicios. Los
dispenser de alcohol en gel comparten los muros con las escasas sillas fijas, y
completan el refugio para la angustia. Mario está en terapia, tiene 78 años,
operado del corazón, según Rosa, su mujer y Esther, su hermana, "no la pasó bien, está
delicado, conectado y lleno de tubos. El médico pasó ayer, hoy no vino? es feriado
vio? Me dijo la enfermera que seguro pasa mañana. Mis hijos vienen en viaje.
Estaba todo bien, en la pieza común?no se que pasó". Esther retuerce
un rosario, y reflexiona: "Yo le decía, para que te vas a operar, cuidate y zafás, si total, no
es urgente. Yo tenía el presentimiento?". Solo pueden entrar 15 minutos,
salen pero no se van, partir a casa es como no compartir la lucha con ese
hermano-esposo que la está peleando. En el estrecho espacio de la antesala a la
UCI, los dolores se confunden. Una joven mamá de 20 años está operada por 2°
vez en 48 horas, de un angioma y un aneurisma cerebral que explotó de repente
mientras almorzaba. Su marido de 28 años, con su madre, su
suegra? sin arropar ni contener, pendiente de la rendija que dejan las puertas
cuando alguien entra o sale. En su casa, la hija bebé
de un año ignora que su mamá está al borde de la muerte. No hay rostro más
espantoso que la injusticia de lo inexplicable en estado de juventud
prometedora. No hay allí profesional psicólogo ni algo parecido para atenuar el
dolor. Y ya llevan tres días de feriado. Pero en cambio, un anestesista reclama el pago de 12 mil pesos de la prestación: "Que nosotros te cobramos en
efectivo, pero a vos la OSECAC te la reintegra en un mes". Y es feriado.
Nadie responde, ni siquiera los cajeros que otorgan hasta $3 mil, y ese lunes
feriado están vacíos. Una corrida de familia y amigos para juntar el efectivo,
porque "si hay
que reoperar y no está paga la anestesia anterior, no habrá anestesista que
venga, somos doce y estamos asociados".
A la salida, veo un pequeño oratorio, hay flores marchitándose para el
milagro. Cinco chicas rodean a otra que llora desconsolada. Hay jóvenes
sentados en el piso. Esperando. Todos esperan.
Reviso la agenda: próximo paso, hospital. Deberá esperar un día mas, esto
pega fuerte.
El Hospital Ramón Santamarina, es parte del SIS (Sistema Integrado de
Salud Municipal), allí la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) está en el tercer
piso. Los ascensores se hacen esperar y las escaleras ayudan a comprender la
magnitud del sistema hospitalario local. Al llegar, una familia gitana espera ruidosamente
angustiada por un "hermano" que está en terapia. Cuatro niños juegan en la
escalera y el minúsculo espacio de espera entes del ingreso casi no los
contiene. Hay un consultorio que oficia de privado para recibir los partes que
se dan diariamente a las 14 horas. Me confirman que son cumplidores para
los informes. Los Horarios están en la puerta: Visitas de
Entran y salen familiares. Frotan sus manos con gel antiséptico al ingreso
y a la salida. No es fácil repetir que no pueden entrar con cartera, ni comida,
ni bebidas, y que los niños quedan afuera. Los gestos, las respuestas de Nancy
y Jorge ante las preguntas inciertas de los familiares que se retiran, muestran
el lado más humano, generoso y lleno de compasión en un área restringida, que
sorprende cuando el "último
visitante" es un agente de seguridad
privada. "Hubo
que colocar esta división, aquí donde dice
UCI Dr. Daniel Grasso, es para
regular la entrada. A veces tenemos pacientes de tiroteos, vienen amigos y
enemigos también. Es por seguridad para todos". Nancy está actualizando
planillas, hace dos horas se derivó a capital a una joven 70% quemada.
Se acabó la visita, la familia del hermano gitano sigue allí, no se irán.
Esperarán hasta las 19.30 para volver a entrar mientras debaten quien todavía
no ha visto al enfermo.
Regreso a planta baja, a la izquierda de la entrada al hall, mis pasos enfilan
al Oratorio. Una puerta con vitral, tres bancos reclinatorios, un Cristo y una
imagen de Na. Señora del Rosario con fotos, notas con pedidos, medallitas. La
ventana abierta deja ver un trocito de cielo y contrasta con una mujer rezando,
cuando un hombre ingresa desencajado "no está mami, dice que terminó y se fue
porque tenía otra urgencia. Dice la enfermera que seguro pasa a verlo esta
noche. Ya no permiten visitas pero si querés, esperamos afuera. La terapia
intensiva está en el tercer piso", la ayuda a levantarse.
El vitral de la puerta del oratorio, ostenta la leyenda: "Los afligidos serán consolados"
Bajando la escalera de la entrada al hospital, cuando entibia el sol de
octubre, sentada en un escalón y contra la balustrada reconozco a una mujer que
salió de la UCI llorando. La cabeza entre las rodillas mientras una abuela mayor,
paradita a su lado, le acaricia la cabeza con un rosario enredado en su mano.
No hay ayuda posible para los que quedan afuera. No se porqué, voy
rezando un Ave María.
Mi agenda marca la tercera etapa: Sanatorio. Suspendo para el día
siguiente.
En Sarmiento al 500 acuso cambios en los pisos y los escalones. La UCI
está en el 2° piso, cerramientos nuevos me auspician que efectivamente, hubo
reformas. Pero los espacios reducidos, apenas permiten 6 asientos incómodos,
rozando con el personal que entra y sale. El lugar pequeño contrasta con la
inmensa ternura de la enfermera que confirma "Hay 8 camas equipadas, y mejoraron todo,
cuando reformaron los quirófanos, hace menos de un año". No hay office
ni sitio para la vinculación con los familiares al dar los partes quirúrgicos o
de la UCI. Me sugieren que pregunte por la Dra. Victoria Biurrarena, a cargo de
la dirección del Sanatorio, o con el Dr. Jorge Pedro, un integrante del Directorio.
Lo encuentro y se ofrece a responder, reiniciamos el camino. Una pareja espera
en el 2° piso, lloran los dos, hay un hermano accidentado. Poco para agregar ante el cuadro que solo
requiere un toque de humanismo. Surge el comentario del profesional "pronto estará en obra otro
ascensor y una sala especial para la intimidad en la información de partes quirúrgicos
y de la UCI, ocurre que hacer obra sin cerrar el servicio es muy complicado".
Coincide
que no hay asistencia psicológica y que la familia se aferra a la fe: "llevo 30 años haciendo
anestesia y la fe, una medallita, un Dios, sea cual fuere es parte del proceso?que
empieza con el miedo a la anestesia".
Me abre la puerta para la pregunta del millón:
¿Que pasa en Tandil con la corporación de anestesistas?. Sonríe, y me informa
que él es el presidente de AACPBA (Asociación Anestesistas Colegiados de la
Provincia de Buenos Aires).
Pero la rutina sigue en el Sanatorio, y tiene una entrada a quirófano. Acordamos
un encuentro en la sede de Yrigoyen 533. Tal vez comience a destejer esta
madeja.
Bajo despacio y en el 1° piso, a la derecha de la escalera distingo un
pequeño cuarto sin puerta con un Cristo y un reclinatorio. Una mujer apoyada en
el vano, con el rosario en la mano se seca las lágrimas. Me asalta la imagen
del vitreaux del Hospital: Los afligidos serán consolados. ¿Será así?
Cerrando las
cuentas
Ricardo Saracca, administrador de la Nueva
Clínica Chacabuco, confirma los datos de camas y servicios de la UCI. También cuantifica
el costo de cada cama, que ronda entre los 10 mil y 15 mil pesos diarios, la
diferencia depende de las medicaciones anexas específicas, que pueden levantar el
promedio. El costo es por cama, aun si está vacía. No poseen servicios de
psicología para asistir a la familia, y hay un especialista permanente que
ofrece los informes e interactúa con los familiares. "Dado que hay horas de visitas con espacios
muy breves, debemos considerar las maniobras que requieren otros pacientes que comparten la UCI, a veces,
no seguimos horarios estrictos. La familia se queda, les duele dejar al
familiar. Entendemos eso y tratamos de considerar esa situación". Para Saracca,
el servicio cuenta con los profesionales capacitados en trabajo de UCI.
Coincide que no siempre el médico interviniente toma contacto con la familia,
reconoce que "la
UCI es una etapa inmediata a la quirúrgica en lo casos delicados. Si bien
tenemos separadas las camas de servicio de cardiología de las generales, el
equipamiento puede intercambiarse y si hay requerimiento mayor de medicina
general, se usan también esos boxes".
En relación a la guardia de anestesia, dice que siempre hay uno de
guardia, que rotan y la propia Asociación de Anestesistas acuerda los horarios y
se ocupa que no queden nunca sin profesional. En cuanto a los honorarios
anticipados y en efectivo, reconoce que es una práctica ya naturalizada con las
Obras Sociales que no tienen convenio con los anestesistas. En esos casos, la
Clínica no tiene nada que ver con esta prestación, el paciente paga directo al
profesional, que le emite un recibo para su reintegro en la O. Social. Saracca explica el protocolo que posee Argentina para el funcionamiento
de las UCIS y su categorías (ver cuadro parte), recuerda que antiguamente los
visitantes se colocaban un guardapolvo sobre su ropa, hoy ya no es necesario,
los protocolos vigentes son más flexibles.
Para Darío Pretti, administrador del SIS
Municipal, la situación es la misma, las 10 camas del hospital, cuentan todas con
el mismo equipamiento, normalmente hay dos sin respirador para oficiar de
terapias intermedias, pero si es necesario funcionan con la complejidad total.
El caso del Hospital, es atípico en cuanto
a los anestesistas, porque de los 12 que están afiliados a la Asociación de
Anestesistas, nueve de ellos son "personal de planta" del Hospital, con
sueldos, cargas sociales, aguinaldos y todos los beneficios de un empleado
profesional especializado con carga de 36 horas semanales. Así se cubren
las 24 horas de los 365 días del año con dos anestesistas permanentes, la suma
mensual de la totalidad ronda los 250 mil pesos. El hospital NO COBRA LAS
ANESTESIAS, por eso, quienes tienen una Obra Social sin convenio por anestesia,
se operan en el Hospital, que recupera todos los otros items de la práctica a
través de la obra social del paciente,
menos la anestesia. Aclara Pretti: "Al ser empleados los anestesistas, no existen honorarios por las prácticas
de anestesia".
Los valores de cama/servicio UCI del Hospital oscilan entre 13 y 17 mil
pesos diarios. A veces más, porque algunos tratamientos requieren drogas muy
caras, y por muchos días, y eso sube el costo promedio. Para Pretti "el servicio público de salud
propone grandes desafíos, la guardia ya es un problema y se colapsa fácilmente,
mucha gente sabe que aquí se le dan los remedios y no se los deja sin atender".
Ante la consulta sobre la contención del dolor y la angustia, piensa un
instante "si, es
tremendo, tenemos en la guardia asistentes sociales y psicólogos con guardias
pasivas y activas, según los días de mayor riesgo. La UCI los llama cuando es
necesario intervenir. Pero hay que correr detrás de tantas urgencias!, la
ciudad crece y crece y viene gente de todos lados".
Al mencionar la seguridad privada en la UCI durante las visitas, aclara
que "en la
guardia también tenemos seguridad permanente que brinda la policía, lo mismo en
el Hospital de Niños, debemos proteger a pacientes y trabajadores. Somos conscientes
de lo que significa la violencia, a veces es solo miedo o desborde, pero
tenemos la obligación de prevenir. Estamos probando cambiar el servicio de Policía
Provincial por la Policía Local, formando efectivos con recursos de mejor
sensibilidad para tramitar estos procesos en la guardia"
Al preguntar sobre los protocolos de asepsia en las visitas a la UCI, (ver recuadro), acepta que se han
flexibilizado mucho los requisitos para los familiares y visitas. "Antes debían colocarse un
guardapolvo que le proveía la terapia y devolvían a la salida. Luego se sugirió
un kit descartable -de tela/papel de $37- que el familiar debía traer, usar,
guardar y reutilizar en la próxima visita, o ceder a otro familiar, pero antes
de implementarse, ya habían cambiado a los nuevos protocolos, que no lo
contemplan. Tampoco la colocación de barbijo. Si, somos estrictos si la visita
tiene una afección respiratoria"
Las Terapias Intensivas en Argentina
En Argentina, funciona
la SATI: Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, que establece categorías de
los servicios y detalles para ser habilitadas y funcionar. Mencionan que "será indispensable en todos los
establecimientos que cuenten con internación y lleven a cabo procedimientos
quirúrgicos, estará ubicada en zona de circulación semi restringida y en un
área cercana al Quirófano ó al Servicio de Emergencia y deberá contar con:
·
Superficie no menor de
·
Paredes lavables.
·
Iluminación difusa e individual para cada
cama.
·
Circuito de energía eléctrica aislado, con
normas de seguridad suficientes tomas separadas.
·
Estación de enfermería en la Unidad.
En cuanto al instrumental: detalla Stock de medicamentos y material
descartable que permita el funcionamiento y la reanimación. Desde osciloscopio
monitor de ECG cada dos camas y no menos de tres en la Institución,
Sincronizador desfibrilador con monitor de ECG, Marcapaso interno transitorio a
demanda y cable catéter, Electrocardiógrafo,
Respirador mecánico volumétrico,
Oxímetro de pulso portátil, Equipo completo para punción raquídea
torácica y abdominal, para lavado peritoneal. Equipos completos para
cateterización nasogástrica, vesical y venosa. Cama camilla rodante,
articuladas de cabecera desmontables y plano de apoyo rígido con barandas de
protección. Aspirador portátil para drenaje,
Oxígeno y aire comprimido central que garanticen el funcionamiento
simultáneo.
Normas de asepsia para visitas
Si nos metemos más
a fondo en los resguardos de asepsia, el Hospital Universitario Austral en
Pilar, que posee la UCI de mayor complejidad, entrega a la familia de los
ingresados a la Terapia, una cartilla con
Información para pacientes y familiares:
Queremos trabajar junto a usted para cuidar mejor a su
familiar (o amigo), quien atraviesa hoy un difícil momento al encontrarse
internado en el Área de UCI. Usted es importante para nosotros porque nos
permitirá cuidar al paciente manteniendo su entorno afectivo, ayudarlo y ayudarnos.
Ingresarán en los horarios estipulados, solo 2 visitantes
por paciente, lavarse las manos y colocarse gel, no entrar con flores ni comida
ni bolsos. Está prohibido el uso de celulares y la UCI provee todo artículo de
higiene necesario para el internado. Los niños tienen vedado el acceso.
Los nuevos
parámetros de asepsia, han eliminado los guardapolvos o kit estériles. Solo los
casos de inmunodeficiencia y riesgo epidemiológico -que permanecen aislados de
todo entorno- requieren mayor rigurosidad.
Sin Plata no
hay anestesia?
La cita con el Dr. Jorge Pedro es en Yrigoyen 533, la sede local de
AACPBA, del área centro (incluye Tandil, Rauch, Azul, Olavarria, Laprida, hasta
Bolívar al norte y hasta Tres Arroyos hacia el sur). Incluye 45 anestesistas en
total, 12 de la Asoc.Tandilense, que se constituyó en 1962, y hace 20 años, decidió
separarse del Circulo Medico de Tandil.
Cecilia me está esperando en el hall, dos escritorios de atención, dos
posnet y varios teléfonos. Logro identificar autorizaciones para anestesias de
UTHGRA y una joven con una orden de SMATA.
La escalera provoca el encuentro
convenido con el Dr. Pedro. Sabe que es el final de la nota de El Diario de
Tandil. Acepta que "hace
15 años no atendemos IOMA, es una deuda acumulada que no se resuelve, y lo que
IOMA pretende pagar como honorarios, está muy lejos de los aranceles que
aceptan abonar el resto de las O.Sociales. Igual, entregamos recibo y sabemos
que IOMA reintegra una parte, esa parte que ellos intentan sea el total de
nuestros honorarios, pero no llega a la mitad. El caso OSECAC es diferente,
porque no logramos acordar la forma de pago de la O.Social a nuestra Asociación,
nuestra zona CENTRO es amplia y es difícil lograr consensos. Por tanto,
nosotros facturamos al paciente, le cobramos en efectivo, y entregamos un
recibo oficial por el 100% de lo abonado (sobre nuestra practica el 50% son
tributos a la AFIP), luego el paciente recupera la totalidad vía OSECAC. Para
el resto de las O. Sociales, nosotros les facturamos directamente a cada una y
cobramos según el convenio que tengamos".
Para corroborar los datos sobre las prestaciones al Hospital, el Dr.
Pedro confirma: "de
los doce que trabajamos en Tandil, nueve somos empleados del hospital, cubrimos
todo lo necesario, incluso en crisis o si hubiera alguna catástrofe, tenemos el
sistema preparado para recurrir a todos los profesionales que hagan falta, esas
prácticas las cubre nuestro sueldo como planta del hospital, sin costo para el
paciente ni honorarios extras para el hospital"
Hay dos problemas más: PAMI de Clínica Chacabuco y ¿qué hacen quienes no
tiene el efectivo para afrontar hasta el reintegro?
El Dr. Pedro asegura que con el PAMI, también la Clínica mantiene una
eterna lucha: "atrasos,
liquidaciones incompletas, deudas que se acumulan eternamente, y somos conscientes
que es una obra social del ESTADO. Hay que tener en cuenta que tenemos tres
tipos de convenios: Con las estatales
(IOMA Y PAMI) , con las sindicales (OSPEP, SMATA, OSUTHGRA, UTA, OSPRERA,
etc) y con las prepagas ( OSDE, MEDIFE, GALENO, etc). Cada convenio es
diferente, pero los únicos 3 casos que operamos con reintegro, presentamos
opciones, incluso para quienes deben abonar en el 100% de la práctica. Si no es
urgencia, puede acordarse la forma de pago en cuotas, que se abonan aquí mismo,
hasta con tarjeta de crédito y en varias cuotas, y también recibimos cheques. Y
aun en las urgencias, tratamos de mantener la sensibilidad. La práctica de la
anestesia, es un 30% del componente en el acto quirúrgico".
¿Por qué se percibe a los anestesistas como una especie de corporación
indiferente y mercantilista, si poseen convenios, acuerdos y hasta pueden
financiar cuando no hay reintegro?: "Probablemente tenga que ver con la masa critica que generan los
afiliados de los tres casos con quienes no logramos acuerdos. IOMA, PAMI Y
OSECAC, son muchos afiliados concentrados, y lo que trasciende siempre es lo
negativo. ¡No hacemos publicidad de las anestesias! Me gustaría resaltar esta
charla para una publicación, creo que en estas condiciones nunca se nos había
dado una oportunidad de explicar a fondo. Aprovecho para aclarar que estamos
abiertos mañana y tarde, para cualquier consulta. No es verdad que se imponga
el anestesista, hasta eso -si se programa- se puede solucionar, y cualquier
persona puede consultarnos. Es verdad que en nuestro país, hay una inequidad
perversa al momento de pensar en la salud. El mero hecho que existan cartillas
de profesionales, elimina per-sé la libre elección, no es algo bueno. Es
complicado pensar en la felicidad de un ser humano si no se comienza por la
salud"
Un Juramento GRIEGO
La medicina nace en Grecia, como parte de la religión y mucho antes que
Hipócrates creara ciertos métodos, estamos hablando del llamado "Siglo de
Pericles", 500 años a.D.C. A tal punto que el dios Asclepio (Esculapio para los
romanos), era hijo de Apolo y llegó a instalarse en una isla donde se
peregrinaba para las curaciones. Había repartido los dones a su familia: su
mujer, Epíone, calmaba el dolor, sus hijos tenían funciones: Higea la
prevención, Panacea el tratamiento, Telésforo la convalecencia. Macaón protegía
a los cirujanos y Podalirio a los médicos. Asclepio usaba una vara de donde
proviene el símbolo de la profesión médica, y la serpiente, que muda
periódicamente de piel, simboliza el rejuvenecimiento. La propia OMS
(Organización Mundial de la salud) lo define como su logotipo.
Pero el gran innovador en el arte de curar fue Hipócrates, que dio un
paso más allá, porque sacó la ciencia pura de la filosofía, pero consintió en
mantener los principios éticos en grado superior, así estableció el JURAMENTO HIPOCRATICO que aun hoy rige la profesión.
Es un juramento público que hacen las personas que se gradúan en
medicina. Su contenido de carácter ético, orienta al médico en la práctica de
su oficio. Antiguamente era extenso y detallado, fue muy frecuente en el Siglo
XIX, hasta que -acomodado a la cultura, las formas y los tiempos- en 1948, la
Convención de Ginebra, redacta el actual y vigente:
Me comprometo solemnemente a consagrar
mi vida al servicio de la humanidad.
Conservaré a mis maestros el respeto y
el reconocimiento del que son acreedores.
Desempeñaré mi arte con conciencia y
dignidad. La salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis
preocupaciones.
Respetaré el secreto de quien haya
confiado en mí.
Mantendré, en la medida de mi medio,
el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica. Mis colegas serán mis
hermanos.
No permitiré que entre mi deber y mi
enfermo se interpongan consideraciones de religión, nacionalidad, raza, partido
o clase.
Tendré absoluto respeto por la vida
humana.
Aun bajo amenazas, no admitiré
utilizar mis conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad.
Hago estas promesas solemnemente, libremente, por mi honor. Su cumplimiento me permitirá disfrutar de la estima de los hombres, su quebranto me someterá a mi conciencia y a la demanda de la comunidad médica a la que ingreso.
¿Por qué existe aún el Juramento
Hipocrático?
Porque el conjunto de principios y reglas éticas que han de inspirar y guiar la conducta profesional del médico se llama DEONTOLOGIA MEDICA, que sería algo así como LO QUE DEBERIA SER, cuya contratara es la ONTOLOGIA, que es lo que EN REALIDAD ES.
Hoy se habla de la BIOETICA, o ética ante la
vida. Quizá ese concepto no incluya a las familias de los enfermos?
Lo cierto es que cuanto más amplia sea la brecha entre la deontología y la ontología, entre lo que deberla ser y lo que es, menos íntegra y perfecta será la conducta médica, que requiere una labor de extrema ética. Si falla, pueden surgir los problemas, no ya con una justicia que determine mala praxis, sino con algo inmensamente más peligroso e incómodo: LA PROPIA CONCIENCIA
No ha sido esta una recorrida sencilla ni fácil. Seleccionar las palabras
para hablar del tema, significa un enorme compromiso. Tratar de equilibrar el
justo medio, requirió evocar a Shakespeare quien sugería elegir las mejores
palabras para contar las peores cosas.
Entender que la figura de los "brujos de la tribu" no construye salud
sino protege algún núcleo de triste poderío, no depende de los pacientes, depende
de los que ejercen la medicina y de las instituciones donde actúan. Pero
también existe una co-responsabilidad cuando no reaccionamos ante lo que debe
reclamarse, o explicarse y ofrecerse de manera natural, abnegada porque
sencillamente: es un derecho.
Pero reclamar por un derecho, no implica insultar por las redes sociales,
ir a una manifestación, o trenzarse en una pelea. El compromiso de leer la
letra chica, la insistencia al pedir explicaciones a los responsables de los
servicios, sin pensar que podemos quedar rehenes en medio de una tiranía, puede
ser el primer paso de una solución.
Como toda generalización es injusta, vale este epílogo, para los asistentes de la salud que muestran esa enorme misericordia y calidez humana. Hay infinidad de profesionales eficaces y honestos. Y vaya la mención a las mucamas, enfermeras, enfermeros, técnicos que suelen cumplir el rol sencillo de psicólogos domésticos con un vaso de agua o una palabra de afecto, cuando ante la tragedia, la soledad y el desgarro ? no hay psicólogos que intervengan para alentar la vida, elaborar las angustias y muchas veces asimilar la muerte. Hablamos de esos restos de familia que resisten y QUEDAN AFUERA de las UCI.
Como canta el genio de Charly García: "no quiero ver al doctor, sólo quiero ver al
enfermero. Dame un poquito de amor?" (*)
(*) "Raros peinados nuevos".
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