12 de junio de 2018
Como hombre de los medios, ¿cómo ves
el periodismo actual?
En
líneas generales, el periodismo se ha transformado al igual que la sociedad.
Hay mucho periodismo militante, cuando en realidad su función es informar y
formar opinión, no ideologías, porque la gente la forma sola, o directamente no
la forma. En mi caso no la tengo, yo quiero el bienestar del ciudadano. A mi la
política no me engañó, me engañó el político. Y ellos, salen de nuestra
sociedad, no nacen de un huevo. Si uno ve las fotos del Congreso de hace veinte
años, ve las mismas caras que hoy. O sea, nada cambió.
Lo que veo mal del periodismo es que cuando se hace militante, se fanatiza, y
cuando eso pasa, hace fanáticos a los demás, porque hay muchos que tienen
muchísima influencia a nivel local, provincial y nacional. Si seguimos por este
camino, el fanatismo en la política nos va a llevar a la locura.
Espero que el periodismo reflexione sobre el rol que tiene que cumplir en la
sociedad. Por algo, antes le decían ?el cuarto poder?, pero parece que ahora
quiere ser el primero, pero nunca va a poder serlo.
El negocio, más allá de las
ideologías, va atrapando al periodista?
Si,
uno puede hablar por una cuestión económica de por medio, pero eso pasa porque
se fueron armando pequeños ?kioskos? en los medios culpa de que los empresarios
lo permitieron a partir de una conveniencia, les era favorable dividirlos. Hoy
están apretados económicamente porque hay que ?aggiornarse? a los nuevos
tiempos, y es normal.
Pero insisto en que el problema radica en un periodismo militante. Al igual que
en la política, se arman ?barricadas? para pegarle al gobierno de turno,
elegido por el voto popular. Y ahí se equivocan. Por ejemplo, días atrás,
Alperovich dijo que ?queremos que al Presidente le vaya mal?, y si a él le va
mal, nos pasa a todos, y peor a los que menos tienen. Si un senador dice eso
abiertamente, me enerve. Sobre todo cuando el periodismo lo apoya.
En resumen, ceo que al periodismo lo han ?bastardizado? desde la época del 90
hasta ahora.
¿En Tandil ves que la política se ha metido
así en los medios?
Sí,
también. En su momento, Diego Bossio hizo lo propio con medios de comunicación,
poniendo mucha plata de pauta, bajándole dinero a la Universidad para que
también haga lo mismo en distintos lugares. Eso le hizo mucho daño al
periodismo local, pero de todos modos ya tenía esos nichos armados. Todo esto
nació en el interior cuando los números no te daban, salvo a los multimedios,
aunque hoy en día tampoco les da.
Entonces, gente que integra los portales de noticias, trabaja para el Estado
directa o indirectamente, porque tienen que hacerlo, porque necesitan un prensa
o simplemente alguien que hable bien de ellos.
Por otra parte, tenés lo que pasó en Radio Tandil. Los compañeros de quienes
fueron echados el año pasado sin indemnización, recién ahora cuando dejaron de
cobrar los sueldos se acuerdan de ellos. Eso lo veo mal, por eso en su momento
me abrí de FATPREN, cuando vi que la política estaba metiendo la cola y que eso
no iba a servir. Y así fue.
No digo que esté mal tomar un café o comer un asado con un político, porque en
parte te termina enriqueciendo, pero a la larga te terminan decepcionando. Y
eso me pasó. Yo he tomado café con Felipe Solá, me pareció un tipo bárbaro, con
ganas, con ideas? pero después se dio vuelta como un panqueque y me di cuenta
quien era.
¿Esto te ha sacado las ganas de
participar?
Sí,
porque me ha decepcionado mucho. Hay colegas que han venido a Tandil para matar
el hambre y critican al ciudadano sin haber nacido aquí. Creo que tienen
derecho por el tiempo que llevan y lo que han logrado, pero no les da lugar
abiertamente a criticar a la sociedad tandilense, como para tratarlos de
ignorantes o cerrados. Eso me decepcionó. Que lo diga un periodista tandilense,
sí, pero alguien de afuera, no.
Hemos tenido y tenemos grandes periodistas, como Julio Varela, Stellato, Claudio
Andiarena, Andrea Sánchez, Rodrigo Revillo, muy buenas plumas como El Hage,
Diego Marti o Gastón Cabrera, y jóvenes como Brando Bruni o Mauro Carlucho.
Lamentablemente, las oportunidades en Tandil son pocas y sabemos como viene la
mano. Acá no se habla de paritarias, FATPREN jamás se reunió con los dueños de
los medios de Tandil.
Acá se puede sobrevivir del periodismo, pero vivir, es imposible.
¿Cómo ves a Tandil? Con tu ojo
crítico mirás mucho la ciudad?
Ha
crecido mucho demográficamente en los últimos años. La verdad, no estábamos
preparados para eso, ni siquiera el intendente. Infraestructura hay muy poca,
en el centro hay muy poca casa, ahora tenemos muchos negocios y edificios, que
además se están expandiendo para los barrios, más chicos, de tres o cuatro
pisos. Hay otros más grandes, que se pasan, pero pagan una multa más barata que
un departamento y ya está.
¿Qué parte positiva le ves a este
crecimiento?
Lo
positivo, en líneas generales, es que es una ciudad que no tiene mucho
desempleo. Además, tiene un polo informático importantísimo, un Parque
Industrial muy bien manejado que tiene cerca de 52 empresas.
El que dice que no hay trabajo es porque no quiere trabajar. Yo cuando no lo tuve, me fui a
repatir revistas de supermercado, o tocaba timbre vendiendo ollas, y sobreviví.
Y no se me caen los anillos por decirlo, hay que salir a la calle a pelearla.
Ahora, si vas a esperar un plan social o que te vengan a buscar, la historia es
otra.
En Tandil, algún lugarcito vas a encontrar, hay que moverse, acá se puede.
¿Y negativas?
Hay
unas cuantas, pero nombro algunas. Hay mucha falta de control, por ejemplo en
la obra pública. En calle Larrea hicieron un asfalto y se reventó en tres
tramos porque se hizo mal. El boulevard de Avellaneda, entre otros. Toda esa
plata que se vuelve a gastar en una misma obra se podría utilizar para barrios
más necesitados. En ese sentido, Tandil es un descontrol.
Después, tenés ejemplos tontos. En el hospital te dicen los horarios con una
hoja A4 pegada en la pared, pero después en la calle hay carteles majestuosos.
Se pone mucha plata en propaganda, y no en el Hospital, por dar un caso. Los
médicos tuvieron que comprar y colocar su propio aire acondicionado?
El otro día, el intendente se quejaba de que con los recortes el Municipio iba
a tener menos dinero, pero ahora resulta que la Usina le debe plata? ¿Alguien
explica eso?
¿Cómo ves la noche? Sabiendo de tu
relación con la música
Ha habido
una transformación importante, es que la sociedad ha cambiado mucho. Era otra
ciudad, con menos habitantes, los menores tenían sus restricciones. Hoy en día
es normal ver chicos y chicas de 15 o 16 años en los boliches, mientras los que
tienen que controlar no lo hacen. Por más que digan lo contrario, cuando se van
a las 2 AM, las puertas se abren de nuevo. Y la venta de alcohol, mucho menos
está controlada.
En esto también somos responsables los padres, porque el hecho de que una chica
de 15 años esté vagando por la madrugada nos responsabiliza. Pero el control
dentro de los boliches es del Municipio.
Yo lo hablo con mis hijos, me preocupa. Hay mucho descontrol con las previas, y
hemos tenido gravísimos accidentes en nuestra ciudad. Pasan y pasan, y no
hacemos nada.
Por último, ¿qué opinión tenés de la
política local?
No
me gusta la perpetuidad en el poder. Lunghi ha hecho cosas muy buenas, pero el
ego lo tiene muy alto, y el problema con este señor es que podría haber
preparado a alguien de su riñón para que lo suceda. Yo creo que tendría que
haber sido Marcos Nicolini, pero decidió quedarse él, porque ?sin él la ciudad
se cae?. Creo que se lleva por los sondeos, a los cuales respeto porque sé como
se hacen, pero porque del otro lado no hay nadie. Dentro del radicalismo creo
que hay gente que puede suplantarlo.
Seguramente se presente en el período que le queda, y luego postulará a su
hijo, que para mi es un inútil.
No veo una oposición que se luzca, la veo combativa, agresiva. Y a la gente eso
no le gusta, porque ya hay demasiada violencia en la calle. No quiere ver
políticos verborrágicos, quiere gente con ideas que le cambien la vida.
Iparraguirre, por ejemplo, puede ser muy buen tipo, pero como político a la
hora de hablar me parece desagradable. Es combativo y de barricada, al igual
que el presidente del PJ local. No me gusta eso, no me llega.
Dicen que recorren los barrios, que en Tandil hay hambre. Un cura dijo que
había cocinas de droga? dicen pero no denuncian, no respetan las instituciones,
¿entonces cómo los voy a respetar como políticos?
¿No le ves ningún competidor al
gobierno actual?
De
la oposición, no. No hay nadie. Dentro del radicalismo, veo a Marcos Nicolini,
tendría que ser el futuro intendente de la ciudad. Tiene experiencia, gestión y
es una persona que escucha.
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