27 de marzo de 2018
por
Brando Bruni
Matías Basterrechea para muchos ya perdió el apellido, acá
en Tandil y en muchos lugares es Matías de Katarro o también Matt Buzz. Es que
su carrera musical, dentro y fuera de la ciudad, lo antecede. No es para menos,
más de 25 años junto al punk, recorriendo los escenarios argentinos y de otros
países, hacen que pasen estas cosas.
Hace poco, Katarro Vandaliko volvió al pago y con Matías nos
debíamos una charla sobre él y la banda, hacer un poco de historia. Entre idas
y venimos, acá estamos.
"EN TANDIL EXISTÍAN DOS CLASES DE MÚSICA: EL ROCKERO CLÁSICO TIRANDO A
HIPPIE O EL HEAVY"
"Lo que más recuerdo
es que formé una banda porque me voló la cabeza el primer disco de Attaque 77,
"Dulce Navidad". Aparte, en esa época empecé a escuchar música", dice
Matías sobre los primeros pasos de KV.
"La banda la formé en
el 91, pero cuando iba la Escuela Granja, en el 88/89, pude tener en mis manos
los primeros cassettes. Eran copias de Ramones Mania o el primer disco de Los
Pistols. Me acuerdo que en la disquería de Marcelo Ferrari, frente a la plaza
Independencia, mandábamos a grabar cassettes. En ese momento no había CDs y por
ahí no llegábamos para el original. Pero lo que me cambió la cabeza fue
"Invasión 88", el primer compilado de música punk que se hizo en Argentina,
editado por el sello Radio Tripodi. En esa época en Galáctica FM, que era el
furor, les cedía un espacio a las agrupaciones de escuelas secundarias, en uno
de esos programas creo que de la escuela Normal, pasaron un tema de ese compilado.
De ahí, no paré más", va recordando y resume en que "lo que más me fascinó de la música punk fue que con poco podías hacer
música".
Siguiendo con el repaso de aquellos días, explica que "en Tandil existían dos clases de música:
el rockero clásico tirando a hippie o el heavy. Me puedo dar el lujo de decir
que fui uno de los primeros en tener una banda de punk rock, en ese momento no
existía nada. Fuimos los primeros en hacer un festipunk en ese año. En Buenos
Aires, ya estaban bandas como Los Violadores, Comando Suicida o Alerta Roja. Empezamos
a gestar el punk en Tandil, fuimos los primeros que llevamos a Gatos Sucios o
Superuva, después hicimos Doble Fuerza. Está como testigo Mauri Cervone, que
hoy es el mayor productor música de Tandil, arrancó conmigo y lo que sabe lo
aprendimos juntos".
"Arrancamos en una
época donde nuestro medio de comunicación era viajando en lo que fuera, sea
camión, colectivo o tren; para ir a ver bandas. Ahí se generaron un montón de
cosas. Internet fue 20 años después. El modo de difusión era llevar los casetes
en persona a la radio y cruzar los dedos para que te pasen", rememora y
añade que "lo primero grande que hicimos
fue alquilar el Teatro Estrada, que nos ayudó mi viejo. Teníamos que alquilar
cosas, arreglar con la cana y todo lo que implica la organización de una fecha.
Mi viejo me ayudó mucho cuando yo arranqué, él en esa época era canillita,
llegamos a tener tres kioscos".
"Después me largué
solo, sucedieron un monton de cosas. Llevamos bandas como Flema o 2 Minutos. El
gran puntapié inicial con Katarro Vandaliko fue ser soporte de Attaque 77
cuando fueron en el 91 a Tandil, en su máximo esplendor, habían sacado "El
Cielo Puede Esperar", se acuerda. Contando como llegó a ser parte de esa
fecha, cuenta que "antes de eso, con mi
compañero de banda en ese momento, Juan Papponetti, nos habíamos tomado un
bondi de El Rápido para ver a Attaque en Mar del Plata por primera vez. Para
nosotros fue impresionante. Creo que fue en mayo del 91 en el Club Huracán. Ahí
fue donde conocimos al Chino Vera personalmente, nos hicimos amigos y no
paramos de estar en contacto. Casualidades de la vida, ahora a los 43 años voy
a hacer una gira nacional con el Chino".
Desde ese momento, Katarro empezó un camino obviamente
difícil pero totalmente hacía arriba. "Toqué
seis veces en Cemento, dos en Obras. Hicimos un montón de cosas. También hubo
momentos difíciles, pero la vida también se trata de eso, no todo es color de
rosa. Estoy super contento con lo que elegí y lo que me tocó como vivencia
humana con la música".
"Soy un agradecido
total. Voy a decir una frase de Ricardo Iorio que es muy buena: "Soy quien quise ser". No me interesó
nunca convertirme en un empresario, ni ser un tipo con un capital enorme más
que alimentar mi alma con música, viajes, cultura. Vi cómo vive gente en otros
países, estuve en Paraguay, Uruguay, Chile, México, conocí mucho. Al país
prácticamente me lo conozco de punta a punta, de hecho en menos de un mes la
gira con el Chino arranca en Ushuaia, donde voy por quinta vez. Son cosas que
suman la experiencia, el hecho de haber tocado tanto tiempo, conoces gente, y
uno en cierta forma recibe el reconocimiento. Esto arrancó como un juego y
después se transformó en una profesión", se enorgullece Matías.
SOLO BUENOS MUCHACHOS
Inobjetablemente un clic en la carrera de Katarro Vandaliko
fue la edición de Buenos Muchachos, hace ya 18 años. Esa primera producción,
casi impensada para una banda de Tandil por aquellos días, trascendió y se
parte de la cultura punk argentina. El tema que da nombre a la placa, "Si te
encontrará" o "Jardín Electrico", son coreados por todos en los recitales de
KV.
Más allá que siguieron laburando, Matías no reniega del
pasado, al contrario, dice que "el
primer disco, producido por Mariano Martínez de Attaque 77, se transformó en un
clásico del punkrock a nivel nacional. Como el primero de 2 Minutos o el de Mal
Momento. Te vas a cualquier parte del país donde hay un punkrocker, no sé si
conoce el último disco nuestro, pero Buenos Muchachos lo conocen todos. Cuando
tocamos por primera vez en Obras, de soporte de Attaque, nuestro manager
Mariano Ash vendió 500 discos en mano en ese recital. Pasaba con la caja de
discos como un cocacolero con los vasos".
"Todo eso te lleva en
que te terminás convirtiendo en un clásico. Nos ha sucedido tocar en fechas que
la gente no mueve un pie, empezas a tocar Buenos Muchachos y se arma un pogo
que se quieren subir al escenario. Le pasa a muchas bandas, que tocan todo un
repertorio y la gente se prende fuego con los clásicos", afirma Matt.
DE ACÁ
"Tandil tiene un montón
de bandas increíbles. Si ves el DVD nuestro por los 20 años, en un momento sube
Federico Pertusi y se acuerda una frase que le dije, Buenos Aires es Londres
pero Tandil es Manchester", dice haciendo el paralelismo con el país cuna
de casi todo el rock. Y algo de cierto hay, si uno habla con cualquier
referente del punk a nivel nacional, bandas clásicas como 2 Minutos, Attaque o
Mal Momento, les decis Tandil y te dicen Katarro.
Y hablando de nuestra ciudad, también habló de como la
representa. Para muchos, Katarro es la banda más grande que dio el pago chico y
su recorrido lo demuestra. Él dice que "Tandil
no es solamente Del Potro. También es Katarro o el salamín y un montón de cosas
más. Hay gente que lo reconoce y otra
que no. Yo fui a tocar a México y conocen Tandil por Katarro, también pasa en
Ushuaia. Más allá de todas nuestras situaciones personales, vamos a cualquier
parte y llevamos la bandera tandilense. Uno no deja nunca de ser representante
de la ciudad de donde uno nació".
Además, se alegra de lo que pasa cuando vuelven: "Si mirás videos del último show en Tandil,
gente grande estaba como si tuvieran 16 años, todos prendidos fuego. Colmamos
la capacidad del lugar y está buenísimo porque la gente se lo toma con una
alegría impresionante. No se cuanto más va a durar todo esto, tiene un fin,
pero me pone muy contento que la gente se ponga feliz con nosotros, me pone
feliz poder transmitir alegría. Con Katarro estamos re contento que en Tandil
nos reciban así siempre, es un orgullo".
HOY
Más allá de los recuerdos, KV, con sus cambios, siguey
sigue.
"Ahora con Katarro
vamos a sacar disco nuevo porque desde 2011 que no editamos. También va a salir
un disco mío solita, el segundo porque edité en 2007. Todo indica que el de
Katarro va a ser en formato vinilo, porque estamos en condiciones de decir que
el CD está muerto, ya ni se venden equipos con compactera. Así que tenés dos
opciones, vinilos o plataformas virtuales", afirma Mati.
MOMENTO DIFICIL
Hace pocos meses, toda la banda tuvo que vivir un momento
difícil pero Matías supo tomar rápidamente la mejor decisión. Pablo Badaracco,
quien tocó la batería unos meses con KV, aunque no era miembro estable, tuvo
graves denuncias por violencia de género.
"Surgió una situación
compleja, tuve que actuar de acorde a mi forma de pensar. Yo también tengo
hijas, siempre voy a estar del lado de las mujeres, siempre dándole el respeto
que se merecen. Siempre tenemos que tratar de defenderla e inculcar a la gente el
respeto. Automáticamente lo que hice fue desafectarlo de la banda. Si bien
nunca fue parte estable, estaba tocando con nosotros. Tuve que actuar como
corresponde", cuenta, y hay que agregar que enseguida se comunicó con la
víctima para brindarle su apoyo.
"Ahora estamos
tocando con José Quinteros, el batero de The Nylons, re buen pibe", dice
destacando a quien está hoy detrás del bombo, que también es de acá: "Vamos a seguir recurriendo a tandilenses,
y donde pueda dar una mano a alguien de Tandil siempre voy a estar".
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