10 de septiembre de 2018
por
Brando Bruni
En el ambiente musical actual de nuestra ciudad, se podría
decir que estos dos muchachos no necesitan de mucha presentación. Es muy raro
que pase un fin de semana sin que alguno de los dos hermanos Soto esté sobre un
escenario, mostrando lo que hacen con alguno de sus proyectos. Incluso,
últimamente se los puede ver juntos como parte de la banda Sex Sutil.
Iñaki, de 27 años, y Lautaro, 25; se sentaron a repasar
estos años que los tienen como protagonistas de la movida local.
Como cada historia tiene sus inicios, por ahí empezamos.
Iñaki, el mayor, comenzó contando que "en
el último año de primaria con unos amigos ya teníamos la idea de armar una
banda, yo en el bajo. Fui un par de clases, no me podía comprar un bajo
entonces como que me olvidé. En la secundaria tenía muchos amigos que tocaban,
entonces nos juntábamos a hacer covers de bandas heavy. Cantaba, agarraba la
bata a veces. Otros amigos me mostraron Ska-P y esa movida más punk, surgió
juntarnos y hacer un par de temas, ahí tocaba la batería. Ahí fue que se sumó
Lauta, no sé cómo". Ese "como" lo explica el propio Lautaro, recordando que
"iba a los ensayos y de golpe estaba
haciendo coros. Hubo una fecha en la escuela a dónde íbamos nosotros, la
Sábato, para el día de la primavera. Iñaki tocó con dos bandas y ahí estuve
haciendo coros por primera vez en mi vida". Iñaki suma que luego casi que
lo obligó a su hermano a aprender a tocar la guitarra y agrega que "nos separamos con esa banda, Lauta arrancó
con una de punk que se llamaba "Día de Furia". Ahí mis viejos me pudieron
comprar un bajo y sin saber casi nada del instrumento empecé a tocar ahí,
reemplazando a Logan que se metió de lleno en el rap".
Parece acá nomás debido a la corta edad de los dos, pero ya
pasaron unos 10 años de que arrancaron este camino musical.
Inquietos los dos, fueron pasando por diferentes bandas y
estilos, siendo imposible encasillarlos como músicos de un palo u otro. "En realidad me gusta todo - aclara
Iñaki - he tocado en bandas de metal y
al mismo tiempo tocaba cumbia, punk o ska. Ahora estamos con Sex Sutil que es
un estilo que nunca había tocado. Está bueno para crecer, cada estilo me amplió
mucho más". Vale agregar, que por estos días también es parte de Fruta y
Descalzos, dos bandas que suenan seguido y se diferencian muchísimo entre sí.
Sobre esto de no tener límites en los género, Lauta explica
que "escuchaba punk y solo punk, después
me abrí a otras cosas" e Iña añade a la lista "por ahí artistas que usaban el
punk pero hacían otras cosas como Manu Chao o Sublime".
"Algo que siempre
hablamos con varios músicos, algunos que ya tienen cuarenta y pico, muchos
coincidimos que venimos del punk rock. Y como todos fueron abriéndose, pero con
la esencia del punk", dice el más chico, y el más grande adjunta que "está bueno porque vemos músicos como los
que estaban en Tumbala Compadre en ese momento, el Raulo y Ku Lee terminaron en
Houseman, el Chapu con los Sedientos o con nosotros".
TODO EL TIEMPO
PENSANDO EN LA MÚSICA
Como mencionamos, los Soto saben de estar en varias partes a
la vez, o mejor dicho, tocando en diferentes grupos que quizás en nada se
parezcan uno con el otro. "Es dedicarle
la mayor parte de tu vida. Acá es muy difícil vivir de la música, pero vivo
pensando todo el tiempo, los fines de semana tocando acá o allá, eso es lo que
me hace feliz", dice Iñaki.
Lautaro explica que "en
este momento estoy metido en Sex Sutil. También tengo mi proyecto solista pero
está guardado en un cajón, si pinta lo saco".
Entre los dos, admiten que aunque puede tardar en llegar
cierta madurez, a ellos ya les pasó de empezar a tomarlo como un trabajo, como
dice Iñaki, "por más que está lo de
pasarla bien y todo, hay una responsabilidad, cuando tenés algo bien trabajado, empezas a sentir que vale".
"También pasa por el
hecho de cobrarlo, fueron un montón de años que lo hicimos por nada",
agrega Lauta.
Con estos 10 años de ser parte del ambiente y todas las
bandas en las que participaron, son una palabra más que valida para hablar de
cómo ven la movida actual. Reconocen que se ha mejorado muchísimo, se ve más
profesionalismo, y Lauta cuenta que "al
menos en los ámbitos donde me moví, eso se empezó a ver en la época que estaba
la Buen Perro, ver lo que era crear un ciclo desde la cabeza de un productor.
Lo empezamos a ver ahí, si tocabas ahí te iba a pagar, generaba dinero quien lo
organizaba y sin las bandas no estaba la gente".
Iña por su parte dice que "ahora que toco en otro tipo de bandas, veo que lo más complicado es el
rock. Capaz que hay mucha oferta de bandas y es más difícil en ciertos lugares.
Por ejemplo, toco en Fruta, nos llaman a tocar en bares o eventos, donde una
banda de rock no puede. Creo que lo complicado es cuando el músico también
tiene que hacer de productor. Al no haber muchos lugares, algunos se están
rearmando, no hay un lugar como Bunker. Para una banda sola es difícil
organizar una fecha y encima que te vaya bien. Tampoco se están dando muchos
otros espacios como fue Buen Perro. Y cuando se dan, las bandas que tocan son
las que tienen un tinte más profesional".
"A su vez, está
sucediendo con el Club TDL ahora. Es algo cíclico y con bandas de afuera,
también está bueno que suceda eso. Se dice que no hay lugares, pero si te pones
a contar, los hay. Pero es muy distinto lo lugares de hoy a lo que era hace 10
años. Sucede por ejemplo en cervecerías o bares que les paguen a las bandas,
que eso está perfecto, pero la entrada es gratis. Eso hay que analizarlo con el
tiempo a ver si sirve o no", analiza Lautaro. Sobre estos ámbitos, Iñaki
suma que "el circuito es chico para eso.
Tocan bandas de cumbia o nosotros con Fruta. Serán 10 bandas las que tienen esa
posibilidad, porque no van a llevar a una banda de rock, algunas buenísimas que
son de rock pesado, y no entran. Se acota a bandas por fuera del rock que
pueden amenizar una cervecería".
JUNTOS
Siempre inquietos, saltando de un proyecto a otro, varias
veces les pasó de tocar juntos. Lo hicieron en bandas como A la Mierda, Día de
Furia, o acompañando a Logan, para ahora recalar en Sex Sutil.
Sobre compartir escenario, Lautaro dice que "es una tranquilidad, no necesitas conocer
a la otra persona, ya te conoces desde que naciste. Y por suerte nos llevamos
bien".
"Aparte estuvo bueno
que empezamos tocando juntos, después me fui al metal y él para otro lado.
Después de procesos que tuvimos, empezamos a tocar de nuevo", dice Iña y
agrega que "aparte, con el resto de los
que tocamos son amigos, creo que eso es fundamental, sino no funcional. Si
tenés la onda de solo encontrarte en los ensayos, falta algo y se nota eso".
Ahondando en lo que es Sex Sutil, dice Lautaro que "una vez que lo tuvimos que definir,
dijimos que hicimos lo que queríamos escuchar, lo que queríamos que alguien
haga lo hicimos nosotros. Eso como concepto, musicalmente fue cambiando, es muy
distinto como suena en vivo a lo que grabamos. Hoy podríamos decir que es
electro pop rock, para definirlo con algún género". Y cuando habla de lo
grabado, hay que mencionar que antes de mostrarse cara a cara al público ya
tenía registrado un EP de cuatro temas.
"Una cosa que me copa
de Sex Sutil es que la mitad de los integrantes son gente nueva en la música,
los otros venimos hace más de 10 años. Y en mi caso, son toda gente de
distintas épocas de mi vida, amigos de distintas etapas. Estoy muy contento con
la formación. Surgió medio espontaneo.
Con Meli estábamos viviendo en Buenos Aires, volvimos y juntamos a la tropa",
sigue contando el más chico.
No caben dudas que Sex Sutil está siendo una de las opciones
más interesantes de la música por estos pagos, para verlos, una buena
oportunidad será la del 28 de septiembre, donde tocarán junto a Un Planeta en
Club TDL.
UNO DEL OTRO
En una nota con dos hermanos, es ineludible hacerlos hablar
al uno del otro.
Para esto, el primero que tomó la palabra fue Lautaro,
diciendo que "siento que somos re
distintos, pero a su vez iguales. Hay cosas en el medio en donde sabemos
confluir".
Por su parte, Iñaki explica que "con respecto a la música, él es mucho más disciplinado que yo. Está
todo el tiempo encerrado haciendo cosas, yo por ahí soy más vago. Por ahí al
estar en más bandas, no agarro tanto el bajo en casa. Él es más de ponerse y
activar las cosas". De todos modos, acá el más chico aclara "pero cuando lo llamás, Iñaki está, no es
que hay que arrastrarlo".
Aseguran que no se pelean nunca y Lautaro menciona que "hubo cierta etapa en la vida, por los dos
años que tenemos de diferencia, donde él llegaba a cosas antes que yo. En esos
pequeños momentos tal vez no coincidíamos. Pero desde que empezamos a salir y
cruzarnos en los boliches, llegamos a una misma etapa".
Entre los dos, cuentan que "hemos tenido momentos más alejados, por ahí hablábamos una vez por mes
y todo bien. No necesitamos el compromiso familiar, no es que nos juntamos
porque somos hermanos".
LEJOS DE LOS
INSTRUMENTOS
Más allá de encontrarlos cerca de algún instrumento, siempre
andan haciendo algo también extra musical.
Lautaro nos contó que desde 2012 está con el arte visual y
el diseño gráfico, inspirado en el arte pop. En
www.lautarosotodg.tumblr.com se pueden
ver varios de sus diseños. Además, está planeando para antes de fin de año su
primer muestra con obras digitales impresas en alta calidad y gran tamaño.
Por su parte, Iñaki además de músico es chef y a eso dedica
mucho de su tiempo. También tiene un programa de radio en La Compañía que se
llama "La Fruta Prohibida", con el cual arrancaron su propio ciclo cultural. Y
más cerquita de la música, nos cuenta que ya tiene nuevo proyecto llamado Spit.
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