10 de julio de 2018
por
El Chacarero
Es fundamental la rotación de cultivos para el
manejo de las manchas foliares en trigo y cebada y el tratamiento de semillas
con las moléculas y dosis efectivas.
La reposición hídrica luego de la sequía, el
aumento en la adopción de tecnologías y los buenos rendimientos alcanzados en
la campaña pasada generaron un aumento en la superficie de los cultivos de
trigo y cebada. Desde hace muchos años que no se presentaban estas condiciones
beneficiosas, tal es así que en el caso del trigo la superficie creció a 6
millones de hectáreas.
Durante la campaña pasada en los lotes de
trigo se manifestaron varias enfermedades, siendo la principal la Roya
amarilla, que apareció de forma muy temprana y agresiva en casi 3 millones de
hectáreas de la región agrícola argentina. Ciertas variedades se vieron
afectadas hasta en un 50% de sus hojas en las primeras etapas del cultivo. Esto
hizo que un número de lotes, en donde no se hicieron aplicaciones, vieran
reducidos sus rindes entre 3 y 4,7 t/has. En los últimos años, el agente causal
de esta Roya mostró una adaptación térmica extraordinaria y una capacidad de
migración inusual desde Europa y norte de África. Desde la Cátedra de
Fitopatología de la UBA, en conjunto con profesionales del INTA, universidades
y empresas se coordinó un muestreo a nivel nacional de esta enfermedad. Las
muestras se enviaron al Global Rust Reference Center en Dinamarca, donde se
identificaron tres genotipos distintos de Roya Amarilla en los campos
afectados, que fueron los mismos que causaron las epidemias del 2015 y 2016 en
Europa y África del Norte. El hecho de encontrarlos en nuestro país y en otros
continentes, de manera casi simultánea, confirma la gran capacidad de este
hongo para dispersarse a miles de kilómetros.
Por su parte, en los cultivos de cebada
predominaron las manchas foliares (Mancha en red, Borrosa, Escaldadura y
Ramularia) cuya aparición temprana requirió de intervenciones tecnológicas
anticipadas para su control. "Todas las regiones de cultivo de cebada
presentaron manchas foliares con mayor intensidad que en otras campañas. En el
caso del trigo, se enciende una señal de alarma para la campaña 2018, ya que
gran parte de las variedades que se siembran son poco resistentes y el hongo de
la Roya se disemina a grandes distancias en el viento.", declara el Ing. Agr.
Marcelo Carmona, fitopatólogo de la Fauba. y agrega: "En un escenario de
presión de enfermedades como el ocurrido en campañas pasadas, y que
probablemente se repita en esta, resulta clave contar con un tratamiento de
semillas eficiente que pueda beneficiar al productor en diversos aspectos".
Carmona destacó la importancia de la rotación
de cultivos para el manejo de las manchas foliares en trigo y cebada y del
tratamiento de semillas con las moléculas y dosis efectivas, que genera una
mayor persistencia, aumento del control de enfermedades y reducción del
progreso de epidemias de manchas en órganos aéreos. Para esto es necesario
conocer el comportamiento de las variedades para analizar el riesgo y
planificar las decisiones a tomar. "El
monitoreo de trigo debe comenzar más temprano por la roya amarilla y terminar
más tarde por la roya negra. Es decir, se alarga el tiempo de monitoreo en
trigo y el productor debe estar más alerta por la roya amarilla", comenta el
Ing. Agr. Carmona y concluye: "En cebada las manchas foliares podrán aparecer
tempranamente y se deberá estar muy atento a la Ramularia. Las dosis de marbete
deben ser respetadas y no se debe retrasar el momento de aplicación".
Respecto a este último punto, Pablo Ramírez
D'Auria, Gerente de Tratamiento de Semillas de BASF, incluye: "El año pasado el
cultivo sufrió una alta presión de diversas enfermedades. Muchas de ellas se
encuentran en el rastrojo que queda en el campo, otras pueden venir desde
lugares diferentes o mismo con las semillas. Todas ellas pueden manifestarse si
las condiciones son predisponentes." Y agrega: "Para estar cubiertos
sanitariamente ante estas amenazas que atentan contra el normal desarrollo de
los cultivos de trigo y cebada, hemos desarrollado Sistiva®, un nuevo concepto
en el tratamiento de semillas." Sistiva® es un fungicida curasemillas que,
gracias a la movilidad única de su molécula, controla a las enfermedades en
semilla y a su vez brinda una protección prolongada contra las enfermedades, disminuyendo
su incidencia en el cultivo hasta 45 días y la severidad hasta los 60 días.
Esto le permite al productor una mayor flexibilidad al momento de la primera
aplicación foliar, convirtiéndose en una herramienta única para el control de
las principales enfermedades foliares. En las últimas dos campañas se han visto
excelentes resultados en Ramularia en cebada y en enfermedades que aparecieron
en los últimos años como Roya del tallo y Roya amarilla en trigo.
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