11 de junio de 2018
por
Marcelo Bettini
"El estado de las veredas es caótico en buena parte de la
ciudad, por lo menos allí donde el arbolado urbano ha hecho bastante estrago,
también donde han pasado instalaciones que han sido mal reparadas o por el
efecto del tiempo se han hundido las veredas", reconoce el secretario de
Planeamiento y Obras Públicas, Roberto Guadagna.
El arquitecto habla de responsabilidades compartidas: "Están
a cargo del frentista pero también es cierto que el Municipio, a través del
arbolado urbano y de algunas redes de agua, gas o cloacas, ha producido malos
arreglos. Sucede que no es fácil que el Estado licite los arreglos necesarios,
de hecho, hemos arreglado algunas veredas de urgencia frente a residencias de
adultos mayores y geriátricos y no estuvimos exentos de algún tipo de problema
en la rendición de cuentas".
Es porque el Tribunal de Cuentas, el órgano que audita la
gestión de recursos de los municipios de la provincia, amonesta la utilización
de fondos públicos para mejoras y reparaciones en espacios que se consideran
privados.
"Por eso es necesario repensar una ordenanza pero a la vez apegada
a las leyes provinciales, para no recibir observaciones y sanciones del
Tribunal de Cuentas, que es un órgano que está muy encima de esos gastos pues
los considera desvíos indebidos hacia el sector privado que no le corresponde",
comenta Guadagna.
El tema está en la lista de problemas a resolver. "El
intendente tiene una enorme preocupación por el tema y pide todo el tiempo que
se estudie una solución y creo que esa solución es más de índole legal y
administrativo que de realidad física y de desarrollo de obras. Es cierto que
hay que hacer veredas nuevas en muchísimos lugares de la ciudad, que es donde
el arbolado urbano ha hecho más estragos. Ahora, insisto, la primera realidad
es resolver la cuestión legal y administrativa para poder abordar obras, en
este escenario actual es imposible por esa consideración sobre desvío de fondos
que nos hace el Tribunal de Cuentas".
Para el funcionario, "junto con el bacheo y la
repavimentación es uno de los temas urgentes, pero como la vereda es
responsabilidad del vecino, es complejo poder avanzar".
Alguna vez estuvo en evaluación la conformación de uno o
varios equipos de trabajo que tuvieran aval del Municipio para dirigirse a las
casas y ofrecer la reparación con una tarifa uniforme. Pero se concluyó que "eso
podría interpretarse como una participación indebida del Estado, en forma
corporativa con pequeños empresarios o monotributistas que serían quienes ofrecieran
el servicio con una especie de aval municipal. Sería una conducta que tal vez
parezca muy práctica pero que desde el punto de vista legal y administrativo
nos acarrearía consecuencias graves. Son variables que analizamos pero no
siempre lo que indica el sentido común cuando se analiza un problema puede ser
llevado a cabo por el Estado, que no puede obrar como un ente privado".
Guadagna confirma que "estamos abocados a generar o
modificar alguna ordenanza que nos permita intervenir en las veredas; en
principio hay que notificar a los vecinos la necesidad de reparar la vía
pública peatonal, o la posibilidad de hacerlo el Municipio con cargo al
frentista en las tasas municipales". Claro que esta última posibilidad también
puede encontrar un escollo: "Hace algunos años se hacía con aquellos terrenos
que no eran mantenidos por los dueños y, a estar de las denuncias y quejas de
sus vecinos, el Municipio iba y cortaba el pasto para luego cobrarle en las
tasas municipales. Pero quedó demostrado que la mayoría, cuando pagaba las
tasas que adeudaba, hacía una tacha en el concepto que se le agregaba por el
corte del pasto así que dejamos de hacerlo porque no podemos mantener terrenos
privados con el dinero de todos los tandilenses".
Pero cree que no es este el mejor momento para salir a
pedirle al frentista que se haga cargo de lo que le corresponde: "Con la
constricción económica que atraviesa la sociedad en general no estamos justo en
este momento para pedirle que ponga plata en el arreglo de sus veredas. Estamos
mirando el problema con todas sus aristas, lo que tenemos claro es que algo hay
que hacer."
QUÉ DICE LA LEY
El código de edificación de Tandil prevé un capítulo para
las aceras. En el punto 3.3.1.1, titulado "Obligatoriedad de construcción
de cercas y aceras", prescribe para los propietarios la obligatoriedad de
construir y mantener en condiciones cercas y aceras, como contribución a la
estética urbana y arquitectónica, y frente a las cuales se hayan materializado
obras de pavimentación, que permitan asegurar niveles definitivos. El Plan de
Ordenamiento territorial podrá disponer la excepción de la construcción de
cercos, en zonas de edificación no consolidada; ó de tipología edilicia calificada,
como asimismo la calidad, material, textura y/o color de los cercos y aceras.
A partir de 3.3.3., bajo el título específico "ACERAS",
el código detalla que serán de orden público, por lo que en su construcción
prevalecerán los principios urbanísticos comunitarios por sobre las
conveniencias particulares, debiendo reunir las siguientes condiciones
conjuntamente:
a) de Seguridad: relativas a asegurar la permanente
transitabilidad para las personas, especialmente de aquéllas que padecen algún
grado de discapacidad, mediante superficies antideslizantes, pendientes
adecuadas y construcción con los materiales aptos a tal fin.
b) de Durabilidad: relativas a garantizar la calidad que
deben poseer los materiales a utilizar, a fines de evitar su prematuro desgaste
ó rotura por abrasión, impacto ó sobrecarga.
c) de Uniformidad: relativas a la obligatoriedad de respetar
los diseños de aceras indicados en este Código para los distintos materiales
utilizados, con prohibición expresa de incluir en ellas leyendas, logotipos,
dibujos, ó conformaciones antojadizas ó fantasiosas, y la combinación de
diferentes materiales en su construcción.
d) de Regularidad: relativas a la necesidad de facilitar la
construcción ó reconstrucción de las aceras mediante el empleo de materiales de
uso común, en base a piezas normalizadas, de costo accesible, y de amplia
disponibilidad en el mercado.
La carencia comprobada de alguna, ó de la totalidad de las
condiciones enumeradas, dará lugar a declarar como "no reglamentaria"
la acera en cuestión. La Municipalidad, a través de sus organismos competentes,
podrá intimar al propietario frentista a la reconstrucción de la misma a su
costa, utilizando materiales aptos conforme los determinados en este Código.
Posteriormente se indican las pendientes transversales
máximas a tener en cuenta en la construcción de las veredas, detallando un 2 %
en acera de baldosas, 12 % para entrada de vehículos y 12 % en las rampas de
transición. En este último caso, cuando hubiere diferencias de nivel entre una
acera nueva y otra contigua existente, la transición se realizará mediante
planos inclinados sobre la acera que no esté a nivel definitivo.
Y estas son las especificaciones vigentes relativas al
"Material de las aceras":
a) Baldosa de cemento comprimido, cuya cara superior será
acanalada en 5 (cinco) listones ("vainillas") ó cuadriculada en 9
(nueve) panes; de forma cuadrada de 0,20 m. de lado, y 0,02 m. de espesor
mínimo. La pastina será preferentemente de color ocre claro ó natural del
cemento, y el de las guardas laterales (a colocar a una distancia de 0,20 m.
del cordón y de la Línea Municipal de Edificación en gama que abarque del rojo
al azul ó violeta. La utilización de otros colores de pastina podrá ser
autorizada por los organismos de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos,
cuando obedezcan exclusivamente a razones estéticas de integración con las
fachadas, y siempre que se mantengan las condiciones de seguridad, durabilidad
y uniformidad requeridas por éste Código. En tal caso, se requerirá al
profesional autor del proyecto una memoria técnica y descriptiva del material a
colocar.
b) Losetas de cemento comprimido, cuya cara superior deberá
reunir condiciones antideslizantes; de forma cuadrada, de hasta 0,50 m. de
lado, con bordes biselados de hasta 0,01 m., y 0,03 m. de espesor mínimo. La
colocación se efectuará a junta recta, no admitiéndose la realización de
guardas ni dibujos. El color será preferentemente el natural del cemento. Este
material estará limitado a su utilización en conjunto habitacionales de urbanización
especial, y/o edificios institucionales ó destinados a equipamiento comunitario
que ocupen bloques rodeados de calles (manzanas) ó parte mayoritaria de éstos;
como asimismo en parques, plazas ó espacios verdes de accesibilidad pública.
c) Otros materiales propuestos por los profesionales
proyectistas, cuando su colocación obedezca exclusivamente a razones estéticas
de integración con las fachadas, y siempre que dichos materiales reúnan todas
las condiciones de seguridad, de calidad (durabilidad), de uniformidad y de
regularidad exigidos por este Código. En tal caso, los profesionales
presentarán al Depto. de Obras Privadas una memoria técnica y descriptiva de
las cualidades del material elegido. La
autorización para su utilización requerirá la sanción del acto administrativo
correspondiente, sin excepción. Estos materiales se considerarán como "de
reposición no obligatoria" por las empresas que ejecuten obras de
infraestructura, dentro del marco de la Ordenanza 1772.
ARBOLADO PÚBLICO EN
LA MIRA
En cuanto a los árboles que se encuentran en las veredas, el
código avisa que "se deberán dejar sin embaldosar en las aceras sectores
destinados a la plantación de árboles en los lugares que la Secretaría de Obras
y Servicios Públicos determinará, consistentes en cuadrados de 0,60 x 0,60 cm
de lado y dejando dos (2) hileras de baldosas junto al cordón.
Según datos oficiales, que surgen de un censo parcial y de
proyecciones del Municipio, en las veredas de Tandil hay unos 25 mil árboles;
13.820 ejemplares fueron censados en un estudio que la Universidad Nacional del
Centro realizó para el Estado local.
El director de Espacios Verdes Públicos, Luciano Jaureguiber,
dice que una parte del problema de rotura de veredas se debe al arbolado
público, ya sea por las especies o por la forma en que están plantadas. "La
mayoría de las cazuelas son de 60 centímetros cuadrados y cuando los árboles
crecen suelen desbordar esas medidas", explica el funcionario, que recomienda
cambiar a un sistema de cazuelas más grandes. "Lo ideal sería un contenedor de
120 centímetros cuadrados, para darle al árbol más espacio", recomienda, pero
advierte que eso tampoco sería la solución a todos los problemas porque también
ocurre que los árboles son plantados muy arriba, casi al nivel del piso.
Explica que, por la forma en que las raíces se extienden, mientras más abajo
esté el árbol de la línea de paso de peatones, menos posibilidad habrá de que
las raíces levanten las baldosas o se metan hacia las casas.
Por otra parte una cazuela o macetero más profundo, al estar
varios centímetros por debajo del nivel de las baldosas podría generar peligro
de accidentes para los transeúntes. Por eso señala que en algunas ciudades lo
solucionan con una especie de tapa de metal que tiene orificios pequeños en
toda la superficie además de un recorte central para el tronco. "Esto incluso
es una fuente de incentivo a la producción metalúrgica básica porque para hacer
eso no es necesario tener tecnología de punta", señala.
¿CUÁNTO CUESTA REMOVER UN ÁRBOL?
Quitar un árbol de la
vereda requiere la tarea de dos o tres personas; un camión para retirar las
ramas y el tronco y una pala mecánica para remover las raíces. También hay que
asegurar, con la participación de Obras Sanitarias y Camuzzi Gas, que no se
dañe la infraestructura subterránea de servicios. Esto último es bastante
frecuente porque las raíces suelen tocar algún caño y luego de extraer la
planta hace falta reparar algún daño colateral. La suma asciende a $45 mil.
Los 25 mil árboles señalados son poco más de un tercio de lo
que debería haber en las calles de la ciudad de acuerdo a un ecosistema ideal.
Por eso la Dirección de Espacio Verdes Públicos lleva adelante una campaña para
plantar 2023 árboles por año hasta el año 2023. El número no es azaroso y está
relacionado con el bicentenario de Tandil. Si el plan se concreta "será la
mayor plantación de arbolado público en la historia de la ciudad, superando los
diez mil que se plantaron en la década del 80", asegura Jaureguiber.
Pero, aunque no lo parezca, cuesta crear conciencia entre
los vecinos sobre la importancia del arbolado público. El funcionario asegura
que "por cada vecino que hace cuestionamientos por la tala de árboles, hay 40
que nos piden que le retiremos el árbol de la vereda".
En el top 3 de las causas de estos pedidos están la
oscuridad (porque las copas frondosas impiden el paso de luz del alumbrado
público); la rotura de veredas y el tamaño que alcanzan los árboles.
En este punto explica que no hay especies mágicas, que
tengan solo beneficios y no causen
problemas. Mientras más grande es el árbol más trastornos genera y mayor es su
impacto positivo en el ambiente. Las especies chicas, que no causan ningún
problema generan un beneficio ambiental mucho menor.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
Solo suscriptos
Solo suscriptos
6 de mayo de 2025
Solo suscriptos
Solo suscriptos
6 de mayo de 2025
Solo suscriptos
Solo suscriptos
6 de mayo de 2025
Solo suscriptos
Solo suscriptos
6 de mayo de 2025
Solo suscriptos
Solo suscriptos
6 de mayo de 2025
Solo suscriptos
Solo suscriptos
6 de mayo de 2025