Sociedad. Telefé Noticias, la tragedia de Josefina y la misión de su papá

"El alcohol al volante está matando a nuestros pibes", alertó el pastor luterano Martín Olesen, de 46 años, quien plasmó su trágica experiencia en el libro "Día 1", referido a "nacer después de la muerte de un hijo". En diálogo con DyN, Olesen explicó que "la principal causa de muerte juvenil en Argentina son los siniestros viales (45 por ciento) y en el 70 por ciento de esos casos el alcohol fue el detonante". "El 95 por ciento de los que nosotros llamamos accidentes de tránsito no lo son", dijo y sostuvo que todo siniestro vial "tiene una causa humana detrás: imprudencia, negligencia... son tomas de decisiones". En su libro, escribe: "Mi día 1, mi nacimiento a una nueva vida, fue el 21 de abril de 2013 a las 5.30 de la mañana, y de ese día tengo bastante conciencia y negros recuerdos. Ese es el día en que comencé a vivir esta nueva vida que hoy llevo adelante, nací desde el dolor, desde la agresión a cada una de las fibras de mi cuerpo, y también a las de mi alma", escribe el hombre. "De este día 1 puedo contar, y hablar, porque lo tengo bien presente, pues ya habían pasado 43 años de mi primer nacimiento", añade. El siniestro ocurrió cuando un grupo de adolescentes volvía en un auto de una fiesta privada en Tandil. Antes de eso, Josefina llamó a un remís, pero como el chofer le dijo que no conocía la zona, aceptó ir en el coche con los otros jóvenes. El conductor del Chevrolet Vectra, quien estaba alcoholizado, empezó a manejar de manera peligrosa y a gran velocidad, hasta que perdió el control y chocó contra una columna de alumbrado público, sobre la avenida Brasil, esquina avenida Fleming. A causa del brutal impacto, murió Josefina al salir despedida del Vectra y resultaron heridos los otros cinco ocupantes. La Justicia local sentenció a Mateo Leunda, quien al momento del accidente tenía 17 años y era piloto de carreras, a la pena de dos años de prisión de ejecución condicional e inhabilitación especial para conducir todo tipo de vehículos automotores por el plazo de 8 años. "No elegimos nacer, yo tampoco elegí mi día 1, pero, innegablemente, aquí está, y a partir de él voy a vivir", concluye Olesen en su publicación. El pastor recibe numerosos pedidos para dar charlas en todo el país, pero por el momento sólo las dicta en Capital Federal y provincia de Buenos Aires, a un promedio de ocho por mes. Olesen está casado con Consuelo, con quien además tiene otros tres hijos: Graciana (24) Juan Martín (16) y Lucas (6). Carta que leyó el pastor el día del sepelio "Josefina, mi hija, compañera, compinche. Te siento dar vueltas a mi lado, y no te puedo agarrar. Siento tu contagiosa risa, y no la puedo repetir. Siento tus ganas de seguir, y no te veo caminar. Escucho tus sueños, y se me van. Quiero llenarme de tu energía, pero me siento vacío. Deseo escucharte cantar, y voy olvidando tu voz. Ya no te puedo retar, y ahora ya no lo quiero hacer. Hay una niña en vos, que me llama Papá, y no puedo ir. Anhelo las risas con tus amigas, y sólo las oigo llorar. Quisiera tener más tiempo, pero tiempo no hay. Hay abrazos sin dar, despedidas sin terminar, hay canciones sin cantar y amigos sin conquistar. Hoy te sentí partir, y se fue parte de mí. Allá al cielo, con Dios, te fuiste vos y gran parte de mi. Quiero andar y no puedo, Quiero quejarme y no me atrevo. Comenzabas a querer volar, y tus alas se abrieron. Creías que todo era posible, y llegaste al cielo. Vuelo inesperado, prematuro. ¡Ay, Dios! Te la llevaste y estaba amaneciendo. Rumbo a un nuevo cielo, rumbo a un nuevo día. Querida hija: esperame, esperanos, Que no falta tanto, sólo una vida, terrena y pasajera. Esperanos, angelito, y llegaremos".