2 de noviembre de 2019
El viernes próximo vence el plazo de la conciliación obligatoria que dictó el Ministerio de Trabajo en el conflicto entre la empresa Loimar y sus trabajadores y las partes endurecen sus posturas.
La postura empresaria sigue siendo la de "despedir" operarios para poder hacer "eficiente" la fábrica, especialmente en lo concerniente al sector ladrillos, donde el indican que "el precio de los servicios (hacen hincapié en la energía) nos llevan a no ser competitivos".
En cambio, reconocen que en el sector de pisos la situación es distinta y pueden absorber a algunos operarios pero no a todos, por lo que se mantienen en la postura de achicar el plantel.
Desde el otro lado también están firmes. El representante de la Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (Focra), José Goñi informó que no están dispuestos a que "no queremos ningún trabajador de la fábrica en la calle".
Posteriormente, afirmó que "estamos dispuestos a llevar adelante lo que tengamos que hacer para que no se caiga ni uno solo de los puestos de trabajo". Claro y contundente, por la que se viene será una semana clave para el futuro de Loimar.
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