3 de agosto de 2019
El actual concejal y precandidato a intendente por
el Frente de Todos, Rogelio Iparraguirre, se sentó a charlar con El Diario de
Tandil, a pocos días de las PASO. Contó cómo vive la campaña y desarrolló su
propuesta. Dice que la gestión de Lunghi perdió de vista "algo elemental, el
ejercicio del poder en democracia, es apenas una circunstancia", y ya no
escucha a los vecinos, mientras propone renovación.
- ¿Cómo estas transitando esta campaña?
Es maravilloso.
Estoy agotado, porque nuestro recurso son el cuerpo, palabra y las
convicciones. En nuestra campaña, hacemos, que es una ventaja nuestra. Hacemos
lo que veníamos haciendo todos estos años, pero con la intensidad propia que te
impone. Es estar todo los días en un montón de lugares, intentando llegar con
nuestro mensaje a la mayor cantidad de vecinos, organizaciones, clubes,
fabricas, sectores de la mujer, los jóvenes.
Es agotador, pero
es fabuloso, porque el cariño, la calidez, el apoyo que estamos encontrando te
da muchísima fuerza. Reafirma las convicciones. Permite sentir el orgullo de no
haber dejado nunca las convicciones de lado. Como decía mi viejo: "las convicciones pagan a largo plazo". No
quisimos cortar camino, realmente creo en esto.
Haber hecho este
recorrido como militante político, siempre en una construcción colectiva, para
cristalizar en este momento, que entendemos que podemos representar una
alternativa superadora en Tandil.
Nos hemos ganado
el respeto de aquellos tandilenses que probablemente no nos voten incluso. Creo
que eso tiene que ver con la trayectoria, no somos paracaidistas.
- ¿Qué diferencia hay entre esta campaña y otras
que ya encabezaste?
Que me conozcan,
es una diferencia importante. Con un agregado, en la política cuando hay
todavía hay mucha gente que no te conoce, también pones en riesgo. Depende que
sea lo que propones, puede haber menos gente que te vote.
Sentimos lo
contrario. La propuesta nuestra está nutrida de mucha madurez, seriedad y
conocimiento. Fue un enorme acierto la apuesta que hicimos en 2017, conformando
24 equipos técnicos con profesionales y especialistas en distintas temáticas.
No lo hicimos solo como un acto de campaña, después siguieron trabajando,
estudiando la ciudad y proponiendo alternativas. Se focalizaron no solo señalizar
lo que está mal y no se hace, sino buscando una salida superadora.
Por supuesto que
hay una diferencia entre 2017 y 2019, es que el mismo paso del tiempo no fue en
vano. Somos más maduros, tenemos un conocimiento mucho más capilar de la
ciudad, de su entramado productivo, cultural, social, económico, geográfico.
Hoy cuando
afirmamos que Tandil se convirtió en un cristal roto, perdió el valor distintivo
que era que por encima de las diferencias económicas propias del sistema, había
una fuerte voluntad social de integración. El hijo del médico, del colectivero
o el productor agropecuario, construíamos un destino común; en las mismas
escuelas, clubes y calles. Eso se perdió, la ciudad se ha guetizado, son fragmentos que no tienen relación uno con otro. La gestión
estatal observó esto impávidamente, no generó ninguna política pública para
frenar el proceso de desintegración social, que es el dolor de cabeza más
grande que vamos a tener.
Esas políticas tienen
cuatro patas: salud, educación, cultura y deporte. En estas cuatro cosas, o
bien perdieron las ganas y la vocación de servicio. O peor, no ven esta desintegración.
Ahí es donde estamos haciendo la diferencia, entendemos que Tandil como todo el
país atraviesa una crisis económica, pero también esta desintegración social, y
sentimos mucha responsabilidad al respecto. La matriz de nuestra plataforma,
hace foco en generar un circulo virtuoso que nos devuelva a los tandilenses ese
valor tan nuestro.
- De todo lo que mencionas de la gestión actual
del municipio, ¿Cuánto tiene que ver todo el tiempo que está en el poder?
Cuatro mandatos
son muchos, cinco ni te cuento. No lo atribuyo a un defecto de Lunghi o al
equipo que lo rodea hace 16 años, es inherente a la condición humana. Estoy seguro
que a mí me pasaría lo mismo. Si permanezco al frente del ejercicio del poder
16 años ininterrumpidos, me pasaría lo mismo.
Perdes de vista
algo elemental, el ejercicio del poder en democracia, es apenas una
circunstancia. Puede durar o menos, pero está en manos de los vecinos. Crees
que sos la fuente misma de la cual emana el poder, acto seguido crees que la
realidad es la que se te antoja que sea.
Ahí ocurre un
segundo problema, perder anclaje, desconectarse de la realidad. Allí,
naturalmente dejas de escuchar a la gente, porque te muestra otra realidad
distinta. Dejas de reconocer los problemas y brindar soluciones efectivas.
No es solo el
desgaste, tiene que ver con otras consecuencias negativas.
Por eso pedimos a
los tandilenses poder construir esta nueva oportunidad para Tandil. Entre otras
cosas, tiene que conectar a la ciudad con el Siglo XXI. Hoy tenemos un equipo
de gobierno que tiene una concepción para administrar una ciudad propia de
mediados del siglo pasado.
Hay desafíos nuevos,
otros problemas. En las ciudades del Siglo XXI, acá, en Europa o en la China;
los intendentes son los primeros en la fila a la hora de involucrarse en
cualquier problema. No patean la pelota diciendo que su rol se limita a lo
local. "Si hay problemas en educación, reclámenle a la provincia; si hay
problemas en infraestructura, a Nación". Esto, sin quitarle el sayo a Nación y
Provincia en su responsabilidad primaria, pero los intendentes tienen que
involucrarse de lleno.
Si hay
comerciantes o industriales con problemas, si cierne sobre ellos la amenaza de
cerrar dejando a familias sin su plato de comida, el intendente tiene que estar
ahí. Haciendo mucho o poco, pero lo que pueda. Hoy ocurre que los sectores de
la producciond e Tandil, se dan vuelta y están solos. Porque hay un intendente
y un equipo que entienden que esa no es su función. Se limitan a pagar
salarios, asfaltar, mantener abiertas las puertas del sistema de salud,
alumbrar. Hace tiempazo que dejaron de limitarse a esas las funciones de un
intendente.
Esta gestión dejó
de involucrarse. Creo que tiene que ver con la perdida de fuerza y de iniciativa,
pero además de una visión que es de otro siglo.
- Si te toca ser intendente, ¿Cuáles son las
primeras cosas que Tandil necesita con urgencia?
Lo primero, poner
un equipo capaz y nuevo, al lado de los que trabajan y dan trabajo. Tandil es
lo que es y será lo que tenga que ser, en función de los que trabajan y dan
trabajo. Podes tener al mejor intendente del mundo, que no vendrá por ahí la
diferencia. Hoy los trabajadores están solos. Vamos a armar Secretaría de Producción
y Trabajo. Vamos a desarticular la Secretaría de Desarrollo Económico Local,
primero porque hace añares que el desarrollo económico dejó de ser local, y es
regional. Segundo, ahí se asientan capas geológicas de distintos fracasos. Acumula
una cantidad de empleados exorbitante y una incapacidad para abordar los
problemas, que da pavor.
Queremos conocer
que está pasando en cada encadenamiento productivo al detalle. Conocer que
problemas tienen.
Otro tema que
estamos convencidos que estamos listos para dar vuelta la página, es la
necesidad de resolver activamente el acceso al suelo urbano y la vivienda. Sin regalarle
nada a nadie. Hablamos de la imposibilidad que tiene cualquier familia de
trabajo, para acceder a un lote. Dejaron al mercado por su cuenta, inflando la
burbuja. El intendente entendió que su lugar estaba en la platea cruzado de
brazos, y Tandil se convirtió en un lugar donde es imposible para una familia
tener su vivienda propia.
Hay políticas, no
hay que inventar nada. Tenemos los convenios urbanísticos, los consorcios, la
ley de hábitat, la ley del Plan Familia Propietaria. En Tandil hemos hecho un
relevamiento muy profundo, y vamos a generar 6000 lotes con servicios en cuatro
años. No es un discurso de campaña, es un estudio. Existe la posibilidad, pero
el Estado tiene que intervenir. Lo único que ha hecho en estos años es dejar a
las asociaciones civiles por su cuenta. El Estado podría hacer lo mismo,
multiplicado por 10.
Otra cosa
elemental que hay que dejar vuelta la página, es que el deporte y la cultura
son dos elementos de integración social, hacen bien al conjunto de la comunidad,
pero para eso hay que tener políticas públicas.
La cultura está
abandonada a su suerte. En 16 años de gestión de Lunghi, no tenemos una pista
que nos permita avizorar cual es la orientación cultural de la ciudad. La podemos
compartir o no, pero tendría que haber una. Lo que hay son fuegos de artificios
sueltos, que no tienen conexión, no hay una construcción cultural. Mucho menos,
tomar a la cultura como un instrumento de integración y equidad, sobre todo en
los sectores que más los necesitan.
Por otro lado, el
deporte. Como decía Perón, es la tercera institución, después de la familia y
la escuela, para la formación de los individuos. Quienes hemos tenido el
privilegio de criarnos en un club, además de haber tenido los valores propios
del deporte y participar de una institución deportiva, como el buen vivir, el
compromiso, el esfuerzo; el deporte da el capital social. Esto está probado. Consiguen
más y mejores trabajos los adultos que pasaron de niños por una institución deportiva.
Hoy nos encontramos con situaciones tristísimas, familias que tienen que sacar
a los chicos de los clubes porque no pueden pagar el colectivo. Ni hablar del esfuerzo que están haciendo los
clubes, están solos también. En el caso del deporte, no es que la política del
municipio nos guste más o menos, no la hay. No hay un programa municipal de
deporte, no hay polideportivo cubierto, una pista de atletismo como la gente,
no tenemos pileta cubierta cuando la tienen muchas localidades.
Entendemos que el
deporte y la cultura van a ser dos pilares para poner a andar la rueda de la integración
social que revierta este proceso.
- En la calle, ¿Qué es lo que más te piden?
Trabajo. Esto trasciende
a la gestión local. Tiene que ver con un contexto provincial y nacional de un
modelo de país que es el que lleva adelante Mauricio Macri, Vidal y Lunghi.
Está recostado en la refinanciación de la economía y la especulación financiera.
Este modelo les
soltó la mano a los productores. Ni que hablar de la industria y el comercio. Se
te parte el corazón cuando todos los días nuevos comercios cerrados. Hay un
problema muy serio que está amenazando el tejido social de la Argentina, y por
ende de Tandil, que es la amenaza que se cierne sobre el empleo y la pérdida
del poder adquisitivo. Hay mucha angustia.
Lo segundo que
uno recibe de los vecinos de los barrios, es el abandono de la gestión. Esta idea
que hay un Tandil para tandilenses de primera, y otro para tandilenses de
segunda. Celebro todas las mejoras y como se ha embellecido la ciudad, hay que
continuarlo y mejorarlo. Pero la contracara de eso, es el abandono que sufren
nuestros barrios periféricos: Paraje Tití, Tunitas, La Elena, Villa Cordobita, El
Tropezón, Maggiori, Movediza, Villa Aguirre, La Unión, El Molino, Villa Gaucho,
Palermo. Hay una gestión que dejó de mirarlos, que para ellos no existe el
Estado.
Como decía una
vecina: "O cambian las políticas o cambia
el gobierno". Si este gobierno en 16 años no te mejoró el barrio a vos, ¿Por
qué habría de hacerlo los cuatro restantes? Entonces nos tenemos que quedar con
la segunda parte de la frase.
Por ejemplo, para
conseguir un turno en una salita, tenes que ir a las 5 de la mañana. ¿Cómo se
explica que en pleno Siglo XXI ese sea el único mecanismo posible? Algo está
fallando.
Si no podes
resolver esto, tenes que dar un paso al costado. No se viene a la función pública
para ganar un sueldo, es porque tenes objetivos y metas. Cuando no los cumplís,
viene otro. Como los funcionarios que rodean a Lunghi son 100 tipos que hace 16
años que están en una calesita eterna y el intendente tiene la sortija, han
pasado de una Secretaría a la otra. Perdieron naturalmente de vista que la
naturaleza que los llevó a estar ahí, era el bien común. Piensan que son empleados de comercio, a las
3 de la tarde cuelgan el traje y apagan el teléfono.
Se necesita un
cambio en serio, una opción superadora, que sepa reconocer lo que han sido los
aciertos de la gestión Lunghi para no pegar un volantazo, pero también empezar
a corregir los vicios de la gestión que se muestra impotente frente a los
problemas de los vecinos.
- Lo último, mirando para dentro del peronismo y
la gran unidad que se logró, que a nivel Tandil se veía mucho más difícil. ¿Cómo
se vive esto?
Lo vivimos con
mucha alegría. Sentimos que fuimos capaces, después de muchísimos años, de
lograr lo que nos piden los tandilenses: unirnos porque nos necesitan para
resolver los problemas.
No veníamos siendo
capaces los peronistas, lo hemos logrado en esta elección. Humildemente, asumo mi
cuota aparte, pero es una virtud colectiva.
Hubo mucha
madurez, primó el entendimiento que había que dejar de lado las diferencias
secundarias, frente a una realidad que está aquejando a nuestros vecinos. Teníamos
que ponernos a la altura de las circunstancias que el momento histórico exige.
No solo es la
unidad reflejada en la elaboración de la lista, sino la cantidad de espacios
del peronismo que estamos trabajando juntos. Con un abordaje integral, la
unidad redunda en resultados.
Tenemos muy buenas
expectativas, la gente nos agradece que hayamos sido capaces de unirnos, así
que entendemos que hicimos lo correcto.
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