27 de mayo de 2015
No se pueden ni ver La relación entre algunos integrantes del bloque de concejales del radicalismo es totalmente nula. La situación ha llegado a instancias insospechadas y, lo que es pero, ni se dirigen la palabra. La disputa más grande es de todo los integrantes del bloque contra su par Facundo Ledesma. Este, ya ni siquiera concurre los días de semana a cumplir con su trabajo y, cuando hay sesión, se lo puede ver en al Sala 15 de Junio estudiando el Orden del Día. Los demás ediles oficialistas, suelen pasar al lado suyo y ni siquiera le dirigen la palabra. La bronca estalló por los constantes reclamos que le habrían realizado a Ledesma para que trabaje y éste ni siquiera se habría molestado en leer un informe. También hay broncas con otra integrante de la bancada oficialista. Son muchos los que no se bancan a Carolina Gutiérrez y, a medida que pasan los meses, dicen que hay relaciones que están demasiado tensadas y, en cualquier momento se cortan. Viene Massa, ¿con sorpresas? El baño de humildad llegaría al Frente Renovador tandilenses. Días atrás fue el candidato a gobernador, Francisco De Narváez fue quien planteó que hay muchos candidatos y pidió que busquen consensos entre las distintas líneas. El pasado lunes estuvo Mauricio D´Alessandro junto a Martín Redrado y también hablaron de ir a las Paso con dos listas, no más. Por eso, en las últimas horas, en un acto de grandeza, Juan Urruty habló sobre que todavía no soy precandidato. Esta decisión, estaría enmarcada en la necesidad de sentarse a conversar con la gente de Roberto Mouillerón y con Ricardo Huarte. La idea es que el miércoles 27, cuando Sergio Massa pase por Tandil, poder decirle que hay acuerdos. En caso de no ser de esa manera, no extrañaría que se reviertan ciertas candidaturas y se busque un candidato a Intendente proveniente del mutualismo. Algunos dicen al oído que Raúl Escudero estaría dispuesto a inmolarse en favor del proyecto Massa Presidente, De Narváez gobernador. Perdió el juicio El abogado Claudio Castaño volvió a sentir en carne propia cómo desde el Ministerio Público Fiscal le mandan a un defendido suyo a la cárcel por varios años y, para colmo de males, se le podría complicar cobrar sus honorarios. Las defensas que suele agarrar el profesional, en su gran mayoría, son caso perdido. Cuentan en los mentideros del empedrado que para agarrar el último caso que se dirimió en la sala de audiencia del Tribunal Criminal 1, había acordado que cobraría sus honorarios con el auto que se defendido utilizó para cometer el ilícito. Pero al momento de los alegatos, recibió cómo un balde de agua fría la solicitud de la fiscalía de embargar el citado vehículo (un Gol), por lo cual no pudo hacerse de su recompensa y, para colmo de males el Tribunal lo castigó con una multa por la forma en que procedió durante el juicio y las palabras que utilizó para descalificar a diversos testi-gos. Pero todo no quedará ahí. Nuestro colega Tuny Martínez, que fue testigo en el juicio mencionado, está siendo asesor por el doctor Sebastián Romay para iniciar acciones por discriminación en el INADI y, también, podrían ir al ámbito penal por discriminación. Según dicen, en los alegatos, Castaño lo habría calificado cómo un gordo miliquero. Al final ganó Lunghi La elección en la Liga Tandilense de Fútbol puso de manifiesto que, a la hora de jugar fuerte, el intendente es un adversario que se mueve muy bien y no escatima esfuerzos. En la elección anterior, el jefe comunal no ocultó su molestia por la irrupción del escribano Marcelo Cifuentes, bendecido por el presidente de Santamarina, Pablo Bossio. Ahora no estaba dispuesto a perder y se metió de lleno en la pelea. Cuando el titular aurinegro tiró a rodar el nombre de Gabriel Masson, el jefe comunal llamó al presidente de Ferro, Boity Lester y juntos salieron a buscar a Horacio Morrone, lo convencieron y lo pusieron a consideración de los clubes. El hombre de los seguros arrasó. Ni aquellos que le deben favores a Santamarina estuvieron en contra. Diego Bossio, para salvar a su hermano de un papelón, le ofreció a Masson conducir la UDAI de Anses y, así tendrían la excusa para bajar la candidatura. En definitiva, Lunghi volvió a humillar a los Bossio en otra elección.
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