23 de septiembre de 2022
El comediante Carlos Balá, una figura clave
del humorismo argentino desde hace más de medio siglo, que divirtió en tono
familiar a tres y hasta a cuatro generaciones con un estilo naif y con
latiguillos que siguen siendo recordados y repetidos en el decir popular,
falleció a los 97 años, según confirmó esta mañana su nieta, Laura Gelfi.
"Estamos devastados pero unidos y así se
fue él, con la familia unida y mucho amor", afirmó la nieta en
declaraciones formuladas a Teleshow, en las que precisó que el fallecimiento se
produjo anoche, luego de que sufriera una descompensación y debiera ser
internado de urgencia.
Emblema de la infancia de toda una época, cuya
vigencia perduró y fue pasando de padres a hijos y luego a nietos, Carlitos
Balá había sido homenajeado en 2017 en la Cámara de Diputados de la Nación por
su "trayectoria artística y su aporte a la cultura popular".
"Aquí llegó Balá",
"heaheaaaapepe" y "¿Qué gusto tiene la sal?", el
"sumbudrule", el "mirá cómo tiemblo", "está un kilo y
dos pancitos" o "más rápido que un bombero", "seriola con
techito por si llueve", "zazaza zazaza", "gestito de
idea", son apenas algunas de las frases que acuñó y que quedarán grabadas
en la memoria.
Nacido el 13 de agosto de 1925 en Buenos Aires
como Carlos Salim Balaa, fue uno de los más reconocidos humoristas de la
historia de la radio y la televisión argentina, habiendo participado además en
numerosos espectáculos que abarcan la radiofonía, el teatro, la televisión, el
cine y el circo.
Muy joven su hermana mayor trató de
persuadirlo de dedicarse a la actuación, y tras hacer bromas en colectivos de
la linea porteña 39, donde trabajaba, y como Carlos Valdez participó y ganó un
concurso radial. Aquel seudónimo luego lo reemplazaría por una variante de su
genuino nombre y apellido apocopado, Carlos Balá, que ya se volvió inmortal
para la historia del entretenimiento argentino.
Así fue que debutó en la radio, en el famoso
ciclo "La Revista Dislocada", de Delfor (Amaranto), con quien en 1958
se enemistó y posteriormente popularizó su imagen junto con Alberto Locatti y
Jorge Marchesini, aplaudido trío conocido por su programa "Los
tres..." por radio El Mundo.
Con ellos llegó a participar en el "El
show de Andy Russell", para luego protagonizar "¡Qué plato!",
antes de separarse definitivamente en 1960, unirse a "La Telekermesse
Musical", de Canal 7, y finalmente ser contratado por los fabricantes de
chicles Bazooka, para encarnar a Joe Bazooka.
Al mismo tiempo, participó de "El show de
Antonio Prieto" y "El show de Paulette Christian" y en radio
Splendid interpretó a Jacobo Gómez, antes de sumarse -en 1962- a
"Telecómicos", una divertida colección de sketches y personajes de
Aldo Camarotta por Canal 9, y "Calle Corrientes", por el 7.
Tras participar en "El Show Super
9", con Mirtha Legrand y Duilio Marzio, debutaría en la pieza teatral
"Canuto Cañete, conscripto del siete", toda una suma de éxitos que lo
llevaron a tener su propio ciclo y "Balamicina", con libro de Gerardo
Sofovich.
También en 1963 debutaría en el cine con la
versión para pantalla grande de "Canuto Cañete, conscripto del
siete", que dirigieron Leo Fleider y Julio Saraceni, con guión de Abel
Santa Cruz, y en la que fue acompañado por Morenita Galé, Romualdo Quiroga y
Roberto Fugazot.
En 1964 se concreta su pase a Canal 13, donde
protagonizara "El soldado Balá", nuevamente con Santa Cruz, primer
paso de una carrera televisiva que lo llevó a ser una de las grandes figuras
del entretenimiento de esa década y de la siguiente, con "El flequillo de
Balá", de Camarotta.
Seguirán "El clan de Balá", con
libros de Juan Carlos Mesa, Carlos Basurto y Garaycochea; el ómnibus
"Sábados Circulares", de Nicolás "Pipo" Mancera;
"Balabasadas", "El Circus Show de Carlitos Balá", "El Circo
Mágico de Carlitos Balá" y "El Show de Carlitos Balá", uno
detrás del otro.
En cine también hizo "Canuto Cañete y los
40 ladrones", "Canuto Cañete detective privado" "Esto es
alegría", "La muchachada de a bordo", "Somos los
mejores", "Dos locos en el aire", "Brigada en acción",
"El tío disparate", "Las locuras del profesor", "La
carpa del amor", "Viví con alegría", "Locos por la
música" y "Qué linda es mi familia", con Luis Sandrini.
En 1979 fue contratado para participar en el
ciclo "Sábados de la Bondad", conducido por Héctor Coire, en Canal 9,
y vuelve con "El show de Carlitos Balá", por Canal 13, que le reporta
un Martín Fierro y que un año después pasa al naciente Canal 2 de La Plata,
mejor conocido como Teledos.
De 1988 es su última aparición en el cine, con
la comedia "Tres alegres fugitivos", de Enrique Dawi, junto a Juan
Carlos Altavista y Tristán.
El 2 de septiembre de 2009, fue invitado al
programa "Justo a Tiempo", de Julián Weich, emitido por Telefe, donde
el actor prometió donar el famoso "chupetómetro" para que se siguiera
la tradición que él había iniciado en sus programas infantiles de ayudar a las
infancias a dejar el chupete. Él mismo contó en esa ocasión que hasta el
momento lo conservaba en el living de su casa e invitaba a los chicos que lo
visitaban a que dejaran su chupete.
El mismo año en que fue homenajeado en el
Congreso de la Nación, el 2017, Balá recibió también el diploma de Ciudadano
Ilustre en un homenaje que se le realizó en la Legislatura porteña.
A principios de ese mismo año había recibido
también una Mención de Honor en los premios Estrella de Mar, en tanto en 2016
lo homenajearon en los premios Gardel, y fue declarado "Embajador de
Paz" en el Vaticano.
En materia de premios, en 2011 se le otorgó el
Martín Fierro a su trayectoria y en 2016 y al mismo tiempo fue recibido por el
Papa Francisco en el Vaticano, en virtud de haber sido nombrado Embajador de la
Paz.
Sin embargo, el que tal vez fuera el galardón
más importante era el reconocimiento de las figuras para las infancias que
siguieron el camino que él había trazado. Es que ya con más de 80 participó en
el espectáculo de Piñón Fijo y en 2011 fue la animadora infantil Panam quien
también lo convocó para sus shows.
"Ya van cuatro generaciones que me
siguen, contando esta de Panam. Hay que entenderlos. Tienen otros chiches, pero
siguen siendo chicos. No tengo tiempo para estar triste, tengo alegrías que me
eclipsan. Y hago reír todo el día. En los aviones me pongo a bailar con las
azafatas. La fórmula es recibir cariño. Yo soy de espíritu joven. El cariño te
rejuvenece. Todo el mundo debería recibir cariño, pero está el poder adelante y
nadie la quiere entender. Yo tengo cerca el cementerio de la Recoleta y digo:
'Así terminamos todos'", había asegurado Carlitos Balá, en una síntesis de
su espíritu jovial y positivo, antes del homenaje que le hicieron, en 2017, en
la Cámara de Diputados.
FUENTE: TELAM
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