28 de junio de 2025
En la previa a su show en Tandil, Abril Sosa comparte su presente artístico: canciones nuevas, un reencuentro con su obra, la gira solista y el trasfondo de su salida de Catupecu.
por
Brando Bruni
El sábado 5 de julio a las 21:30, Macanudo
recibirá a Abril Sosa, uno de los nombres más versátiles y sensibles del rock
argentino.
En un formato acústico e íntimo, el músico
presentará en Tandil su tercer trabajo solista, Un hombre sentado en un cuadro
de Chagall, aún inédito, pero ya lleno de canciones que lo reencuentran con su
esencia. Habrá también lugar para composiciones de sus discos anteriores,
versiones inesperadas de clásicos de Catupecu Machu y de Cuentos Borgeanos, y,
sobre todo, para esa mezcla de vulnerabilidad y fuerza que siempre lo acompañó.
"Me pasa algo muy lindo. Con esta idea de
hacer un show íntimo, me reencuentro con canciones que nunca he tocado solo con
la guitarra. Paso por mi carrera solista, por Cuentos, por Catupecu en reversiones
loquísimas y hasta por algunos covers. Me encanta sentir que estoy desafiando
mi playlist", asegura a El Diario de Tandil, desde Madrid, donde reside desde
hace cuatro años. La gira por Argentina y Uruguay, que lo trae nuevamente a
Tandil, se articula como una celebración del reencuentro con su obra y con su
público.
A lo largo de su trayectoria, Abril ha
acumulado un repertorio que le plantea desafíos incluso antes de subir al
escenario. "Es muy loco a lo que me tengo que enfrentar. Hoy los shows son más
cortos que antes, un recital de dos horas y media es un exceso. Tengo que
recortar y me parece loquísimo. Hoy el mérito no es que sea largo, sino que
esté bien, no importa lo que dure".
Después de años tocando en banda, el formato
solista trae una mezcla de vértigo y libertad: "Me pesa un poco, pero me
reencontré con ese amor de la voz y la guitarra, esta cosa tan pura. Uno puede
manejar la dinámica del concierto como quiera, eso me entusiasmó. Obviamente,
mete un poco de miedo. Cuando salí solo en 2017 fue un embole: soy un tipo de
banda, de amigos, joda y estupidez. Salir solo es pesado. Pero me reencontré y
me gusta".
Su nuevo disco llega después de una pausa
extensa -su último trabajo solista fue en 2017-, una que él mismo mira con
cierta autocrítica. "Me condeno por eso. Soy fanático de Divididos, y siempre
les critiqué que tardaban mucho entre disco y disco. Y yo hace ocho años que no
saco uno... Me alejé de la música, me vine a vivir a Europa, apareció
Catupecu... Fue una etapa fallida. Ahora me avergüenza que haya pasado tanto
tiempo, pero ya tengo el disco entre manos, va a salir este año".
El regreso de Cuentos Borgeanos, su banda
fundada a comienzos de los 2000, fue otro impulso. El concierto planeado para
julio en Niceto Club se agotó rápidamente y dio lugar a una segunda fecha.
"Toda esta gira nació por ese reencuentro. Siempre fue una banda muy indie, y
esto fue muy personal, amoroso, de amistad. Agradezco la posibilidad de volver
a tocar en Argentina", comenta el músico.
Desde Madrid, Abril vive con intensidad el
presente. "Soy una persona muy inquieta, nómade. En Argentina viví en 100 mil
barrios, soy de cambiar. Me vine con mi familia y me encanta vivir acá. Viví en
Nueva York, en Viena, y no sé si esta es mi ciudad, como tampoco lo supe de
Buenos Aires, pero me siento a gusto. Este año empecé a tocar en Europa:
Barcelona, Italia, y en octubre tengo fechas en Londres, Dublín, Madrid,
Barcelona. Ojalá sigamos".
Tandil tiene un lugar especial. Cuenta que "estoy
super feliz de ir a tocar ahí. Es una ciudad con muchos amigos, gente que
quiero. He ido mucho como solista. Los espero a todos para divertirnos".
Catupecu:
Un reencuentro atravesado por el duelo, la nostalgia y la desilusión
La relación de Abril Sosa con Catupecu Machu
está tejida de talento, intensidad y un historial de roces que nunca terminaron
de cerrarse. Abril, por su cuenta, saca el tema del cual ya habla con
naturalidad después de haber hecho el duelo. "Una cosa amorosa que terminó todo
mal, como tiene que ser en Catupecu. La primera vez que me fui de Catupecu,
tenía 20 años y días antes de irme, con Fernando nos escupíamos en el
escenario, y no es una exageración. Siempre nos llevamos mal, somos muy
parecidos, muy compadritos".
El reencuentro de 2022 prometía ser distinto,
pero los viejos patrones volvieron pronto. "Este intento de regreso fue parte
de lo mismo, creíamos que la muerte de Gaby nos iba a unificar, íbamos a ser
más serios y amorosos, lo fuimos dos días y volvimos a ser los mismos pelotudos
de siempre". A la distancia, Sosa señala con claridad por qué ese nuevo intento
no prosperó: "Porque estaba Gabriel en el medio, que podía equilibrar. Sin
Gabriel, Fernando es un desenfrenado narcisista y no aceptó mis consignas.
Cuando lo conocí, tenía 12 años, ahora tengo casi 44. Él tiene su inseguridad
de líder".
La visión artística también chocaba: "Yo le
propuse volver a un Catupecu original, que es Dale!, Y lo que quiero es que
pises sin el suelo, romper todo, saltar y darle para adelante. Pero Catupecu
después del accidente de Gaby y no estando yo, se transformó en una cosa super
oscura, re dark, y la gente no quiere ver eso. Hicimos un Movistar Arena porque
tocamos Eso Vive y esas canciones, la gente quiere eso, es una banda para arriba.
Como Fernando es un tipo depresivo, no se dio".
Durante dos años, decidió no hablar del tema
públicamente. "A mí me ningunearon mucho, me criticaron mucho en redes
sociales. Cuando me echaron de Catupecu, la gente se enojó conmigo y no había
hecho nada malo, todo lo contrario: viajaba desde España cuatro veces al mes,
traté de armar un playlist más catupequero y no esas canciones horribles y
oscuras".
Abril reconoce el lazo emocional que aún persiste, aunque herido: "Cometimos un error con Fernando. Es una de las personas más importantes de mi vida, como Gabriel, pero su traición es incalculable, nunca más voy a poder ser amigo suyo. Pero de la traición para atrás, lo amo, es el hermano de mi vida, muy trascendental para mí. Pero los dos, equívocamente, sentíamos que volver a tocar juntos iba a resucitar a Gabriel, que lo extrañamos a niveles muy dolorosos. Fernando ha muerto con la muerte de Gabriel, pero eso no amerita que me hayan hecho lo que me hicieron, me echaron de mi banda".
Abril
Sosa toca el sábado 5 de julio a las 21:30 horas en Macanudo (Rodríguez 459). Las
entradas anticipadas se consiguen en La Bullanga (Av. Colón 1479), Manhattan
Instrumentos (Chacabuco 873) y Macanudo (Rodríguez 459). Online a través de
TodoPass
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