28 de noviembre de 2017
¿Por qué no se logró la unidad dentro
del peronismo?
Cuando
uno habla de unidad, significa que hay dos sectores que tienen que ponerse de
acuerdo y que uno de ellos ceda. En esto caso creo que tendrían que haber
cedido ambos, pero no se dio. Cuando uno de ellos se cierra, o ponen por encima
de la negociación muchas pretensiones sin dejar marco a un debate, lógicamente
las negociaciones se frustran. Pero, lo que queda marcado es que dentro de la
lista que encabezo, hay distintas vertientes y sectores del peronismo, que es
muy amplio. Creo que dentro de nuestro espacio hay muchos peronistas que en
mucho tiempo no se los vio trabajando juntos y hoy es un buen augurio.
¿Qué pretensiones no se dejaron de
lado para lograr la unidad?
Hay
un límite que creo que todo peronista en Tandil tiene, que es la figura de
Diego Bossio. Yo no voy a descalificarlo ni hacer juicios de valores sobre él, pero
me cuesta mucho reconocer que el Presidente del Partido Peronista a nivel local
sea una de las personas que hoy esté al lado del Presidente de la Nación,
Mauricio Macri. Las políticas implementadas por este gobierno van en desmedro
del trabajador, entonces el peronista que se ponga del lado de este gobierno,
es alguien con el que no tengo nada que compartir. Entonces, hay gente dentro
del otro sector que ha quedado abrazada a su figura y eso marca la diferencia.
Entonces la foto con Macri en New
York habrá penetrado más fuerte?
Cada
político en la vida toma decisiones que lo dejan de cara a la gente. Bossio
tomó la decisión de sumarse a este proyecto de gobierno que yo no comparto para
nada. Por supuesto que lastima al peronismo local que haya acompañado a Macri a
una ronda de negocios en New York, donde sabemos que esas reuniones son las que
luego impulsan la flexibilización laboral y todo lo que implica que vaya en
desmedro de los trabajadores.
Es un golpe bajo que hoy esté acompañando a un gobierno de derecha, además, hoy
todos lo vemos como uno de los engranajes con Cambiemos.
-De toda esta división surgió tu
postulación. ¿Cómo te decidiste?
Varios
sectores del peronismo estaban entusiasmados con una renovación en el espacio.
Cuando hubo una primera reunión, en la cual éramos casi 100, yo puse mi nombre
a disposición de una lista en el lugar que sea. Y si no estaba dentro de una,
yo quería construir peronismo de todos modos, pero con algo bien marcado: el
cambio del partido. Luego, los compañeros en consenso decidieron que sea la
cabeza de la lista. Solo quise sumarme.
Lamentablemente nos encontramos con un padrón muy chico, de alrededor de seis
mil afiliados, lo cual deja en claro que no se ha sumado gente y otros tantos
se han bajado. En el ámbito local, el peronismo no tiene peso y eso se tiene
que revertir, ha quedado muy excluido. Hay que desempolvarlo y ponerlo en la
mesa de discusión tandilense.
-De todos modos, hizo una elección
bastante buena a nivel local?
Sí,
igual hay que aclarar que Unidad Ciudadana no fue el único espacio peronista,
pero es cierto que tiene un campo de militancia muy grande. A pesar de que era
evidente que Cambiemos iba a hacer una elección arrolladora, sabíamos que la
figura de Cristina y otros matices impulsarían a que Unidad Ciudadana tenga una
elección mejor que otras para el peronismo.
De hecho, si sumás a las otras listas del peronismo, estamos hablando de un
mapa bastante amplio, el tema es que no fuimos juntos, es la verdad, pero no
vamos a discutir cosas pasadas. Es tiempo de unir al partido, no hay que
lastimarse ni ir en prejuicio de nadie. Si hay algo que aborrezco es lo que se
lastima a la gente hoy en día en el ámbito político.
Acá hay algo muy claro: dos vertientes del peronismo, una que se abraza a
Cambiemos por parte de Bossio; y otra que se quiere reconstruir. Espero que lo
logremos.
¿Quiénes te acompañan para lograr ese
objetivo?
Todavía
la lista hecha no la tenemos hasta que se apruebe a nivel nacional, pero sí
puedo hablar de referentes que nos acompañan, como Gino Pizzorno que fue el
último intendente peronista que tuvimos, Jorge San Miguel, Miriam Iglesias,
Corina Alexander, entre otros. Aquí, ya se ven distintos actores del peronismo
en los últimos años, lo cual demuestra la amplitud de nuestro sector.
En caso de ganar, ¿hacia dónde
apuntan?
Sin
dudas que nuestra idea es presentar un peronismo con propuestas que abarquen
desde el trabajador hasta el jubilado. La columna vertebral del partido siempre
fue el trabajador, que hoy lamentablemente en todos los niveles no está tenido
en cuenta. Hay muchos empleados en negro, trabajos que no se llevan a cabo con
las normas de seguridad, de higiene, entre otras situaciones. Nosotros como
peronismo podemos impulsar proyectos que cambie esa situación.
Hablando de los que menos tienen, hay gente de distintos sectores trabajando en
los barrios. Los tandilenses centramos la vista en el "Tandil Soñado" de las
cuatro avenidas y los centros turísticos, pero hay otras realidades en los
barrios Palermo, Las Tunitas, La Movediza, Villa Gaucho, entre otros. Entonces,
creo que la militancia tiene que ponerse en función de los que menos tienen.
No queremos ser una sociedad de fomento que abre tres veces por semana, deseamos
estar presentes en el paisaje tandilense, al lado del trabajador, del jubilado
y del estudiante.
Cambiando de tema. ¿Cómo fue el año
de la bancaria?
Arrancamos
muy temprano con las paritarias, que fueron muy duras porque el gobierno nos
puso un techo de 20%. Llegamos a un acuerdo con cuatro de las cinco cámaras
para no firmar ese tope, pero la restante y el gobierno no querían aceptarlo,
pese a que la Ley dice que si en una negociación más del 50% están de acuerdo
debe homologarse. Por eso, fuimos a la Justicia, dos jueces fallaron a favor
nuestro y pudimos celebrar la paritaria. Pero, estos dos jueces hoy tienen
juicio político, lo que significa que si tenemos que volver al ámbito judicial,
ya dejaron un precedente para que no vuelvan a fallar en favor de los
trabajadores. Esto es terrible.
Para cerrar el año, el Ministro de Economía dijo que el acuerdo con los
bancarios tiene que ser uno de los primeros, por lo que creo que se han quedado
?con la sangre en el ojo?, y que el aumento no tiene que ser mayor al 12%.
Somos conscientes de que será recontra difícil.
Para colmo, se está tratando una reforma laboral que no favorece en nada a los
trabajadores, solo los quince días por maternidad o paternidad.
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