20 de agosto de 2015
NOTA PUBLICADA EN EL SEMANARIO EL DIARIO DE TANDIL DEL SÁBADO 15 DE AGOSTO DE 2015 Mauri hace más o menos 15 años que está en esto de producir shows, dedicándose casi exclusivamente a organizar recis roqueros. Si me remonto en el tiempo, la primera fecha que produje fue en la Escuela Técnica, un reci que tocaban cuatro bandas: Scarface, Los Coleguitas, Amonal y Sala 7, donde estábamos con Gastón Gauna. La entrada valía un peso. Más allá que tocábamos nosotros, armamos el escenario, la entrada, lo hicimos para juntar plata para el viaje de egresados. Y mi primera fecha real, fue con Nine Lives, en Axo, siempre traje bandas que me gustaron a mí. Después hice Boom Boom Kid, y la primera banda fuerte fue Smitten, que tenía un miedo bárbaro pero la banda me encantaba, me cobraron $120 para venir, en ese momento era plata y me movía solo, hasta para pegar los afiches, comenzó recordando Cervone en diálogo con ElDiariodeTandil. Como todo el ambiente sabe, arrancó su carrera como músico, pasando por diferentes bandas pero llegando a sonar mucho con 101 Tuna. Me di el gusto de tocar con todas las bandas de punk rock que iba a ver cuando era chico, dice hoy, orgulloso. En un momento me di cuenta que estaba demasiado pendiente de la producción, y un día cuando tocamos con Mal Momento les dije a los chicos ¨Cada vez que traiga una banda, no toco¨. Arriba del escenario estaba pensando que estaba pasando en la puerta, lo que pasaba abajo, no podía tocar Antes de armar shows donde sea, su base fue la esquina de Pinto y 9 de Julio, lugar donde laburaba habitualmente: Todos saben mi historia en Golden, lo detesto al tipo de ese lugar, pero creo que a la fuerza me tuve que hacer productor. Ahí fui estafado, pero traté de rebuscármela para hacerme valer. Empecé haciendo shows y no sabía realmente como. Después vinieron los festivales, poníamos el sonido con Antonio (Penduzzu). De a poquito fui comprando sonido, equipos de guitarra, tratando que las bandas lleven lo mínimo indispensable Así fue creciendo y haciéndose un nombre con peso propio, sobre todo en la movida punk: Los precursores de traer a las bandas como Mal Momento, Super Uva o Flema, fueron Katarro Vandaliko. Yo empecé mi camino con las bandas grandes gracias a ellos, con quienes laburo hace mucho tiempo y me hicieron quedar muy bien en Buenos Aires. Le decían a cada banda que venía que confíen en mí, comentó sobre su relación con la banda más grosa de Tandil. DE BUENOS PERROS Y MUCHACHOS Fuimos precursores en el under real que se formó en Tandil, responde cuando le pregunta sobre la dupla que supieron formar (y cada tanto rearman) con Beltrán Cesio (Buen Perro Produxiones). Él era de otro palo. Siempre tuvimos todo muy definido, el venía de un under que yo no le daba mucha pelota, estaba muy encerrado en el punk rock. Con el tiempo la fusión estuvo buenísima, fue otro cambio en la producción local, cambió mucho la escena desde las Buen Perro, dice refiriéndose a esas fiestas con música en vivo que se extendieron por tres años en la parte de arriba de Museo Bar, histórico edificio hoy devenido en templo religioso. Haciendo memoria, recuerda que arrancaron porque Beltrán me llama porque se iba a trabajar al sur y había hecho un ciclo de Buen Perro en La Terraza, y para no dejarlo buscamos seguir con algo, así surgió Buenos Muchachos. Ese año cayó un granizo increíble en el sur y tuvo que suspender el viaje La conjunción de los dos estilos de producción fue alimentando la movida, metiéndole cambios, como la creación de la antesala para la previa y shows más tranquilos. Laburamos en serio, un productor de los grandes ni loco se enrosca en lo que hacíamos. Era todos los sábados, a veces entrábamos a las dos de la tarde y nos íbamos a las seis de la mañana, mencionó. LO PRIVADO Y LO PÚBLICO El nombre que logró hacerse en el ambiente roquero, llevó a que lo llamen para grandes eventos municipales como el Roca Rock, Pablo Civalleri (Director de Juventud) y Alejo Alguacil (Coordinador de Cultura) me han ayudado un montón, siempre están predispuestos. No tengo buena relación con otras personas, como me pasó con Claudia Castro, me pareció patético lo que hizo. Y hay gente hoy en día que está en la cultura que para mi no suma nada. Cuando lo presento a Alejo, digo que es el director de cultura, porque siempre pone la cara. El que corta la torta real, nunca sale al choque. En el Roca Rock vi a Lunghi en primera fila viendo a Flema, pero a Natalia Correa jamás la vi en ninguno de estos actos Otra discusión que lo tuvo como protagonista hace poco tiempo, tuvo que ver con la dichosa ordenanza que regula la realización de espectáculos en locales gastronómicos. Él fue el primero que levantó la voz, a partir de la suspensión de uno de sus espectáculos, y otros tantos fueron detrás. Mucha gente siguió moviéndose, más allá que yo me tranquilicé un poco, pero creo que sirvió un montón. Lo veo reflejado en las pocas críticas que tuve. Alguno me dijo que era un bobo porque no sabía leer un decreto, pero fijate que lo tuvieron que rehacer. Hay gente que te quiere y otra que no, reflexiona. Unos cuantos atribuyen este tipo de reacciones a su fama de camorrero, aunque vale decir que ahora está mucho más tranquilo que en otras épocas: Cuando empecé a producir, como que bajé un cambio y empecé a reconocer a la gente. Fui viendo el trabajo de otras personas y estaba buenísimo. Lo viví mucho Beltrán, él era la parte humana, yo me había cansado eso. EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS Mauricio llegó a producir recitales de convocatoria importante. Más allá de los popes del punk nacional, dentro de ese palo incluso trajo a Duncan Reid y Richie Ramone, sin ganar un centavo en ninguno de los dos reciales. Fuera de ese ambiente, menciona a artistas como Dread Mar I, Gustavo Cordera, y su trabajo en camarines para Almafuerte, No Te Va Gustar. La experiencia, lo hace decir que algunas producciones no salen bien, hay cosas que son inevitables. La última vez con Katarro falló el sonido, no daba la potencia del lugar. Pero prefiero que me pase eso antes que se me muera un pibe adentro del recital y no hacerme cargo, puedo dar nombres de acá, Peuscovich con La Renga. El under tiene otros problemas, No Te Va Gustar toca en septiembre y ya hay 2000 entradas vendidas. Acá a la gente le gusta la música de minitas, resume entre risas. Hablando de las malas, que son las que no se conocen tanto, recuerda por ejemplo un recital en La Terraza, se presentaban Loquero y El Otro Yo: El sonidista se llevó tres lucas y media, la banda ocho, el que pegaba los afiches su plata, el operador otra. Llegué al final de la noche con la planilla, le pagué a todo el mundo y haciendo la caja me quedaban 114 pesos, y a la cajera le habían faltado 100 que tuve que poner. 14 pesos me quedaron. Al otro día tenía que ir a Mar del Plata a buscar a mi hija y no tenía para viajar. Me senté afuera a llorar, le tuve que pedir plata a Antonio. A veces se piensa que si el show está lleno, uno se llena de plata, recuerda y algo parecido le pasó cuando trajeron a Massacre que no venía hace 17 años, había sacado Mamut, mucha repercusión en Facebook. Metimos 153 personas. La entrada estaba a $100 pesos, la banda sola nos salió 14 mil. Habíamos hecho una inversión de plata que no teníamos. Le pagamos a Massacre y acá dejamos un tendal, mucha gente nos bancó, les fuimos pagando a todos con las Buen Perro Hoy labura en Ginebra Bar, armando dos shows por semana, y aclara que estoy tratando de lograr que la banda vaya a ganar plata. De los grandes, se viene el 4 de septiembre Dos Minutos y después Mal Momento y Superuva juntos. Hoy vivo de la música, dice orgulloso, pero no deja de mencionar que la pasé muy mal, en 2014 tuve que vender todo lo que tenía. Hasta la colección de vinilos de Attaque, todos firmados por Ciro. Todo por mi hija. Tuve que vender la guitarra, fui a Manhattan, los chicos me prestaron mil pesos y me dijeron que esa guitarra no se iba a ir de ahí hasta que la vaya a buscar. Quedó colgada con el cartelito de reservada. Me llamó un loco que estaba viviendo en Estados Unidos, porque vio la publicación de la viola, y me dijo que vaya a la casa de la madre porque ya me había mandado la plata. Me pidió que no diga quien es. El recuerdo de aquellos momentos complicados hacen que Mauri, el punkroquer, ponga en valor lo actual y se le llenen los ojos de lágrimas. UN MAL MOMENTO Al momento de recordar alguna anécdota, hay que reconocer que se lo indujo a que cuente una especifica, un recital que terminó siendo tristemente celebre en la esquina de Golden Bar. Hoy tiene una relación de amistad con los Mal Momento, pero esa fue la primera vez que los trajo: Cuando llegan, aparece primero el bajista, lo saludo y me pregunta si yo era el guitarrista. Hermann había dicho eso, tuve que explicarle que yo no iba a tocar nada, que era el productor. Llamo a Hermann, explicándole, y me pide que alquile dos horas una sala para ensayar un rato. En la sala, ya estaban hechos un desastre. Cuando llegaron al bar, el guitarrista era un nene, había venido con los padres. Antes que empiece el show, no se como hicieron pero se habían tomado 38 birras. El dueño de Golden me dijo que tenía que empezar a cobrar, y fue la única vez que lo entendí. El lugar estaba explotado. Arrancan con Hermann tocando la viola y Juntos a la par de Pappo, no tenía nada que ver, no lo podía creer. En un momento, pone la guitarra contra el Marshall, acoplando y grita hasta que no me traigan birra, no dejo de hacer esto. Le llevo dos, las últimas que quedaban. En ese momento, Hermann había venido con una novia que era un cachivache, estaba arriba a los gritos y puteadas a las pibas de abajo. Subo a rescatarla, y me pide que la lleve al baño y que le de de tomar. Le digo: yo te llevo al baño y de tomar encargate vos. Hermann seguía gritando pidiendo birra, le llevo dos más y me dice que quería cuatro, llama a la novia pidiéndole plata para pagarlas. Se pega un billete de 100 en la frente y me dice cobrate. Parecíamos Rial. Me subo al escenario para pedirles que sigan tocando, mientras la mina le pega un botellazo a una chica del público. La piba se corta el dedo y queda toda ensangrentada. La secuencia era Hermann con la mina sentados en el escalón de la bata, el escenario rodeado con la gente gritándole cualquier cosa, y yo pidiendo disculpas en la puerta a los que se iban. Como si nada, Hermann me dice ¿Qué pasa, Mauri?, ¿Vos querías punk rock?, esto es punk rock. Con la plata del show de Mal Momento, que fue mucha, se hizo Katarro Vandaliko gratis, llevando un alimento no perecedero. Me la jugué, los traje a una Buen Perro y el loco ni bien se bajó del auto me pidió disculpas y me prometió un show inolvidable.
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