11 de septiembre de 2018
En la tarde noche del martes, se realizó una masiva marcha
en contra de distintas medidas que viene tomando el gobierno nacional. Más de
3000 personas se convocaron en la esquina de avenida España y Rodríguez, para
marchar hasta el Palacio Municipal.
Bajo la consigna "Tandil Marcha", el llamado surgió en
Tandil desde la Mesa Intersindical, quien encabezó la caravana. En la multitud,
se vio representados a muchísimos gremios y sindicatos, como así también a
distintas agrupaciones políticas. También se sumó gran parte de la comunidad
estudiantil tandilense.
Los reclamos fueron varios, pero todos apuntando
directamente a Macri. Se cantó contra el ajuste, los tarizafos, el
desfinanciamiento de la Educación Pública, el desempleo, y varias otras
consignas.
Una vez que se llegó a la explanada municipal y luego de
entonar las estrofas del Himno Nacional, se dio lectura al siguiente documento:
DOCUMENTO MESA
INTERSINDICAL DE TANDIL - #TANDILMARCHA
Hoy, en ésta explanada municipal, las distintas
organizaciones gremiales que conformamos la Mesa Intersindical de Tandil
venimos a manifestarnos pública y pacíficamente - pero no por eso con menos
convicción y firmeza - en rechazo
absoluto a la continuidad de políticas públicas de ajuste que sólo generan más
desocupación, pobreza, hambre y miseria para el conjunto de nuestro pueblo.
No hemos venido solos ni mucho menos. Somos miles. De todos
los sectores. Estamos orgullosamente acompañados por diversas organizaciones
sociales y políticas de distinta extracción. Organizaciones estudiantiles,
pequeños comerciantes; representantes de pequeñas y medianas empresas, vecinos
y vecinas de nuestra ciudad afectados por los tarifazos, la inflación descontrolada
y la pérdida constante del poder adquisitivo del salario. Entendemos que la
construcción de lazos sociales y la articulación colectiva como respuesta
política es el fuego sagrado que dio origen al movimiento obrero organizado.
Las calles y las plazas públicas son los lugares genuinos donde se expresa esa
organización popular y democrática que tanto incomoda al poder económico y al
gobierno de turno.
Estamos asistiendo a la degradación institucional y
republicana más severa desde el regreso de la democracia. Mientras miramos como
en la mayoría de los canales de televisión se esfuerzan por mostrar una
realidad paralela e intentan desviar la atención de los temas que
verdaderamente afectan la vida y la mesa de los argentinos, el indicador que
mide la actividad industrial, por ejemplo, registró una caída de 8,1% sólo en
el mes de julio.
En el mismo sentido, la inflación acumulada durante el
gobierno de Cambiemos es de 121% y las perspectivas para este año, según se
deprende de los informes del mismo gobierno, marcan una inflación que rondaría
el 42% anual.
Mientras tanto, a los trabajadores y trabajadoras nos
quieren convencer que el ajuste es el único camino. Que no hay otra. ¿En qué
cabeza cabe que la única solución a la falta de empleo y a la destrucción del
poder adquisitivo del salario sea seguir aumentando la desocupación y continuar
devaluando el salario? El gobierno trabaja sistemáticamente para convencer a la
sociedad que no hay otro destino. Nos quieren imponer la condición de ser la
variable de ajuste de programas económicos recesivos, que desalientan el
consumo, la producción y el empleo, al tiempo que fomentan la especulación
financiera expulsando a millares de trabajadores y trabajadoras a la calle.
En tres años de gestión el gobierno de Mauricio Macri y
María Eugenia Vidal tomó deuda por más de 190 mil millones de dólares en
mercados internacionales que ninguno de nosotros sabe dónde están. No están en
el Banco Central; no están en nuevas escuelas; no están en jardines de
infantes; no están en computadoras para los estudiantes; no están en represas
hidroeléctricas; no están en satélites; no están en políticas sanitarias ni en
nuevos hospitales; no están en créditos accesibles para las pymes; no están en
créditos para incentivar el consumo; no están subsidios para el transporte; no
están en incentivos fiscales para la producción; no están en tarifas
diferenciadas para clubes de barrio; no están vacunas para el calendario
obligatorio; no están en hospitales ni salas de salud; no están en la investigación
para ciencia y técnica, no están en los acuerdos paritarios del sector público;
no están en Centros Culturales, ni en la restauración de teatros ni en salas de
cine; no están en tendidos de redes cloacales y de servicios sanitarios; no
están en la construcción de nuevas viviendas con créditos accesibles; no están
en el apoyo sostenido a los trabajadores y trabajadoras de la economía popular;
no están en programas para fomentar la terminalidad educativa; no están en la
pensiones por discapacidad; no están en subsidios a la energía y no están al
servicio de programas que amplíen el horizonte de derechos. Esos miles y miles
de millones de dólares que se suman como pesada carga de endeudamiento externo,
sencillamente no están al servicio de mejorar las condiciones de vida reales
del pueblo argentino.
Sabemos, sí, que en estos tres años de gestión de Cambiemos
se fugaron 54.000 millones de dólares de nuestro sistema financiero. Cientos de
miles millones de pesos que son propiedad de todos los argentinos y que se
fueron por la canaleta de la especulación y la timba financiera a la que juegan
los amigos del Presidente de la Nación. Por supuesto, con la connivencia de sus
ministros offshore.
Aún así, los herederos de fortunas multimillonarias hechas
al calor de la patria contratista nos hablan a nosotros, el pueblo argentino,
del esfuerzo compartido y la meritocracia. Cada día que pasa nuestros
compañeros y compañeras ven como el salario se le escurre entre los dedos
mientras les dicen que el problema es "que pasaron cosas". Quizás muchos de los
que hoy están presentes en esta movilización hayan votado a este gobierno. Y
seguro lo hicieron en la firme convicción de querer lo mejor para ellos mismos
y sus familias, de haber sido esperanzados por una campaña al servicio de la
estafa electoral y cautivados por la necesidad de un cambio que se declamaba
para mejor. Tengan la tranquilidad que haber votado a Macri no los hace
macristas del mismo modo que haber votado a María Eugenia Vidal y a Miguel
Lunghi no los hace vidalistas ni
lunghistas. En todo caso, los que son verdaderamente macristas, vidalistas y
lunghistas son los que siguen defendiendo, encubriendo y poniendo excusas ante
el saqueo del Estado, la destrucción del empleo, la eliminación de la industria
nacional, la entrega sistemática de nuestros recursos naturales y la violación
permanente de nuestros derechos. Suelen ser los mismos que defienden este
modelo de exclusión social con un discurso new age que sólo abona al
individualismo y la despolitización.
Entendemos que nada de lo que ocurre es casual. Estamos
convencidos que no se trata sólo de impericia e incapacidad [aunque hay mucho
de eso] sino de un plan sistemático de entrega del país a intereses foráneos.
Rechazamos la profundización de un modelo económico que naturaliza la
especulación financiera y fomenta el mérito individual como horizonte del
progreso social. No estamos dispuestos a acompañar la retórica del sacrificio
"en pos de un futuro mejor" mientras se impone la depresión económica y la falta
de oportunidades. No podemos aceptar mansamente seguir siendo los cuerpos sacrificados en el altar de esta
suerte de gran casino en el que han transformado a la economía nacional.
Nos imponen tarifazos impagables que vacían nuestros
bolsillos desconociendo el derecho de acceder a servicios básicos de
electricidad, agua, gas y combustible a precios razonables. Nuestros ingresos
se transfieren directamente a las arcas de unos pocos empresarios cartelizados
en lo que, alguna vez, será recordado como la mayor transferencia regresiva de
ingresos de la que se tenga memoria. Pasamos de ostentar el salario mínimo en
dólares más alto de la región, a caer al séptimo lugar en América Latina, por
debajo de Perú. La devaluación de la moneda nacional llegó al 100% sólo en 2018
superando, incluso, a la devaluación provocada por la salida del denominado
cepo cambiario en diciembre de 2015.
La verdad, si de sacrificios se trata, bien podrían ir
dándose por cobrado nuestro esfuerzo. Ya va siendo hora que otros pongan el "cuero
y el bolsillo"; porque a este gobierno no les resulta difícil reclamar el
esfuerzo ajeno pero sí les resulta sencillo esconder su dinero en guaridas
fiscales para seguir evadiendo impuestos.
Hace pocos días, en medio de una corrida cambiaria, nos enteramos
que el gobierno pretende hacerle creer a la sociedad que la forma de resolver
la crisis es eliminar los Ministerios de Salud y Trabajo. Si existe un recurso
institucional para degradar, ningunear y abandonar cualquier intento de
política pública en materia sanitaria y laboral es, precisamente, eliminarle el
rango ministerial a esos derechos humanos básicos. El desguace del área de
pensiones en Desarrollo Social, privando a miles de personas con discapacidad
de acceder al derecho a percibir una ayuda económica pública, es de una
insensibilidad pocas veces vista. Más de 500 trabajadores y trabajadoras de
esas áreas también ven peligrar sus fuentes de empleo y temen pasar a engrosar
las estadísticas de la desocupación. Ayer, al leer el boletín oficial nos
enteramos que en la última reasignación de partidas el Gobierno Nacional les
recortó fondos económicos a Ciencia, Educación, áreas de Niñez y Adolescencia y
también a medioambiente, para incrementar las partidas presupuestarias
destinadas a reforzar la Policía Federal, la Gendarmería y las Fuerzas Armadas.
Cambian tizas y conocimiento por balas y represión. Ese es el modelo en su más
cruda realidad.
Para este gobierno somos la frialdad de un número en una
planilla de Excel y creen, erróneamente, que pueden borrarnos apretando una
tecla. Váyanse enterando que hoy estamos todos y todas acá. No somos virtuales.
Los docentes siguen sin ser escuchados ni atendidos en su
justo reclamo salarial y por la Paritaria Nacional Docente, derogada de hecho.
Sufren el embate de un gobierno que pone toda su artillería mediática al
servicio de la estigmatización de los dirigentes sindicales docentes que
combaten dignamente, ante propuestas insultantes que no superan el 15% con una
inflación proyectada de más del 40%. El objetivo es claro: empujar a la opinión pública a la aceptación sumisa
del desmantelamiento del sistema educativo tal como lo conocimos hasta hoy.
Mientras eso ocurre, compañeros y compañeras dejan literalmente la vida en
nuestras escuelas. Sandra y Rubén, muertos en la escuela de Moreno mientras
intentaban calentar el desayuno a sus alumnos que entraban a las 7 de la
mañana, son víctimas de la decidía y el doble discurso de la gobernadora Vidal
que sigue mirando para el costado buscando responsables. Por eso también
estamos firmes junto a nuestros compañeros y compañeras docentes en el reclamo
para que se declare la Emergencia Educativa en territorio bonaerense.
En diciembre pasado los jubilados y jubiladas, que
trabajaron toda su vida para una vejez digna, sufrieron un brutal recorte de
más de 100.000 millones de pesos en sus haberes. Aun así pretenden seguir
recortando sus ingresos, beneficios y derechos conquistados siguiendo las
recetas que impone el Fondo Monetario Internacional. Las jubilaciones perdieron
el 12,1% del poder de compra que tenían en 2015 y gran parte de eso se explica
por la errática política antiinflacionaria del gobierno. Sin embargo, la
reforma previsional sancionada a fines de 2017 explica la otra parte: sin la
reforma, un jubilado que cobra el haber mínimo ($8096,30) habría percibido casi
5000 pesos más de no haberse realizado esa reforma.
Nos oponemos rotundamente a que se continúe desguazando el
Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, que es la reserva económica
que garantiza el pago futuro de todos nuestros jubilados y pensionados.
Lucharemos y nos enfrentaremos a cualquier intento de volver a privatizar el
sistema previsional solidario, público y de reparto.
Hace 15 días, cientos de docentes y no docentes de nuestra
ciudad participaron de una marcha histórica en la ciudad de Buenos Aires. Junto
a otros 300.000 miembros de la comunidad educativa universitaria se movilizaron
para decirle basta al desfinanciamiento de la educación superior en un contexto
nacional con medio centenar de universidades literalmente paralizadas.
El saldo de aquellas jornadas se visibilizó también en los
últimos días. Hemos presenciado, con enorme orgullo, como miles y miles de
jóvenes estudiantes alzaron su voz y se organizaron para reclamar por el
recorte al presupuesto universitario y por una infraestructura edilicia que les
permita estudiar sin temor a que se les caiga, literalmente, el techo en la
cabeza. El episodio del Conservatorio afortunadamente no terminó en tragedia
aunque expuso, con crudeza, el estado deplorable en la infraestructura escolar
de una ciudad que recibió más de 250 millones de pesos del Fondo de
Financiamiento Educativo. Cabe recordar que en este mismo Concejo Deliberante
se le negó a la comunidad educativa la posibilidad de tener voz y participar
institucionalmente en el destino de eso recursos. La Escuela Polivalente, el
IPAT, el Conservatorio, la Facultad de Arte, el Campus Universitario y el
Rectorado de la UNICEN copados por estudiantes y docentes en pie de lucha, es
un claro mensaje que no puede ser ignorado por un dirigencia política que se
considere responsable y atienda verdaderamente a las demandas colectivas. Se
cumplen 100 años de la Reforma Universitaria y no parece casual que vuelvan a
reeditarse aquellas viejas articulaciones históricas entre el movimiento
estudiantil y el movimiento obrero que dieron lugar a las grandes gestas
populares del siglo XX.
Vemos como proliferan en nuestra ciudad locales vacíos,
persianas bajas y carteles de liquidación. Observamos el cierre de industrias,
la eliminación de turnos y los despidos encubiertos en diferentes ramas de
actividad. Trabajadores ferroviarios que se quedaron sin empleo con el cierre
del ramal Tandil - Constitución, trabajadores frigoríficos que ven peligrar sus
puestos de trabajo y trabajadoras de la secretaria de agricultura familiar que
son despedidas en listados digitados desde Buenos Aires. Nuestros compañeros y
compañeras que trabajan en la ANSES nos cuentan que en estos últimos tres años
aumentaron un 30% los trámites para solicitar el fondo de desempleo.
Desde la Mesa Intersindical manifestamos nuestro apoyo a la
ordenanza de la Economía Popular en Tandil. Hoy en nuestra ciudad la mitad de
la población no tiene un trabajo registrado y la única política municipal al
respecto es entregar ayudas sociales de 600 pesos que ni siquiera pueden
considerarse un paliativo. Los trabajadores y trabajadoras nucleados en la
economía popular exigen con razón políticas públicas activas por parte del
Estado Municipal para que se genere trabajo digno y con salarios equivalentes
al convenio colectivo de la actividad en la que se desempeñen.
Nos invitan a formar parte del Acuerdo del Bicentenario y
nos hablan del beneficio de pensar en el Tandil del 2023. Sin embargo, no se
les da respuesta a gran cantidad de tandilenses que no encuentran trabajo en
una ciudad con altos niveles de desocupación. Miles de familias siguen sin
poder llevar un plato de comida a la casa. No queremos que ese Acuerdo del
Bicentenario sea sólo una cuestión declamativa. Necesitamos que ese espacio
funcione como una articulación verdaderamente multisectorial, que brinde
soluciones reales y políticas concretas para enfrentar los problemas de empleo
de las y los tandilenses. Es decisión política, trabajo y compromiso para
defender lo nuestro.
Rechazamos de plano todas las formas de persecución política
y cualquier mecanismo de amedrentamiento que busque silenciar a dirigentes
políticos y gremiales, al tiempo que repudiamos la intervención y las multas
que vienen sufriendo distintos sindicatos de nuestro país. Entendemos que son
maniobras claramente intimidatorias, que atentan contra el libre derecho a
organizarse de los trabajadores y que, además, esconden el oscuro objetivo de
apropiarse ilegítimamente de los recursos económicos que generan las
trabajadoras y trabajadores organizados.
Confirmamos que vamos a sumarnos al PARO NACIONAL del
próximo 25 de septiembre porque de verdad apostamos a la producción nacional,
al empleo de calidad y al desarrollo económico de la ciudad y el país. Estamos
lejos de querer poner palos en la rueda, pero tampoco estamos dispuestos a
mirar desde la tribuna mientras desguazan la matriz económica y social de
nuestra Patria. Le pedimos al Intendente Lunghi que se ponga al frente del
reclamo de los trabajadores y trabajadoras de la ciudad de Tandil. Que impulse
los canales de diálogo necesarios ante los organismos nacionales y provinciales
habida cuenta que forman parte de su propio espacio político en la Alianza
Cambiemos. La gestión pública no puede pensarse sólo en clave de reuniones y
fotos para sostener - o no - un esquema electoral. Debe ser práctica política
concreta al servicio de resolver las necesidades reales de amplios sectores de
nuestra ciudad que reclaman soluciones.
No estamos dispuestos a ceder un centímetro en los derechos
conquistados con décadas de lucha del movimiento obrero organizado. Rechazamos
de plano cualquier intento de Reforma Laboral porque sabemos que detrás de las
ideas de "cambio" y "reforma" se esconde la intención real de legislar para
precarizar las condiciones de trabajo de nuestros compañeros y compañeras.
Ninguna reforma laboral impulsada por un proyecto económico neoliberal puede
lograr cambios positivos para el conjunto de la clase trabajadora. Mucho menos
para el desarrollo armónico de las fuerzas productivas de la nación.
Creemos en un modelo sindical que impulse sin ser obstruccionista
la lucha organizada del movimiento obrero. Entendemos que es necesario buscar
un amplio esquema de unidad y alianzas estratégicas que nos permitan
defendernos, como trabajadores y trabajadoras, frente a un modelo de
acumulación financiera que no necesita ni valoriza el trabajo humano.
Estamos dispuestos a no dejarnos doblegar en nuestra lucha
por una distribución justa entre el capital y la fuerza de trabajo, pilares
elementales para un desarrollo económico próspero, que abrace la soberanía
política, que persiga la independencia económica y que defienda la justicia
social. Pero, sobre todo, que desee auténticamente la felicidad de nuestro pueblo.
Adhieren:
ADUNCE // AOMA // ATE VERDE Y BLANCA // ATUNCPBA //
SINDICATO DE CERAMISTAS // CTA DE LOS TRABAJADORES REGIONAL TANDIL // CTA
AUTÓNOMA REGIONAL TANDIL // FEDERACIÓN DE LA CARNE // LA BANCARIA // // OBRAS
SANITARIAS // SADOP // SECASFPI // SINDICATO DE CAMIONEROS // SMATA // SUTEBA
// SOEESIT (TELEFONICOS) // SUTPA (PEAJES) // SUTCAPRA // TRABAJADORES
INFORMÁTICOS TANDIL // UOLRA (LADRILLEROS) // UNION OBRERA METALÚRGICA // UPCN
//
AGRUPACIÓN 17 NOVIEMBRE // CTEP // FRENTE DE UNIDAD DOCENTE BONAERENSE // FUCPBA // LA CÁMPORA // MOVIMIENTO EVITA // MOVIMIENTO DE PARTICIPACIÓN ESTUDIANTIL // PARTIDO JUSTICIALISTA TANDIL // JUVENTUD PERONISTA TANDIL // PATRIA GRANDE // UNIDAD CIUDADANA TANDIL // NUEVO ENCUENTRO TANDIL // UNION EDUCADORES DE TANDIL // FEDERACIÓN EDUCADORES BONAERENSE // FEDERACIÓN JUVENIL COMUNISTA // AGRUPACIÓN LA SIMÓN RODRIGUEZ // GRANJA LOS PIBES // FLOR DE MURGA TANDIL // LA PODEROSA // MEMORIA POR LA VIDA EN DEMOCRACIA // MOVIMIENTO COOPERATIVO TANDIL // COOPERATIVA CERÁMICA BLANCA // COOPERATIVA IMPOPAR // COOPERATIVA EL AMANECER // FORO POR LOS DERECHOS DE LA NIÑEZ TANDIL // MUJERES SIN TECHO - COMEDOR DE CACHA // CENTRO COMUNITARIO LA TRIBU // HOGAR LOS PEQUES // SINDICATO DE TRABAJADORES DE COMERCIO
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