2 de octubre de 2018
Ante el creciente número de niños y niñas con sobrepeso en
la Argentina, el Defensor del Pueblo Adjunto de la provincia de Buenos Aires,
Walter Martello, planteó que se debe avanzar en un cambio legislativo a nivel
nacional. El objetivo es crear una norma que obligue a poner la leyenda
"ALTO EN" en paquetes y envases de aquellos alimentos y bebidas que
tengan excesos de calorías, azúcares, sodio y grasas saturadas. Una experiencia
similar se viene instrumentado, con éxito, en Chile.
Walter Martello también propuso introducir modificaciones en
el sistema impositivo para ponerle un freno a la comida chatarra y estimular la
producción, comercialización y consumo de comida saludable destinada a niños,
niñas y adolescentes (NNyA).
Un reciente informe del Observatorio de Derechos de NNyA de
la Defensoría del Pueblo bonaerense, a cargo de Martello, advirtió sobre la
falta de regulación en la Argentina del negocio de las golosinas. Una sola
empresa, que concentra el 80% del mercado y obtienen ganancias en la Argentina
que no consigue en ninguna parte del mundo, acumuló ventas anuales de golosinas
y chocolates por más $13 mil millones de pesos, lo que equivale a casi el 35%
del presupuesto anual destinado al Ministerio de Salud de la provincia de
Buenos Aires. Según lo informado por la propia empresa en su balance 2017, en
un año de bajo crecimiento del mercado, el denominado "Negocio
Golosinas" siguió creciendo y la compañía invirtió más de $1100 millones
para publicitar productos de escaso o nulo valor nutritivo destinado a niños,
niñas y adolescentes.
A su vez, una investigación de la Fundación Interamericana
del Corazón (FIC-Argentina), que indagó sobre propagandas de distintos
alimentos, determinó que el 88% de los productos relevados no cumplían con los
requisitos nutricionales necesarios para ser publicitados según el sistema de
perfil de nutrientes diseñado por la Oficina Regional de Europa de la
Organización Mundial de la Salud. "Es fundamental que los sellos
descriptores figuren de manera frontal en el envase, en forma perfectamente
visible y destacable.", explicó Martello.
Sobrepeso y obesidad
en números
América Latina tiene una de las prevalencias más altas del
mundo con un 20 y 25% de NNyA con mal nutrición. Para la Organización Mundial
de la Salud (OMS), los casos de sobrepeso y obesidad infantil se han casi
triplicado en los últimos 30 años. Por ello, los estados Miembros de la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) aprobaron por unanimidad, en 2014,
un plan de acción para prevenir esta problemática. Y dos años más tarde, la OPS
presentó su "Modelo de Perfil de Nutrientes", con el objetivo de
proporcionar una herramienta para clasificar los alimentos y bebidas con
excesos de nutrientes críticos, principalmente azúcares libres, sal, grasas
saturadas y ácidos grasos trans.
A nivel nacional, existe una preocupante falta de
actualización de estadísticas oficiales. Los resultados de la Encuesta Nacional
de Nutrición y Salud (ENNyS), realizada durante los años 2004-2005, mostró una
prevalencia de obesidad del 10,4% en niños y niñas de 6 meses a 6 años de edad.
Recién en 2018, 13 años después de la primera encuesta, el gobierno nacional
hizo el llamado a licitación para hacer la segunda ENNyS.
A su vez, los indicadores oficiales disponibles dan cuenta
que la Argentina lidera la tasa de sobrepeso infantil en el continente. Este
mismo problema es el segundo más frecuente en la población escolar de 5 a 13
años de todas las regiones del país, según el último relevamiento del Programa
Nacional de Salud Escolar (PROSANE) que se dio a conocer en el año 2016. En
primer lugar, se encuentra la pérdida de piezas dentarías que también está
asociada, en muchos casos, a déficit nutricionales.
El estudio del PROSANE también determinó que Buenos Aires es
la provincia con mayor frecuencia de sobrepeso y Formosa la de menor
frecuencia. En tanto, en lo que se
refiere a obesidad, Buenos Aires se ubicó en quinto lugar, por encima de la
media nacional y detrás de La Rioja, Tierra del Fuego, Neuquén y La Pampa.
Desde la Defensoría del Pueblo también proponen una serie de
medidas complementarias, en materia fiscal y sanitaria, para hacer frente a la
epidemia del sobrepeso y obesidad:
Aumento de impuestos a las bebidas azucaradas y los
productos de alto contenido calórico y bajo valor nutricional a fin de reducir
el consumo como se hizo, exitosamente, en México. Esta medida posibilitará
aumentar la recaudación fiscal y paliar el colapso del sistema sanitario.
Establecer políticas impositivas diferenciadas mediante el
aumento de las alícuotas a los productos no saludables, y otorgar beneficios
fiscales a aquellos que si lo son.
Nuevas políticas para mejorar la alimentación en el entorno
escolar. Países como Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados
Unidos, México, Perú y Uruguay han adoptado estrategias en ese sentido. En
tanto, Brasil requiere en su normativa que al menos 70% de los alimentos que se
proporcionan a los estudiantes sean naturales o tengan un procesamiento mínimo,
y que al menos 30% del programa nacional de alimentación en las escuelas se use
para comprar alimentos producidos por la agricultura familiar.
Seguir el Modelo de Perfil de Nutrientes de la OPS que
clasifica los productos alimenticios a partir de la cantidad
"excesiva" de uno o más nutrientes críticos.
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