4 de agosto de 2025
A un mes del trasplante de corazón de Inés, Julia, su mamá, habla sobre la recuperación de la niña, el rol de su hijo mayor, y el inmenso apoyo que recibieron de Tandil.
Este lunes 4 de agosto
se cumplió un mes desde que Inés, la pequeña tandilense de un año y siete
meses, recibió su trasplante de corazón en el Hospital Italiano de Buenos
Aires. Su mamá, Julia Fuentes, lo resume con una frase que conmueve: "es un día
sumamente especial, un mes del renacer, como le decimos nosotros".
La historia de Inés se
convirtió en emblema de la donación pediátrica en Argentina. Su lucha, la
movilización colectiva y el acto de amor anónimo de una familia donante
construyeron un relato que emocionó a Tandil y al país entero. Detrás de esa
historia, hay una familia que encontró en los gestos más simples la fuerza para
seguir.
"La verdad, en nuestro
caso, Inés y Bauti fueron quienes nos daban las fuerzas para seguir", contó
Julia en Radio Voz (FM 106.9). "Cuando veía a Inés, lo grave que estuvo, las
veces que podía salir todo mal y ella seguía peleando con mucha fuerza, eso nos
mantuvo fuertes a nosotros. Cada avance de Inés, nos hacía pensar que si ella
la estaba peleando, nosotros no podíamos aflojar".
Bauti, el hermano
mayor de Inés, tiene casi siete años. Hace unos días volvió a Tandil para
retomar las clases después de las vacaciones de invierno. Julia no oculta la
emoción al hablar de él: "La despedida fue dura, por más que lo mejor pasó,
nosotros tenemos que seguir viviendo un tiempo acá. Siempre digo que Bauti es
el gran héroe de esta historia, porque con 6 años nos tuvimos que venir, nos
cambió la vida totalmente y él lo afrontó con mucha madurez. Se hizo un pequeño
hombrecito".
Mientras tanto, los
días en Buenos Aires siguen girando en torno a los controles y cuidados
postoperatorios. Inés continúa internada, pero con un ánimo completamente
distinto: "Se está recuperando muy bien, pero tiene un corazón nuevo que tiene
que adaptarse. Estuvo 20 días casi sin moverse, porque los puntos la
molestaban, recién ahora lo está haciendo. Es una cirugía muy compleja la que
tuvo. Seguimos yendo al Hospital, pero con otro ánimo, vamos felices. La gente
del hospital ya son familia, estamos todo el día con ellos".
La historia de Inés se
entrelaza inevitablemente con la de Isi, otro niño tandilense que también
necesitó un trasplante. La ciudad vivió ambas situaciones con una intensidad
inusual, y eso -dice Julia- fue clave para generar conciencia: "Cuando me
dijeron que Inés necesitaba un corazón, el 17 de febrero, a los dos días
creamos el Instagram y me escribió el Pela Parodi, quien había hecho las calcos
de Isi, para hacer las de Inés. Hay calcos de Inés en todo el país, es
increíble. Y eso sirve mucho para la difusión, porque hay que seguir hablando
de donación pediátrica".
El compromiso familiar
con esa causa fue más allá del acompañamiento médico. Junto a Laura, la mamá de
Isi, Julia recorrió escuelas tandilenses para hablar con estudiantes sobre la
donación. "Fuimos a varios colegios de Tandil a dar charlas sobre donación y me
encantaba ver con qué atención escuchaban los chicos, las repreguntas y los
debates. Es increíble, eso demuestra la falta de información que hay".
La experiencia de
vivir con una hija en emergencia nacional para trasplante dejó huellas
profundas. "Siempre se dice que hay que vivir el hoy, hasta que no te pasa una
cosa así que te pega una piña en la cara, no te hace cambiar. Antes, he llorado
hasta por una gastroenteritis de mis hijos. Ahora, pensando que mi hija
necesitó un trasplante de corazón, ya nada es problema. También te cambia en un
montón de otras cosas, con Juan todo este tiempo fuimos prácticamente
enfermeros".
El horizonte está
puesto ahora en un posible alta ambulatoria. "Si Dios quiere e Inés sigue así
de bien, pronto le darán el alta ambulatoria, dejándola venir a vivir con
nosotros, con controles semanales. Después, esos controles se extenderían a
quincenales, hasta lograr que sean mensuales. Recién ahí podríamos volver a
Tandil, calculo que mínimo tres meses más vamos a tener que vivir en Capital.
Le dije a Bauti que vamos a hacer todo lo posible para en las Fiestas estar en
casa".
Antes de cerrar la
charla, Julia hace una pausa y deja una reflexión cargada de sentido: "Todo se
puede, aunque hay momentos en que parezca imposible". Y en esa frase cabe la
historia entera de Inés, que ya no es solo suya: "Le agradezco a todo Tandil,
como no pude ir mucho, no dimensiono todo lo que generó Inés. Ahora sé que Inés
es un poco hija, nieta o sobrina de todos. Agradezco el amor desde el día uno,
nunca nos dejó solos la ciudad".
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