17 de diciembre de 2025
La banda tandilense vuelve a los escenarios con un show único en la Incubadora de Arte. El reencuentro entre amigos, la madurez musical, el repaso por toda su historia y una vuelta sin presiones marcan este nuevo momento de Fisión.
por
Brando Bruni
Después de seis años de silencio, Fisión vuelve a subirse a
un escenario. El último recital había sido en enero de 2019 y, aunque el paso
del tiempo parecía haber puesto un punto final, el anuncio del regreso -hecho
hace menos de un mes- detonó una respuesta inmediata y masiva en las redes
sociales. Mensajes, recuerdos, pedidos y expectativas confirmaron algo que la
propia banda intuía: había muchas ganas de volver a verlos tocar.
El regreso será el viernes 26 de diciembre en la Incubadora
de Arte, en la Estación de Trenes (Machado 1100), en Tandil, la ciudad que los
vio nacer y desde donde supieron proyectarse para recorrer gran parte del país.
Fisión siempre se caracterizó por sus canciones, pero también por la energía
arrolladora que transmitía desde el escenario. Ese ADN sigue intacto, aunque
hoy aparece atravesado por otros tiempos, otras experiencias y otra manera de
disfrutar.
La entrevista para El Diario de Tandil se realizó en uno de
los últimos ensayos antes del show de regreso. En ese clima de reencuentro, la
banda -integrada por Juampi Sparo, Nacho Osa, José Osa, Agustín Román y Juani
Gorostidi- fue desandando las razones, los procesos y las sensaciones que los
trajeron hasta acá.
No hubo una causa única para volver. Nacho Osa lo explica
como una suma de factores que se fueron acomodando solos: "No hay una sola
razón por la que volvimos. Primero, extrañábamos, somos todos amigos. También
extrañábamos las canciones". Tras la separación, hubo un tiempo en el que no se
frecuentaron tanto desde lo musical, pero con los años cada encuentro fue
acercándolos de nuevo. "De repente, se fue dando naturalmente en cada juntada
el acercamiento. Quisimos darnos un regalo a nosotros mismos", resume.
La logística tampoco era sencilla. Juampi Sparo recuerda que los más difíciles de reunir parecían ser, paradójicamente, quienes hoy terminaron empujando el regreso. "Los más complicados para juntarse eran Juani, que está tocando con Kapanga, y Agustín, que estaba en Brasil. Paralelamente, todos teníamos nuestros proyectos artísticos". Sin embargo, fue Juani -quien parecía menos probable por su actualidad- el que propuso volver a tocar temas de Fisión. "Volvió Agustín y eso terminó sellando el encuentro".

José Osa aporta otra capa a esa historia: el vínculo nunca
se rompió del todo. "Nunca dejamos de vernos, hacemos muchos planes de ir a ver
bandas, siempre nos poníamos a tocar temas". Para Nacho, todo terminó de
encajar de manera simple: "Se dio todo. Aparte, somos amigos y es natural
juntarnos a tocar. No es que armamos la banda como algo extraordinario, se dio
lo que tenía que pasar, muy progresivamente".
Cada integrante siguió su propio camino musical durante
estos años, pero el Fisión actual no se construye como una suma directa de esos
proyectos paralelos. Para Nacho, directamente, no hay un traslado evidente:
"Creo que nada, ¿o sí?". Juampi encuentra la diferencia en otro plano: "Madurez
y experiencia. Estamos cantando diferente, estamos respirando más. Ahora
disfrutamos más, éramos bastante más atropellados. Estamos todos más relajados
y más músicos".
Esa idea se repite. Nacho señala que el hecho de no haber dejado nunca la música afinó la escucha colectiva: "Como todos seguimos haciendo música, nos pusimos más finos. Cada uno siguió tocando su instrumento, escuchamos más. Estamos más medidos, no estamos tocando todos todo el tiempo". Agustín Román va todavía más atrás: "Maduramos como humanos y como amigos, eso es lo principal. Antes había más debate, ahora estamos más tranquilos y disfrutando".

Quien vaya a ver este nuevo Fisión encontrará, entonces, una
banda distinta en la forma, aunque reconocible en el fondo. "Nos va a ver más
relajados y disfrutando", anticipa Nacho, marcando una diferencia clave con la
etapa anterior. "No es un Fisión que esté pendiente de las giras y de seguir
una carrera". José aclara que el disfrute siempre estuvo, pero Nacho completa
la idea con una imagen concreta: "Había una época que lo que disfrutamos era
tocar, porque abajo del escenario era un quilombo, con los managers, fechas,
esto, lo otro. Ahora es cien por ciento disfrute, un encuentro de amigos".
El Fisión de antes era una banda con planes permanentes:
discos por grabar, giras, proyección constante. Hoy el horizonte es otro. "Está
en el ADN fisionero, si nos sale bien la fecha, nos va a dar más ganas de
tocar", admite José. Pero Nacho baja la ansiedad: "Hay que ver cómo sale esta
fecha y después vemos. Por ahora pensamos en un solo show, no en todo lo otro".
El recital del 26 de diciembre recorrerá toda la historia de
la banda. José cuenta que hubo un trabajo consciente para ordenar ese
recorrido: "Intentamos darles una identidad a las canciones más viejas. Tenemos
la gimnasia de dar un buen show y queremos que cierre todo en un concepto".
Nacho usa una metáfora tan gráfica como contundente para explicar lo que
evitaron: "No queremos que el show sea un pedazo de matambre con dulce de leche
arriba. Si hacíamos las canciones tal cual estaban o nos poníamos cualquier
pilcha, iba a pasar eso". La búsqueda fue otra, más integral: "Tratamos de que
cierre todo y se fue dando naturalmente".
Juampi recuerda que son dos décadas de historia, con cambios
y mutaciones constantes: "Son 20 años de banda, diferentes formaciones, muchas
canciones con estilos diferentes. En este proceso para el show, tratamos de
abordar todas las etapas con la madurez de ahora, resolver cada canción para
que esté en el show". Habrá temas de todos los discos, incluso de los
comienzos.
La reacción del público al anuncio confirmó que Fisión
seguía muy presente. "Tomamos dimensión de que había mucha gente que quería que
volvamos, nos lo decían con confianza y alegría", reconoce Nacho. En un
contexto donde varias bandas tandilenses regresaron a los escenarios y se
reactivó una movida similar a la de otros tiempos, la pregunta sobre si
"faltaba" Fisión aparece casi inevitable. Nacho insiste en poner paños fríos:
"Lo nuestro es para un show, no lo estamos tomando como una vuelta". Juampi admite
que esa sensación recién podrá medirse en vivo: "La sensación de si faltaba
Fisión la vamos a dimensionar quizás el día del show". Agustín, en esa misma
línea, imagina un futuro posible pero acotado: "Si hay una vuelta, va a ser
para hacer una fecha cada tanto, tocar en momentos importantes. Antes le
decíamos a todo que sí".
Hay además un factor que pesa: la relación con Tandil y con
el resto del país. "Nos sucedió en las redes que un montón de gente de otros
lugares nos empezó a escribir", cuenta Juampi. Durante los últimos diez años de
actividad, Fisión no era una banda que tocara seguido en su ciudad. "A lo sumo
dos veces por año en Tandil. Lo tomábamos como una ciudad más. Eso es de lo que
más nos condiciona para hacer solo esta fecha".
La separación, en su momento, coincidió con un período de
mucha exposición fuera de Tandil, incluso con fuerte presencia en Capital
Federal. Juampi no lo vive como una contradicción: "No creo que haya sido un
momento raro. La movida del rock estaba media apagada en ese momento. Estaban
en ebullición otros estilos de música. Y fue un momento crítico para nosotros".
El regreso, además, tuvo condiciones claras desde el inicio.
Nacho revela que comenzaron a ensayar en junio con una fecha límite
autoimpuesta: "Dijimos que en octubre íbamos a ver; si no sonábamos como
queríamos, no volvíamos". La exigencia fue la de siempre. "Fuimos jeringa en
ese aspecto. En Tandil la vara musical está muy alta y no queríamos hacer
agua". Para él, la respuesta del público también tiene que ver con eso: "Se
refleja que lo estamos tomando con seriedad, le damos la importancia que siempre
tuvo la banda y la música".
Juampi sintetiza el contraste con una frase simple pero
contundente: "Antes la dinámica de Fisión era más ansiosa". Hoy, sin la presión
de demostrar nada, el reencuentro aparece como lo que siempre fue en esencia:
amigos, canciones y un escenario compartido. El 26 de diciembre será el primer
punto de contacto entre ese pasado intenso y un presente que, sin promesas
grandilocuentes, se permite disfrutar.
Fisión toca el viernes 26 de diciembre a las 22 hs. en la
Incubadora de Arte (Estación de Trenes, Machado 1100). Las entradas se
consiguen en Commodity (Av. Del Valle y Vicente López) o a través de TodoPass
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