30 de noviembre de 2016
El caso de Vicente Pantusa es único, por donde se lo mire. Desde 1958 está emplazado en la misma cuadra de Saavedra al 800 (entre Marconi y Mitre). Es cierto que empezó en el rubro de las bicicletas con la firma Road, pero al poco tiempo emprendió el oficio de chapista y nunca más se pudo despegar.
Cada uno de los proyectos que comenzó tuvo su marca indeleble. "Siempre fui muy observador, pero sobre todo me gustan los desafíos. Cuando me dicen que algo no se puede, más me esfuerzo para sacarlo adelante. Ese fue mi gran secreto", le comentó a ElDiariodeTandil en las oficinas de Servicar.
Pantusa estuvo y está al frente del taller desde sus comienzos. En un principio trabajó con las herramientas de la "vieja escuela", pero luego fue el gran precursor para el desarrollo tecnológico del sector en la zona.
Siempre estuvo a la altura de las circunstancias y supo aggionarse en los momentos indicados. Esta fue la clave que lo mantuvo más de 50 años a la vanguardia.
El taller Road se transformó en Servicar con la llegada de la nueva generación. Primero con la colaboración de su hijo y luego con los yernos. También vale destacar el carácter familiar de la compañía.
"Nosotros somos los herederos, los que seguimos su camino. Pero todo lo que hay acá se lo debemos a Vicente. Él nos enseñó y nos inculcó una forma de trabajar y de comportarnos", explicó Armando Cocina.
En todos estos años, el oficio de chapista cambió rotundamente. El secreto de Servicar es que supo ver hacia donde iba el negocio. "Trabajamos con herramientas de última generación, certificadas por el CESVI. Tenemos un sistema de pintura al agua que es lo más novedoso del mercado. Estamos preparados para realizar cualquier trabajo de chapa y pintura, además de que contamos con stock propio de repuestos y parabrisas. Históricamente nos destacamos por brindar el mejor servicio. Con trabajos garantidos y en donde el cliente siempre encontrará una solución para sus problemas", agregó Cocina.
Los vehículos salen del taller en las mismas condiciones que salieron de fábrica. De allí la confianza de las empresas de seguro que trabajan con Pantusa hace medio siglo.
Vicente entra y sale del taller. Está al tanto de todo lo que pasa y es la voz de la experiencia a la hora de marcar el camino.
"Antes de dedicarnos de lleno a este negocio, me senté a hablar con la familia. Podía hacer departamentos en el terreno o poner un taller que nos dé trabajo. Elegimos esta última alternativa y creo que nos ha ido bastante bien", finalizó Don Vicente.
Sus enseñanzas y consejos todavía marcan la diferencia. Servicar está a la vanguardia de los chapistas de la ciudad
Su escuela tiene forma de taller y la encontramos en Saavedra 875. En Tandil no hubo y no habrá otro igual.
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