El Director de Prensa de la Municipalidad de Ayacucho, Mariano Montalivet, fue blanco de todas las recriminaciones de los jugadores de Ferro al término del primer tiempo del partido que los tricolores sostuvieron con Atlético de la vecina ciudad.

Según lo que dicen los tandilenses, el funcionario Municipal realizó varias cargadas a los juveniles tricolores y eso motivó que se produjeran tumultos al término del primer tiempo.

El árbitro Peralta, no se quiso involucrar y, según dicen los tandilenses, cuando vio que el involucrado era un hombre vinculado a la política local, se quedó en la cancha para no expulsarlo.

Es imposible comprobar lo manifestado, pero lo cierto es que nuevamente existieron hechos reprochables en el fútbol doméstico y, según dicen, "el árbitro no actúa porque tiene miedo a las represalias de los radicales de Ayacucho". ¿Será para tanto? ¿Tanto poder tendrá Montalivet?