5 de agosto de 2018
por
El Chacarero
Los problemas climáticos son una constante en
la producción agropecuaria. Este año no fue la excepción ya que a un verano
seco, le siguió un otoño muy húmedo.
El maíz fue uno de los cultivos afectados por
este fenómeno, por esta razón, muchos productores optaron por esperar el secado
del cultivo en pie, con los inconvenientes que esto conlleva, o utilizarlos
directamente para pastoreo. "Tomada la decisión de utilizar el maíz como
alimento de nuestro ganado, hay que tener en cuenta que el exceso de humedad
puede traer aparejado problemas sanitario y cambios en cuanto al manejo de los
animales", explicó Ignacio Llada, Jefe de residentes del Servicio de
Diagnostico Veterinario Especializado, área de Producción Animal del INTA
Balcarce.
Según el profesional, este cultivo, en estas
condiciones, está predispuesto al desarrollo de hongos que disminuyen el valor
nutricional y la palatabilidad del grano, afectando su consumo, y como
consecuencia, la ganancia de peso de los animales. Más importante aún, estas
condiciones de estrés climático
favorecen la producción de micotoxinas.
"Si el
ganado consume granos infectados,
podrían desarrollar distintos cuadros clínicos. Esto dependerá de la edad de
los animales, genero y estado reproductivo
de los mismos, de la especie de hongo predominante y la cantidad y tiempo de
consumo de la micotoxina presente", agregó Llada.
Una de las consecuencias más problemáticas del
consumo de micotoxinas está asociado a la inmunosupresión, que muchas veces
pasa desapercibida, lo cual puede actuar como predisponente para la
presentación de otras enfermedades.
Siendo más específicos, la micotoxicosis cada
vez más diagnosticada en los últimos tiempos es la Diplodiosis bovina,
producida por la ingestión de maíces diferidos y/o rastrojos contaminados por
el hongo Stenocarpella maydis.
Sin dudas, uno de los factores que tiene mayor
influencia en difusión de este hongo es el clima. "Maíces que hayan sufrido
episodios de sequía durante el período de floración, seguido de lluvias, y sin
una rotación adecuada de cultivos, es altamente probable que sufra el ataque de
este hongo", destacó el profesional.
Signología
de la intoxicación
Acerca de los signos clínicos de la
Diplodiosis, Llada menciona que suelen aparecer entre 2 y 15 días posteriores
al ingreso de los animales al maíz contaminado. Generalmente se observaran
temblores musculares y dificultad en la marcha. En vacas preñadas, que consumen
este maíz en el último tercio de la gestación, puede producirse abortos, nacimiento
de terneros débiles y con signos nerviosos, manifestando dificultad para
incorporarse, no calostran y terminan muriendo.
De acuerdo con Llada, la prevención es el
único curso de acción para poder minimizar las pérdidas. Por eso recomienda el
recorrido del potrero y prestar atención a la presencia del hongo en el maíz.
Este hongo crece en "manchones", de ahí la importancia de la recorrida de todo
el lote.
"De
contar con maíces infectados como única fuente de alimentación, se recomienda
ingresar con animales jóvenes, vacas vacías o vacas en el primer tercio de
gestación, vigilándolos diariamente en búsqueda de signología clínica ya que la
presencia por si sola del hongo no necesariamente indica que el mismo esté
produciendo toxinas".
Si se observaran animales afectados, Llada
recomienda retirarlos inmediatamente del potrero, siendo factible su
recuperación dentro de los 7 a 10 días del cambio de alimentación.
Teniendo en cuenta la alta susceptibilidad de
las hembras preñadas durante el tercer tercio de gestación a presentar abortos
y/o nacimiento de terneros débiles, se sugiere priorizar la alimentación de
estos vientres en potreros no infectados.
Otra alternativa de manejo de maíces
infectados es la dilución del tóxico presente en el alimento. En este sentido
resulta útil complementar la dieta de maíz diferido y/o rastrojo con rollos,
silo o combinado con verdeos de invierno.
Es de importancia mencionar que hasta la fecha
no se han reportado casos de Diplodiosis asociado al consumo de grano cosechado.
Sin embargo, cuando estos se almacenan con humedad superior al 15%, el hongo
puede proliferar y llegar a contaminar
el resto de los granos.
Para
más información:
Servicio
de Diagnóstico Veterinarios Especializado del INTA Balcarce
Teléfono:
02266 43-9120
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