Claudia Novillo es Licenciada en Psicología, docente de los niveles Inicial y Superior (en la carrera de Psicopedagogía) e integrante de APOLa (Apertura para otro Lacan) una sociedad psicoanalítica con socios en todo el mundo. 

Fue una de las expositoras en la Jornada de Otoño que organizó el Colegio de Psicólogos de la Provincia-Distrito VIII en Tandil, en torno a una temática convocante, "El ejercicio de la violencia hoy", que tuvieron en el invitado de la jornada, licenciado Juan Pablo Mollo, una minuciosa devolución.

"Celebro esta propuesta de nuestro Colegio que pone a la cuestión de la violencia en un eje transversal que atraviesa diferentes campos sociales, lo real y cotidiano. Fue muy productivo reflexionar entre todos", anticipó la profesional de Olavarría.

¿Cuáles fueron los principales ejes de tu exposición?

En términos generales, durante la Jornada también se abordaron aquellas cuestiones que atraviesan nuestra práctica profesional, narrados desde los diversos dispositivos e instituciones: muchas veces podemos ser efectores a partir de las intervenciones de efectores de mayor violencia. En mi caso, intenté problematizar la temática propuesta proponiendo lo cultural y social como factores importantes para un análisis multidisciplinar de la violencia. Introduje el pensamiento de la Antropología, a partir de la obra Rita Segato quien, además de ser actual y de una talla intelectual brillante, propone una postura teórica que vincula las violencias institucionales al pensamiento patriarcal y de dominación, sexista y de género.

¿Cuál es el balance de esa participación?

Muy bueno, siempre son necesarios estos cruces, debates y encuentros. Creo que todos profesionales de la Salud Mental tenemos algo para decir y debemos decirlo, encontrarnos para pensar, debatir y discutir teorías, ideas y argumentos. Me parece que hay una tendencia desde el psicoanálisis a guardarse al interior de las instituciones y no salir a debatir y hacer escuchar su voz en la comunidad. Debemos hacer y promover ese ejercicio, comprometernos en la escucha y en las intervenciones donde lo que se pone en juego es el padecimiento del otro. Tenemos que salir del ostracismo por eso me parece muy interesante el diálogo con otras disciplinas (Antropología, Derecho, Sociología, Pedagogía, etc.): nos debemos esos diálogos para enriquecer nuestra escucha, nuestra mirada, para salir de los clichés, de lo ya dicho y diagnosticado que per se ya es violento y violentante.

Por eso celebro estos momentos de encuentro propuestos desde el Colegio. Todos los que nos sumamos teníamos algo para decir; nos llevamos nuevas herramientas a partir de la escucha de otros colegas y en ese intercambio ganamos todos.