21 de agosto de 2017
Crease o no, la bebida es un factor responsable en el
desarrollo de síntomas depresivos, porque el alcohol - en cualquiera de sus
formas- desciende los niveles de serotonina?ese bendito neurotransmisor que
regula el estado de ánimo.
Además - aunque no sea tan evidente- tiene consecuencias negativas en las
relaciones personales con familia, amigos, pareja y en el trabajo.
La falsa euforia o escape que parece brindar el alcohol, empuja a la depresión en un círculo
vicioso que luego busca beber para escapar de esa angustia.
¿PRESTIGIO SOCIAL?
Como toda droga aceptada socialmente, tiene prestigio
social, está institucionalizada agregando que vivimos en una sociedad repleta
de modelos y estereotipos, donde las personas son fácilmente presionadas por el
medio que nos rodea. Cuando se trata de bebidas alcohólicas, esa influencia es
aún más fuerte.
Un informe de la Fundación Interamericana del Corazón ( FIC:
www.ficargentina.org), considera el consumo excesivo de alcohol, entre los
principales factores de riesgo prevenibles de las enfermedades no
transmisibles: las cardio y cerebro vasculares, los trastornos metabólicos,
etc. Hay cifras que no son tan visibles, pero en 2015 el 5,9% de las muertes en
el mundo y el 5,1% de la carga de enfermedades y lesiones fueron atribuibles al
consumo nocivo de alcohol. Para FIC, el alcohol es la sustancia psicoactiva más
consumida por estudiantes de secundaria en todo el país, resultando que 7 de
cada 10 adolescentes, han consumido alcohol antes de los 14 años. Directa o
indirectamente, el consumo de alcohol es la principal causa de muerte en la
población de entre 15 y 49 años.
La propia OMS (Organización Mundial de la Salud) confirma
que el alcohol mata más que la violencia e incluso más que el Sida y sugiere
que es necesario terminar con la cultura
del prestigio social, ese sello que la bebida alcohólica aún representa. Al
fin de cuentas, el alcohol es una droga como cualquier otra.
Transitamos tiempos donde beber comienza a muy temprana
edad, sin la reserva de comprender que los perjuicios que esto causa a la salud
son grandes y pueden afectar a personas de todas las edades y clases sociales.
Por eso, saber decir no y no ceder a las presiones del ambiente es la actitud
más inteligente que se puede tomar.
Las publicidades, las propias redes sociales, muestran
paisajes lujosos con gente feliz, brindando, celebrando, aprovechando la vida
en cenas, eventos y playas paradisíacas con la respuesta de miles "me gusta".
Pero, detrás de cada imagen bonita, no reparamos en la amenaza que significa
cuando en casi todas las manos aparecen un vaso o una botella de bebida
alcohólica.
¿Esa es la idea de felicidad? ¿Es ése el modelo de un ser
exitoso?
En noviembre de 2016 la Legislatura porteña aprobó por
mayoría la prohibición para que las
marcas de cerveza, vinos y bebidas espirituosas realicen publicidad en la vía
pública de la Ciudad de Buenos Aires. Esto abarca también la prohibición de
toda "publicidad,
promoción, patrocinio o financiación de actividades culturales, deportivas o
educativas con acceso libre y gratuito, por parte de las marcas de bebidas
alcohólicas".
Pero quienes habitamos la argentina profunda vemos
publicidades que pintan un mundo de éxitos y conquistas con tal o cual marca de
tequila, ron o gin, fernet o vodka, la gloria de esa marca de cerveza o del
coctel lleno de colores, alegría, juventud y plenitud.
Las redes son un ejemplo paradigmático: publicar el vino que
estamos tomando, fotografiar el lujoso whisky o esa cerveza privilegiada parece
elevar el nivel del perfil y colocar el eje simbólico de una poco saludable
costumbre, en el sitio del éxito y de un
modelo a seguir.
UN RANKING POCO
FAVORABLE
Hace unos meses, un artículo de BBC/Mundo señalaba los
países que más beben en América Latina, una forma de observar la dramática
radiografía del consumo de alcohol en la región.
Esta cultura de consumo se ha instalado en Latinoamérica y amenaza
con convertirse en un auténtico problema de salud pública en la región.
El artículo tiene la firma de Maristela Monteiro, asesora principal en abuso de sustancias y
alcohol de la OMS. Si extraemos las cifras de más impacto, podemos inferir que
en América Latina y el Caribe, las personas consumen una media de 8,4 litros de alcohol puro por año, lo que supone 2,2
litros más que el promedio mundial, según el primer informe sobre alcohol que
la OMS publicó el año anterior. Sólo en Europa se bebe más, y vale aclarar que
el promedio lo eleva el enorme consumo per capita de los países del este.
Veamos el ranking de nuestra región según los datos de la
OMS:
Chile: es el de mayor
consumo anual per cápita, con 9,6 litros de alcohol puro.
Argentina: 9,3 litros
de alcohol per cápita.
Venezuela: 8,9 litros
Después de los tres
primeros, se encuentran los siguientes:
Paraguay (8,8
litros), Brasil (8,7), Perú (8,1), Panamá (8), Uruguay (7,6), Ecuador (7,2),
México (7,2), República Dominicana (6,9), Colombia (6,2), Bolivia (5,9), Costa
Rica (5,4), Cuba (5,2), Nicaragua (5), Honduras (4), Guatemala (3,8) y El
Salvador (3,2).
Pero, ¿a qué se debe este cambio de tendencia en el consumo
de alcohol en la región? Porque algo está cambiando en Latinoamérica, hoy, la
instalación de una fuerte cultura de consumo y nuevos valores importados de la
globalización está haciendo que el consumo excesivo y abrupto sea una
tendencia. Además es un NEGOCIO según el último informe de CEPAL:
"El alcohol llega a todas partes, se han mejorado las cadenas de
distribución, hay más establecimientos y oferta y tampoco es desdeñable la
presión que la industria sabe ejercer sobre los gobiernos para que los precios
del alcohol estén bajos y no haya regulaciones".
Dentro de la industria, la cerveza es la bebida alcohólica
más popular y la más consumida por los latinoamericanos, al representar el 55%
del total del alcohol consumido. Después su ubican los licores (como vodka o
whisky) con más de un 30% y casi un 12% el vino.
La primera consecuencia clara se mide en vidas humanas: por
año, las cifras oscilan (desde 2012 a 2016) en 300 mil muertes directas e indirectas. Y más de 80.000 no
habrían fallecido si el efecto de las bebidas alcohólicas no hubiera estado
presente en sus vidas.
Según la OMS, el consumo de alcohol contribuye con más de
200 enfermedades y lesiones, incluyendo la cirrosis hepática y algunos tipos de
cáncer. También hace que las personas sean más susceptibles y menos adherentes
al tratamiento de enfermedades infecciosas como el VIH y la tuberculosis, y es,
además, el principal factor de riesgo de muerte en adolescentes.
Agregar que en A.Latina la situación empeora año a año, nos
asusta: los bebedores masculinos se dejan llevar por consumos episódicos
fuertes, al menos se juntan a beber 2 veces por semana, y las mujeres van a la
saga solo con un 13% menos.
En la región, uno de cada cinco bebedores (22%) practica
episodios de consumo alcohólico excesivo, es decir un porcentaje superior al
promedio global, situado en un 16%.
Un último dato ofrece también una pista sobre un problema de
alcoholismo agudo en L. América: sólo un
10% de los bebedores ingiere, en promedio, más del 40% del total de alcohol
consumido en la región.
Anselm Hennis, Director
del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OMS
alerta sobre el asunto: "La región de América Latina y el Caribe ha
pagado un alto costo en salud, recursos financieros y productividad, las ETS,
el HIV, embarazos no deseados, etc. No hay hábito de tomar una cantidad
moderada por gusto o por salud, como por ejemplo en el vino: sino que el
consumo se concentra en grandes dosis. Especialmente en los jóvenes, que lo ven
como un rito de enorme prestigio social".
La OMS recomienda a los gobiernos medidas como subir los
precios del alcohol y restringir horarios de venta.
"El alcohol no afecta sólo a quien bebe.
Aumentan los episodios de violencia, también los accidentes de tráfico, baja la
productividad del país por culpa no sólo de ausencias al trabajo sino por lo
que se conoce como 'depresentismo', es decir, personas que acuden a su puesto
de trabajo sin fuerzas". ( A.Hennis. OMS)
Para A. Hennis, hay soluciones y asegura que muchas cosas
dependen de los gobiernos: desde subir los impuestos al alcohol para
encarecerlo, limitar horarios y días de venta en los establecimientos, subir la
edad legal mínima para consumir, reducir o prohibir su publicidad (70% de
países no tienen reglamento sobre ello), etc.
También hace hincapié en las leyes de tráfico. Y es que solo
seis países de la región (Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay) han
fijado el límite legal recomendado de menos de 0,04 g/dl para la concentración
de alcohol en la sangre. Argentina legislo con 0,05 d/dl
Y, por último, menciona la educación: "Hay que acabar con el
prestigio social de beber alcohol", dice.
SOLO PARA VALIENTES
La graduación
alcohólica de una bebida es la expresión en grados del número de volúmenes de
alcohol (etanol) contenidos en 100 volúmenes del producto, medidos a 20°C de
temperatura. Cuando un vino expresa que posee
una graduación de 13,5° está diciendo que cada litro de ese vino
concentra 135 ml de etanol.
La graduación
alcohólica de las bebidas está regulada por ley. A veces se generan
confusiones, cuando hay mezclas "fortalecidas" con aguardiente, como los
llamados "vinos generosos" (Jerez, Oporto, etc) y llegan a los 15°, pero lo
normal es que un vino tenga entre 12° y
13°. Las cervezas varían entre 3° y 12°, según ciertos procesos de
fermentado (en bajas o altas temperaturas) sumado a la maduración, elevan la
graduación. En Bélgica, Holanda y Alemania, hay cervezas que llegan a los 50°.
No son ni comunes ni fáciles de conseguir y hay que estar dispuesto a pagarlas
y acostumbrado a beberlas.
Los aguardientes y
licores, por ley tienen una graduación mínima y una máxima, que oscila entre
35° y 45°. Pero los hay más fuertes aún? con el pico de la pirámide para el
VODKA SPIRYTUS (polaco) un "alcohol rectificado" que llega al 95° y se lo
rebaja con jugos o se lo usa como "medicina". Esa botella original con la
preciada etiqueta verde es muy difícil de conseguir.
Otro potente es el
famoso EVERCLEAR 190, con 95° de graduación. Una especie de ron de cereales
fabricado y prohibido en casi todo EEUU, solo se lo puede comprar en Alberta
City (Canadá) se usa para cócteles y aderezos o salsas, para un ritual al encender
el fuego y hasta como antiséptico.
Una sorpresa es
encontrar que Bolivia tiene el COCOROCÓ, hecha con alcohol de caña de azúcar
con 93° que suele llegar a 96°. Viene en lata y la etiqueta (nada glamorosa)
reza: "Alcohol potable de caña", es artesanal, no posee ningún control del
estado y no sale de las fronteras.
Le sigue otro
destilado prohibido: POITIN, es irlandés y llega a 92,5°.Se elabora a partir de
la malta, la patata y el azúcar para luego ser destilado en pequeños alambiques
con un permiso especial.
Los Whisky's de malta
escoceses oscilan los 40°, menos el icónico BRUICHLADDICH X4 PERLOUS, que llega
a 92°, hasta los entendidos lo califican como "muy peligroso para la vida" .
En este punto la
ABSENTA, (el hada verde medieval y poéticamente recordada), consigue 89.9° en
una versión irlandesa que resulta venerada en todo el mundo: ABSENTA NEGRA
HAPSBURG GOLD LABEL, carísima, alucinógena y solo circulando en el mercado
negro.
Con 80° sigue el
austríaco RON STROH, elaborado desde la caña de azúcar y el mítico VODKA DEVIL'S SPRING (manantial del diablo),
en cuya etiqueta se lee: ¡warning! Y se produce en EEUU.
Veamos el mundo del
Ron: entre los más buscados, está el RON RIVER ANTOINE ROYAL GRENADIAN (Isla de
Granada en caribe) con 75°, pero las aerolíneas lo consideran inflamable, así
que la versión "para turistas" tiene 69°. La fama del RON BACARDI 151 (con 75°)
es la fórmula para el mejor mojito del mundo, nacido en Cuba en 1862, cien años
después muda su destilería a Puerto Rico. Así llegamos al TEQUILA SIERRA
SILVER, cuya versión "export" llega solo a 38°, pero convive con la versión
"local" de 75°, los mexicanos la llaman "la
piedra que muerde".
Aún queda la sorpresa
mexicana del MEZCAL, (deviene del tequila, extraído del Agave) y el mínimo
porcentaje de alcohol que vamos a encontrar en una botella de Mezcal es de 55°,
pero no puede salir de la frontera mexicana.
Está bueno saber que
África tiene un aguardiente destilado de frutas (casi siempre casero) llamado
MAMPOER. Una revelación cuya graduación varía de 65° a 75°, es dulce y produce
una resaca infernal.
NEUROTRANSMISORES
EN PELIGRO
El alcohol afecta la química cerebral al alterar los niveles
de neurotransmisores, esos químicos que transmiten las señales que controlan
los procesos de pensamiento, comportamientos y emociones.
Víctor Pereyra es
Neurocirujano, miembro fundador de la Asociación Argentina de Cirugía de
Columna Mínimamente Invasiva, Miembro de ISCO3 Internacional Scientifs Comitee
of Ozonoterapia y Director de la Fundación Matera en Tandil. Es un estudioso de
la física y un destacado investigador en áreas del cerebro, obsesionado en la
reconexión del cerebro con sus propias funciones a través del ozono.
Nos explica que el alcohol aumenta los efectos del
neurotransmisor GABA (ácido
gamma-amino butírico), que existe en el cerebro y es una sustancia que favorece
el contacto de los millones de conexiones que las neuronas tienen para hacer
sinapsis, es decir contacto entre ellas: "Específicamente el GABA se ocupa de que
esas "redes" de dendritas conecten y hagan funcionar adecuadamente el cerebro
para ciertas funciones, de él depende gran parte de nuestro comportamiento, la
cognición, la respuesta al estrés y trata de regularlas. Si el GABA esta
afectado por algo - podría ser el alcohol- funciona mal, se entiende mal, se
responde lento, no hay reflejos normales, hay dificultad en el habla. Pero en
el mismo momento, a la vez, el alcohol inhibe el neurotransmisor excitatorio
glutamato, el cual incrementa la dopamina, neurotransmisor que crea
la sensación de placer al beber, y el sujeto -que está seriamente comprometido-
no lo percibe, sino que solo percibe el placer, lo bien que lo está pasando.
Por tanto, el efecto del alcohol es por una parte excitatorio -estimula
la actividad cerebral- y por otra es inhibitorio
-disminuye la actividad cerebral- una cosa es vivir en un cuerpo borracho y
otra es ver un ser humano borracho"
Consumir grandes cantidades de alcohol en la adolescencia
puede ocasionar grandes dificultades para que el cerebro se desarrolle
correctamente. Le pedimos nos señale cuales serian los déficits: "Los
más notables son dificultades en la recuperación de la información verbal y no
verbal (comprensión del lenguaje) y el funcionamiento visual-espacial. Los
jóvenes están mucho más predispuestos a desarrollar déficits cognitivos como
dificultades de aprendizaje y en la memoria cuanto menor edad tienen, porque
aún no han desarrollado completamente el cerebro, y en esa etapa el cerebro se
esta remodelando con cambios en la conectividad neuronal de distintas partes, y
es en esta edad cuando terminan de definirse aquellas áreas que habían quedado
en "suspenso" para completarse luego de la primer etapa de la vida".
Nos muestra un cerebro de plástico y señala la ubicación del
hipocampo: "El alcohol afecta al hipocampo, justo aquí se almacena todo, es el
"archivo", es el punto cerebral que interviene en el almacenamiento de memoria.
Incluso una pequeña cantidad de alcohol puede hacer que se olvide lo que se
hacía mientras se bebía.
En las borracheras el cerebro procesa la información más lentamente y
la capacidad de memorizar disminuye. Es cuando se da la típica pérdida de
memoria de la noche anterior en las resacas...no se acuerdan que pasó, si bien
esta pérdida de memoria a corto plazo no supone daños cerebrales, si la
conducta persiste y la adicción empeora, si lo hará"
¿Vale decir, tener continuas borracheras o beber en exceso
en forma frecuente dañará el cerebro y su capacidad de memorizar? " Si,
una persona que durante años ha bebido en exceso puede tener dificultades de
memorizar incluso un día en el que no bebe. Es allí cuando la condición se
vuelve permanente".
Nuestra pregunta aplica a la agresividad y el alcohol, como
se vinculan si es que se vinculan: "El cortex prefrontal regula la impulsividad
e interviene en la organización del comportamiento. Beber demasiado puede
afectar las conexiones en estas áreas y provocar que se hagan cosas impulsivas
que no se hubieran realizado en situaciones normales, todo se sobredimensiona, el
placer y el displacer. Hay respuestas sobreexcitadas en ambos casos"
Para Pereyra, el alcohol es una droga: "? y así como la industria
farmacológica usa drogas para regular actividad cerebral, la industria del
consumo potencia el mercado de neurotóxicos, son su negocio y el alcohol es un
neurotóxico. La diferencia es que en farmacología los miligramos, la
característica de la droga, la forma de acumulación por las dosis está
controlada, recetada, calculada, en cambio en la ingesta de alcohol? intervienen un serie de variables sin
control: cantidad en volumen y en graduación, posibilidad de absorción y
respuesta, estímulos sensoriales externos? esos que una pastilla tiene
controlados y probados, en la ingesta de alcohol son aleatorios y altamente
peligrosos."
En los años ?60 se confirmó lo que se llama el proceso de neurogénesis: el cerebro sigue
generando nuevas neuronas aún en la edad adulta, y estas nuevas neuronas pueden
seguir dividiéndose en forma indefinida.
"si el humano se cuida, se controla, no
padece enfermedad grave, esto que es una especie de bendición, le aporta una
excelente calidad de vida en la vejez. Pero este proceso natural puede cortarse
fácilmente con altas dosis de alcohol, entonces el crecimiento de estas nuevas
células se ve interrumpido y a largo plazo ocasiona déficits en áreas como el
hipocampo. Hoy sabemos fehacientemente que una borrachera lesiona
irremediablemente neuronas del lóbulo frontal"
¿El alcohol cambia la personalidad, son en verdad
alucinaciones las de una borrachera?: "Un alto nivel de adicción al alcohol puede
provocar una psicosis,
que provoca alucinaciones, paranoias, etc. que no tienen nada que ver
con los delirios de una borrachera, que se terminan cuando acaba la
metabolización del alcohol, tampoco se comparan con los efectos de la "abstinencia" en los
procesos de recuperación de un alcohólico: dolor de cabeza, agitación,
temblores graves, náuseas y vómitos, gran sudoración, somnolencia, calambres,
síntomas vinculados a la supresión del nivel de alcohol, (al que la persona ya
estaba acostumbrada) y sin la bebida, ese cerebro debe reentrenarse para
funcionar sin esa droga, y sufre una sobreestimulación por parte del sistema
adrenérgico que se manifiesta en una excitabilidad autonómica y agitación
psicomotriz. Eso no es una enfermedad provocada por el alcohol, sino son
síntomas derivados de una borrachera o de la abstinencia. Pero si, hay
enfermedades que devienen directamente
de una deficiencia de tiamina - la padecen el 80% de los alcohólicos- y
algunos de ellos desarrollan un sindrome llamado Wernicke-Korsakoff, se dan juntas aunque son dos
afecciones: la encefalopatía de Wernicke y la psicosis de Korsakoff, ambas son
lesiones cerebrales por falta de vitamina B (tiamina), una consecuencia de la
ingesta constante y exacerbada de alcohol".
El D. Pereyra acota que solo hemos hablado del cerebro, no
hemos mencionado un elemento fundamental: "el microbioma
intestinal que posee la facultad de
dirigir la expresión genética -porque activa o desactiva ciertos genes dependiendo
de los microbios que estén presente-
tiene la debilidad de ser sensible al alcohol. Hay estudios sobre
enfermedades crónicas y padecimientos que están directamente relacionados a la
composición química de su microbioma, y estoy hablando de la depresión, la
obesidad, diabetes tipo 1 y 2, la enfermedad de Crohn, otras enfermedades
cerebrales, autismo y alergias. Hay que revisar los hallazgos de Ohsumi - el
japonés que recibió el Nobel de Fisiología en 2016- y nos llevaremos un
sorpresa". Tampoco hemos dedicado espacio para las
consecuencias hepáticas, el efecto en el estómago, los intestinos, la piel, los
pulmones, órganos donde el alcohol hace estragos.
El Dr. Pereyra aporta un final oportuno: "En Junio de este año me
invitaron a exponer sobre el efecto del Ozono en neurotransmisores y genes del
ACV isquémico en el Congreso Internacional de Onzonoterapia de la Universidad
Complutense de Madrid. En los folletos había una frase de origen griego del
siglo IV a.C que me resultó maravillosa:
Cuida tu cerebro que tu cerebro cuidará de tí.."
AUTOFAGIA, NOBEL Y
CEREBRO
En 2016, el investigador japonés Yoshinori Ohsumi recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina
por sus investigaciones sobre la autofagia
celular también llamada muerte celular programada tipo II. Un
mecanismo que poseemos para renovar los componentes celulares que ya no sirven,
que están dañados: unas células se comen
a otras?y esto resulta esencial, por ejemplo, tras una infección para
eliminar las bacterias y virus que se introducen en las células. La autofagia
contribuye al desarrollo embrionario y a la diferenciación celular, así se
eliminan las proteínas y los orgánulos dañados. Es una especie de mecanismo de
control de calidad fundamental para contrarrestar las consecuencias negativas
del envejecimiento y en la lucha contra ciertas enfermedades. Durante la
gestación y hasta los 2 años del bebé, la plasticidad neuronal, permite la
migración de estas células de su lugar de nacimiento -la madre- hacia su lugar
de destino- el hijo- para continuar su diferenciación. Al cancelar este
programa migratorio por la ingesta de alcohol, hay aumento de nacimientos con "espectro autista". Y esto no es culpa
de la fisiología natural sino efecto de? las condiciones ambientales, de
nuestra dieta y cierto tipo de ingestas que alteran este mecanismo, entonces
por cuestiones QUIMICAS no resulta
tan eficiente la renovación celular, por haber sido alterado su sistema. ¿Que pasa entonces? Al faltar esa eficiente
limpieza, emergen algunas enfermedades como el Parkinson, ciertos tipos de
cáncer, algunas malformaciones neurológicas y enfermedades genéticas. Por eso
las investigaciones demuestran que el
AUTISMO, es un emergente de una autofagia defectuosa y esto ocurre cuando se
toma alcohol durante el embarazo o éste se desarrolla en un organismo adicto.
Esta conclusión surge cuando Yoshinori Ohsumi se preguntó porqué este mecanismo
no siempre es eficiente, y comprobó que el
ALCOHOL actúa como inhibidor de este proceso fundamental para garantizar
que "solo queden las células mejores, las
más sanas, las eficientes"
CONDUCTOR
DESIGNADO
La Ley Nacional de Tránsito 24.449 establece 0,5 gr de alcohol por litro de sangre
para quien conduce vehículos particulares y 0,2 gr/l para conductores de motos.
Sin embargo, en las provincias de Córdoba, Salta, Tucumán,
La Rioja, Neuquén y Entre Ríos, el límite de alcoholemia es tolerancia 0.
La ruta Nacional 38 une el Gran Córdoba con San Miguel de
Tucumán, un trayecto que bordea Villa Carlos Paz, recorre todos los pueblos del
valle de Punilla, pasa por Villa Giardino bordea La Cumbre, San Esteban y
Capilla del Monte, para terminar en Charbonier.
Justo en la salida de una curva, el operativo detiene una
camioneta 4x4 para el control? lo guiaba el intendente del pueblo que salía de
una fiesta. El humor cordobés y un celular inmortalizó el momento de las
excusas al punto de trasformarlo en un sainete
con tonada cordobesa que se viralizó:
-Soy la primera
autoridad del departamento- dijo ante los uniformados mientras les exigía
el apellido a modo de amenaza. -Vos no
podés pasar sobre mi autoridá. No me podés hacer pasar vergüenza en toda la
provincia por ser un agente-
El oficial con un dejo de humor y hasta cierta ternura le
dice: - Mire caballero usted viene
ebrio, vamos hágase el control. Cuando me habla y me soplara en la cara se le
siente aliento etílico. Necesito que me acompañe-
-Queeee???? caballero
las pelotas!, io no soy caballero, soy el intendente!-
-Ah!!! Y eso lo
habilita?
- Siiiiiiiiiiiii, y
no estoy ebrio hermano, que voa estar! Me estoy curando la muela con alcohol y
no soplaré esa cosa. Ahorita voa llamar al gobernador?-
-Y pa que?
-Porque es una falta
e respeto, amigo mío, .vamo a ver que hacemos con vos-
-Ah!! Conmigo, ¿y que
quiere hacer conmigo?
Ante los infructuosos intentos con el cellar que nadie
respondió, alegó: - Esto es mala leche, no
es control, es mala leche, hermano-
Aun así le fue retenido el carnet, debió dejar el vehículo y
el juzgado le determinó una sustanciosa multa.
Desde la implementación de alcoholemia cero, en las rutas de Córdoba han disminuido un 35%
los accidentes.
Es importante provocar el contagio positivo de conductas, las redes sociales son sin duda
herramientas clave, son canales de comunicación cada vez más importantes en la
sociedad, donde la gente invierte su tiempo comentando experiencias y
participando activamente. Quien conduce no toma, el conductor designado,
si bebe no conduzca, si conduces después de haber bebido quizá debas
despedirte, el mejor sistema de seguridad de nuestros coches eres tú, el
alcohol crea nuevas realidades? creativas y variadas campañas que
debemos alentar y reproducir.
El alcoholismo no se hereda, se adquiere como conducta
social.
« He cometido una torpeza -reconoció- el vino no era nada indicado;
esos tragos se me han subido a la cabeza y la siento muy pesada; por así
decirlo, se me cae sobre el pecho, y mis pensamientos no son más que disparates
e ingeniosidades fuera de lugar de las que no debo fiarme? No sólo es absurdo
el planteamiento, es también absurdo suponer que el alcohol pueda resolverme la
angustia y otorgarme algo de felicidad"
"La Montaña mágica" Thomas Mann (Capitulo VI: Nieve)
1924- Edit S. Fischer Verlag. Alemania
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