8 de junio de 2019
En un año difícil, ¿aumentó el
trabajo de la Red Solidaria?
En este
momento, prácticamente no interesa cómo esté el país ni la economía, cuando el
frío llega se torna determinante para la gente que menos tiene. En Tandil, hace
frío durante gran parte del año, así que por ese lado sí.
Con la campaña Frío Cero estamos siempre intentando conseguir frazadas,
abrigos, mantas polar, cuadraditos tejidos y todo lo relacionado.
Lo que si hemos notado, es que pese a que el frío es el mismo, el pedido
mayoritario sigue siendo el de alimentos. Está en el primer puesto, no se lo
saca nadie.
El año pasado, a esta altura, teníamos tantos pedidos de frazadas que lo
priorizamos y pudimos darle casi cuatro a cada familia. Pero este año, es bien
notorio el cambio. No sé si las que les dimos el año pasado las siguen
teniendo, pero el pedido de alimentos es continuo.
¿Cómo tratan cada pedido dependiendo
de quienes están en situación de calle a los que tienen una vivienda?
El que está
en situación de calle es prioritario, pero en realidad en Tandil tratamos de
que esas cuestiones la contengan Desarrollo Social, ya que la Red Solidaria
solo puede derivar. Una vez que están contenidos, que transitoriamente van a
alguna pensión, si es posible les buscan algo para alquilar y a partir de allí
comienzan las necesidades sobre qué poner adentro.
De todos modos, la Red Solidaria atiende los casos de la gente que habita
viviendas precarias, donde el frío se siente mucho y donde también tienen
serios problemas con la humedad, que agudiza la sensación friolenta. Obviamente
no lo podemos solucionar, pero estamos intentando conseguir placas de telgopor
para poder aislar algunas camas o roperos que están en contacto directo con el
agua de las paredes y se trasladan como una esponja. O, cuando llueve, también
se les moja todo y las frazadas o colchones donados no se terminan de secar y
se pierden.
Son temas muy abarcativos, desde la red no podemos contener una situación tan
integral, pero intentamos encaminar algunas cuestiones de ayuda grupal, aunque
cuesta bastante.
¿Cómo viene la relación con el
Municipio y Desarrollo Social?
Desde que yo
tomé la gestión tenemos un diálogo. Yo entiendo que están haciendo un esfuerzo
por contener lo más posible. A las personas que nosotros ayudamos siempre les
preguntamos si tienen algún aporte de ese sector, y generalmente nos responden
que sí. El tema es que no alcanza.
Muchas veces, la gente que nos pide colchones, ya tuvo apoyo de Desarrollo
Social pero no es suficiente. Desde el área municipal pueden considerar que la
demanda es mucha y no pueden derivador todos los aportes a una sola familia,
sino que tienen que distribuir a otras.
Desde la Red no hacemos ese seguimiento y atendemos el caso, pero no manejamos
ese límite. Sí cruzamos información cuando los casos son muy graves.
Pero tenemos diálogo y es importante.
¿Desde dónde les llega el pedido?
En general
es la propia mamá la que nos escribe pidiendo lo que necesita. Es raro el caso
de que alguien nos escriba por situaciones que estén pasando terceros, pero
también ocurre. En oportunidades, quien necesita ayuda no tiene celular o
computadora y existe alguien que hace de portavoz, pero generalmente nos
contacta el propio damnificado.
En los últimos días se viralizó un
posteo de un hombre en situación de calle. ¿En Tandil se nota esa problemática?
Desde la Red
Solidaria no hemos notado un incremento de gente en situación de calle, puede
que estén surgiendo más porque es obvio que hay cada vez más gente que no está
pudiendo resolver su actual situación, su cero entrada de plata, falta de
trabajo. Entiendo que eso vaya en aumento, pero que nos haya llegado a la Red
casos de gente en la calle, al menos este año, no vemos un incremento.
Siempre se dice que Tandil es muy
solidario, ¿qué respuesta vienen
teniendo?
La gente
ayuda, eso se mantiene pese a las situaciones de cada uno. Estamos tratando de
tener más comunicación, también depende de nosotros hacer llegar los reclamos.
Creo que la gente de Tandil, cuando es por un caso puntual, es muy receptiva.
Cuando se pide en general, a lo mejor no hay una respuesta. Pero si se trata de
algo en particular, una enfermera que necesita una bicicleta para ir a
trabajar, un chico con cualquier problema, una casa incendiada, siempre hay
gente que llama enseguida para acercar, tenemos una gran respuesta.
Es uno de los pilares por los que Red Solidaria funciona, porque tenemos
respuesta de la gente.
¿Cómo tomás que pese al frío, la
mayor demanda sigue siendo la comida?
Entendemos
que esto nos excede, la solución a esta problemática tiene que ver con
políticas inclusivas. Sabemos que tenemos por delante un desafío que es poder
generar alguna manera de autogestión en las familias. Esto tiene que ver con
una cultura arraigada que vimos en otras generaciones y no resuelve el problema
de fondo, pero generar el propio alimento ayuda.
Para eso se necesitan algunos requisitos mínimos, como tener la fuerza para ir
afuera trabajar la tierra, que no la afecten malezas, mantener el cuidado de
una huerta. Y saber que no pudiste dormir por el frío, que tenes tu ropa
mojada, no te permite hacer otras labores.
Tendríamos que buscar la manera de ayudar a las familias desde ese lugar, desde
la autogestión. Con la Red trabajamos con las estufas de adobe, que te permiten
cocinar y ambientar con la misma energía. En ese caso deberías comprar solo
leña y no garrafas, lo cual te reduce un costo y te da un calor seco que te
genera menos bronquiolitis en el ambiente.
Hay cosas que se pueden hacer para que las familias, a un costo menor, puedan
generarse una mejora en la calidad de
vida.
Considero más valioso enseñarles eso a darles una salamandra. Creo que es un
camino. Obviamente no son personas acostumbradas a una labor ardua, pero eso
tiene que ver con una falta de cultura del trabajo. Aunque sabemos que desde Red Solidaria resulta muy ambicioso.
Los trabajos
territoriales resultan muy importantes. Hay cosas que desde los razonamientos
de uno, de clase media, no puede llegar a comprender las no acciones de ciertas personas. No
conocer su historia hace que desconozcamos las formas de llegarles. Estar con
ellos, ganarse su confianza.
Creemos que la gente desprecia la ayuda de uno, pero se nos escapa en la
situación que viven y los motivos por los que no la toman. Hay que estar en
contacto y vivenciar para poder comprender.
Falta trabajo de campo, entonces...
Sí, hay muy
pocas personas que están en el trabajo territorial, y eso es muy importante. He
visto cómo se logra una organización grupal, pero antes hay que atravesar
etapas, de crear confianza, motivación.
Creo que falta acercarse y confío en que es la solución. Con planes o subsidios
se ataca lo urgente, pero no el cambio de base.
¿Con qué proyectos continúan?
Seguimos con
las estufas de adobe, ahora estamos por hacer una para la Escuela 504 en una
jornada en la casa de uno de los alumnos. Continuamos con la campaña frío cero
y de colecta de pañales, más las jornadas a beneficio. En este momento es todo
lo que podemos abarcar.
Para hacer donaciones pueden acercarse al kiosko de Chacabuco y Belgrano, en
las farmacias con los pañales o que nos escriban a la página de Facebook.
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