4 de diciembre de 2020
En una sesión relativamente corta, el Senado
sancionó la Ley de Aporte Solidario y Extraordinario de las grandes fortunas
para paliar los efectos económicos de la pandemia de coronavirus. El Frente de
Todos cosechó 42 votos positivos frente a los 26 que colectó Juntos por el
Cambio. De esta manera, el Gobierno nacional estará en condiciones de recaudar
300 mil millones de pesos que deberán ser volcados a planes productivos y
sanitarios.
La iniciativa prevé el cobro de 2 por ciento a
los patrimonios de las personas físicas que hayan declarado hasta la fecha de
la promulgación de la ley un patrimonio de más de 200 millones de pesos. Esa
tasa se elevará al 2,25 por ciento en casos bienes por entre 300 y 400 millones
de pesos, al 2,50 por ciento entre 400 y 600 millones y al 2,75 por ciento
cuando sea de 600 a 800 millones. La tasa subirá al 3 por ciento cuando los
patrimonios oscilen entre 800 millones y 1.500 millones; al 3,25 por ciento
para el rango de 1.500 a 3.000 millones de pesos, y a partir de esa cifra será
del 3,5 por ciento.
El presidente de la Comisión de Presupuesto y
Hacienda del Senado, Carlos Caserio, fue el encargado de brindar los detalles
de los alcances de la norma que busca paliar los efectos de la pandemia de
coronavirus. En ese sentido, el senador cordobés dijo que va a generar un "gran
impulso" económico en Argentina. "Esta ley y estos recursos van a ser un gran
impulso para la Argentina", señaló y agregó que "es un aporte único que se
decide pedir en una situación excepcional" y remarcó que el país está "saliendo
de esta pandemia como se salió de algunas guerras mundiales, con miles de
muertos y las economías suficientemente desgastadas".
"Este aporte que solicitamos es para
ayudarnos a recuperar de la pandemia", insistió y agregó que "el Estado es una
herramienta fundamental". En ese sentido, afirmó que "si el Estado no hubiese
puesto el ATP, habría empresas que no le podían pagar a sus trabajadores".
Por otro lado, remarcó que el aporte "es
obligatorio, porque es por ley, pero lo solicitamos de buen modo". "Les pedimos
a los que más tienen un aporte solidario", aseveró y luego indicó que la medida
alcanzará a "diez mil o doce mil contribuyentes".
El primer opositor en hablar fue el senador
Martín Lousteau, quien consideró que la presión tributaria en la Argentina "no
va a generar trabajo" y agregó que "esta ley no es un aporte, es un impuesto",
al aseverar que "no existe tributariamente la palabra 'aporte' salvo para el
sistema de seguridad social".
"Si este es un impuesto extraordinario por
única vez, no entiendo cómo vamos a seguir financiando las cosas que están
listadas en la ley que realmente importan", agregó. En ese sentido, añadió que
"cada vez que el Estado quiere gastar más, crea un impuesto" y, como es
habitual en sus discursos, se preguntó si "¿no podríamos mejorar la gestión?".
Además, Lousteau cuestionó el número de
aportantes obligados por la ley: "¿Sólo diez mil casas que valen un millón de
dólares? Hagan bien los cálculos, muchachos. O mejoren la AFIP", dijo para
luego definir su condición de representante del neoliberalismo al señalar que
la Argentina "tiene pobreza récord. Con más de este Estado no vamos a
salir de la pobreza. Es el Estado, no la solidaridad. Para eso hay que
construir un buen Estado con un nivel de gasto adecuado", sentenció.
El resto de los opositores se concentró en
repetir que el incremento de impuesto ahuyenta las inversiones y que el aporte
extraordinario va en ese sentido.
"No estamos castigando a nadie, en
realidad estamos poniendo un tributo extraordinario a los privilegiados, no
todos, pero mucho de esos son privilegiados. Entonces, me parece justo,
necesario y ético porque en esta circunstancia los que más deben aportar son
los que más beneficios tuvieron en la actividad económica argentina",
indicó el peronista Oscar Parrilli.
El salteño y experonista Juan Carlos Romero
dijo que se oponía a la ley y, sorpresivamente, aseguró que no lo hacía en
defensa de los empresarios y menos de sus patrimonios. La fortuna de los Romero
en Salta es una de las más importantes y tal vez por eso consideró que la norma
tiene un trasfondo de "venganza".
Romero no se salió un milímetro del reiterado
discurso opositor a acusar al Gobierno de quitarle dinero a un sector para
beneficiar a otro. En ese sentido puso como ejemplo la corrección de los fondos
para el traspado de la Policía a la Ciudad de Buenos Aires: "Lo están
poniendo en práctica acá para darle a los más pobres", dijo sin
sonrojarse. Luego aclaró que eso no es jusitica sino revancha. Eso sí, nada
dijo del decreto por el cual el entonces presidente Macri le quitó dinero a las
provincias, incluso a la suya, para dársela a CABA.
El último opositor en hablar fue el radical
formoseño Luis Naidenoff no se diferenció de sus compañeros de bancada. Criticó
el aporte solidario porque dijo que es la salida que encontró el oficialismo a
los problemas que generó el Gobierno al extender la cuarentena. Como al pasar,
reconoció que hay una herencia pero no profundizó ni intentó hacerse cargo de
esa crisis que provocó el gobierno de Macri que el senador integró.
Naidenoff aseguró que el proyecto del oficialismo
sólo busca "tapar el ajuste o de lo contrario lo hubieran tratado antes y
no a esta altura del año". Luego comparó esta norma con la resolución 125
al equivocar la caracterización del sujeto al que afecta: "Lo están
haciendo con la gente de las grandes fortunas. Con este importe de 200 millones
de pesos, con la brecha del tipo de cambio y al no incluir el pasivo, están
afectando a muchos tipos que empujan en serio, que traccionan y generan
enriquecimiento en los pueblos. No se va contra los fondos en el exterior sino
con los que están en concursos porque no se considera el pasivo. Es un error
político. Esto es una traba a la producción".
Por último, la senadora Anabel Fernández
Sagasti fue la encargada de cerrar el debate. La mendocina destacó cómo la
oposición se mostró muy preocupada en defender a los ricos. "En ningún
momento hablaron del interés de la mayoría argentina. Estamos en crisis por la
pandemia mundial pero también la Argentina tuvo que afrontar esta crisis con
una economía híperendeudada con 55 por ciento de inflación, caída del PBI,
pérdica de empleo, cierre de Pymes. En ese contexto surge este aporte
solidario", indicó.
Fernández Sagasti le recordó a los opositores
que el Gobierno primero tuvo que darle "sustentabilidad a la deuda pública
que la oposición nos dejó como herencia para todos los argentinos. Luego se
paliaron los efectos inmediatos de la pandemia, invirtiendo en hospitales,
insumos, plus a los trabajadores de la salud, ayudas a las empresas. Acá nos
tildan de antiproductivistas, pero nos ocupamos de los trabajadores de las
empresas y a los trabajadores no registrados y desocupados. Finalmente nos
pusimos a trabajar en la vacuna al involucrarnos en cada uno de los proyectos
que había en el mundo para ser uno de los primeros países en tener la vacuna.
También pensamos en la pospandemia y eso está expresado en el presupuesto. En
ese marco decidimos invertir en salario, consumo y no en los intereses de la
deuda que ustedes nos heredaron", afirmó.
"Hay que desmitificar ciertas zonceras
que se repiten en este recinto como si fueran verdaderas. No pueden decirnos
por qué defienden el bolsillo de un puñado de multimillonarios", indicó
para luego detallar a quiénes alcanza este aporte solidario: "Los que
pagarán son unos 9300 personas humanas y no lo pagan las empresas sino los
contribuyentes que tienen grandes fortunas, sobre todo en el exterior".
La senadora por Mendoza señaló que de ese
universo hay 2800 que tienen un patrimonio entre 200 y 300 millones de pesos y
pagarán un promedio de 6 millones de pesos cada uno. Pero además destacó que
hay 256 contribuyente con patrimonio de más de 3 mil millones de pesos que
representa el 0,00056 por ciento de la población que aportará casi la mitad de
lo que se recuadará con el aporte extraordinario. La mayoría de esas fortunas
se encuentran en depósitos, títulos, acciones y sobre todo, están en el
exterior. Para los que hablan del campo, ninguno tendrá que vender nada, ni los
campos, porque de los 9300 contribuyentes los campos representan el 2,7 por
ciento de sus patrimonios", dijo y luego se fue a votar.
El resultado fue 42 votos a favor, entre los
que figuraron los de Carlos Menem y el puntado Adolfo Rodríguez Saá, y 26 en
contra donde apareció el voto de dos experonistas, el salteño Romero y el
santafesino Carlos Reutemann.
(FUENTE: PAGINA 12)
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