El Paraje El Carmen está situado en un punto intermedio entre lo que es De la Canal, Las Toscas e Iraola. "Siempre seguimos esos tres clubes, y fueron con los los que estuvimos mas vinculados. En el campo lo único que existía era el fútbol agrario. Y bueno jugábamos mucho al aire libre. A los 11 años cuando nos vinimos para la ciudad practicaba fútbol y básquet en Unión y Progreso", agregó.

El atletismo llegó a su vida a traves de una familia sinonimo de este deporte en Tandil: Los Ávila. "En la cuadra donde yo vivía, estaba la familia de Diego Ávila y sus tres hijas, Verónica, Claudia y Sandra, que realizaban atletismo, y bueno, así fue como ellos me iniciaron en este mundo. Era el año '82, empecé a realizar atletismo en la quinta La Florida. Con ellos también ibamos a la escuela Nº 11, yo venía del campo, de la escuela Nº53, donde cursé los primeros años de primaria".

Luego, la superposición de horarios entre varios deportes, lo hizo elegir el atletismo sin saber todavía que estaba a las puertas de una gran pasión que lo empuja hasta el presente.

"Mi primer competencia fue ese mismo año que empecé, en el 82. En un torneo que se realizaba en lo que era el BIMA, la Asociación Brigadier Martin Rodriguez, que estaba donde hoy está el Carrefour de Av. Del Valle. Y a partir de ahí seguí en el atletismo.  Como te decía antes, empecé atletismo en Unión y Progreso, pero luego nos fuimos con el grupo al BIMA en el año 87. Mi primer entrenador fue Silvio Bataia, con él estuvimos en Unión y en el Martín Rodriguez. Poco tiempo después empecé a correr por la Unicen con Luis Medina, y todavía sigue siendo mi casa", relató.

"Pucho",como lo llaman sus atletas, comenzó sus estudios secundarios en la Escuela Granja, pero en cuarto año se cambió a la Técnica para poder cumplir con los entrenamientos. Siempre fue muy responsable y comprometido con el entrenamiento.

"Me gustaba entrenar pero nunca fui un gran atleta, no tuve grandes resultados, ni nada. Pero algo había que me atrapaba, me llevaba, y que me decía que eso era lo que a mí me gustaba y me hacía bien", ponderó.

Rápidamente se dió cuenta que el atletismo era mas que un deporte en su vida. Le gustaba entrenar y empezó a formarse como instructor. Cada día la pasión se hacía mas grande.

"Empecé a estudiar en el Instituto y me fui metiendo cada día más. Luis Medina generosamente me cedió un espacio y yo lo aproveché. En el año 1993 empecé a entrenar en lo que era el terreno baldío que está atrás del Club Independiente, ahí empezamos las actividades. A la primer clase fueron 4 alumnos, pero seguimos convocando chicos hasta que en un momento hicimos un torneo intercolegial y, de golpe, teníamos 30 chicos. Así fué como empezamos a desarrollar ésta actividad. Para el año 95 tuvimos que transladarnos a lo que era el dique, que en ese momento estaba bastante fuera del circuito de lo que era la ciudad. Teníamos que esconder las vallas en el arroyo, todos los elementos de entrenamiento. Fue una etapa muy linda y muy folclórica, de empezar bien de abajo. También, antes, cuando estábamos atrás del Club Independiente, que se yo, para practicar salto en alto ibamos al garage de una casa que estaba a tres cuadras, teníamos las colchonetas y de ahí saltábamos. O el que tenía que dar clase de vallas se tenía que ir 5 cuadras con las vallas en la espalda para poder dar las clases. El terreno que teníamos ahí atrás, el pozo de arena, lo hicimos nosotros. Cuando nos transladamos al dique pensamos que muchos chicos no iban a ir porque quedaba lejos, pero entonces los padres confiaron, los chicos se iban en bicicleta igual. Fue muy lindo como se fue armando", relató.

"Después, a medida que se fueron dando los resultados, y buenas actuaciones de mis atletas, pudimos seguir creciendo. Yo hasta ahí seguí trabajando ad honorem en la universidad y después en el año 97 ya ingresé defitivamente. En ese momento Luis Medina era el jefe de equipo y por razones laborales tuvo que seguir con su otra actividad y dejó ese lugar para mí", indicó. En la casa de Altos Estudios se encontró con un equipo bárbaro compuesto por Juan Carlos Menchón, José Solimanto y otros grandes colegas.

"Luego, todo se fue dando solo. Fueron aparecieron buenos resultados y muy buenas actuaciones de los chicos. Todo eso me permitió seguir prefeccionándome,  hice infinidad de cursos.  En la Federación Mundial de Atletismo hice los de nivel 1, 2, 3 y hasta 4. Tuve la posibilidad de acceder a todos" dijo a El Diario de Tandil. Viajó a distintos países para perfeccionarse y se codeó con entrenadores y atletas Olímpicos.

"El hecho de tener atletas rankeados en las primeras posiciones me valió ir a muchos cursos y perfeccionamientos que ayudaron a mejorar mi trabajo. Ojo yo también he puesto un gran esfuerzo., desde todos lados para poder estar y aprovechar la oportunidad", dijo.

En todo este tiempo ha habido un avance significativo del atletismo en la ciudad y la Unicen ha contribuído en ello. "Para mí es un orgullo ver como ha crecido el atletismo en la universidad. Tenemos atletas en todas las áreas. Niños, jovenes, adultos. Pero, por la razón por la cual me siento más orgulloso en éste caso es porque, en el momento que yo entré era un sólo entrenador destinado al área de atletismo y hoy somos 5 personas que estamos trabajando en el área o sea que la movida del atletismo ha generado trabajo a otros atletas y además los chicos que están trabajando conmigo se han iniciado en las escuelas de iniciación, en la escuelita, con los atletas de alto rendimiento y están trasladando toda esa secuencia a los jóvenes que se inician", remarcó.

Todos tenemos a ese o esos maestros o profesores que quedan en nuestra memoria para siempre, por su pasión para enseñar la disciplina, por su paciencia, por su entrega. Parece que con Pucho pasa algo así. Sus pupilos lo quieren mucho. Se ganó ese respeto y sentimiento con mucho trabajo. Llueve o truene, él está siempre en la pista esperando a los y las atletas.

"Me marcaron mis maestras en la escuela de campo. La parte docente la empecé a mamar ahí, porque mis maestras muchas veces cuando llovía (era acceso de tierra) se venían en el camión de la leche, se subían al sulki que el vecino llevaba la leche hasta la ruta y se venían y nos daban clases igual. Esa vocación me llegó mucho y  trato por más que sea otra disciplina, de trasladar ese respeto por los alumnos o los deportistas", explicó.

Ese sentimiento es captado del otro lado. Marcos Dabos es amigo y entrena con él hace muchos años. Cuando le pedimos unas palabras sobre Pucho no dudó en responder: "Lo conozco desde hace más de 17 años y es una persona que es imposible no querer. Un ser apasionado en lo que hace y en lo personal, si en algún momento no estás bien y hablas con él, te da hasta lo que no tiene. A todos sus alumnos no sólo les enseña todo acerca de este lindo deporte que es el Atletismo, sino que enseña los valores de cómo manejarse en la vida, te dá el ejemplo de que nunca faltes a entrenar porque él siempre va a estar, llueva o truene, con mucho frío o calor, siempre presente para saludarte y darte la rutina diaria. Es una persona re contra expresiva y gestual, y en más de una ocasión te empieza a explicar algo y con sus ademanes le pega un manotazo al termo o tira el mate, o se le cae el celular (de hecho las empresas de telefonía móvil deben estar muy contentas con él como cliente). Su pasión y su vocación por lo que hace lo transforman en un referente a nivel nacional e internacional. En síntesis, es un personaje único al que quiero mucho ¡y es un ejemplo de trabajo y dedicación!".

Por otro lado, el "Vasco" Ochandorena lo tildó de "talibán". Luego agregó que "es el mejor entrenador. Un tipo de vanguardia, lee permanentemente, se capacita, estudia y está los 365 días del año a tu disposición. Por eso tiene la mayor cantidad de atletas que se destacan no sólo de Tandil, en todas las disciplinas: pista, calle, aventura, dua, tría y todas las disciplinas de atletismo".

Por último, hablamos con Juan Retondo, quien comentó: "Me entrena hace 10 años. Estoy siempre dispuesto a lo que él dice porque es una persona que sabe mucho sobre atletismo. Que no solamente trata de inculcar el deporte sino que lo transmite de una manera que te hace sentir parte del mismo así seas un corredor amateur, un corredor profesional, o simplemente alguien que quiere disfrutar de estar al aire libre. Y siempre con humildad. Y compromiso de trabajo. Una anécdota que me parece que lo pinta entero es cuando debuté en maratón en Rosario, y tuve la posibilidad de acompañar a Lujan Urrutia que se acababa de consagrar campeona argentina de maratón en Rosario en el 2016, y ni bien recibió el premio Luján, él lo tomó como algo más, nos volvimos de viaje comiendo sandwich de fiambre tomando gaseosa y mate como lo mas simple y común. Esa simpleza es la que lo identifica. Y fue un paso más para el crecimiento de Luján como atleta".

A "Pucho" le preguntamos por la actualidad del atletismo en la ciudad y comentó que "se ha ido mejorando año tras año, hay desarrollo.  Quizás nos falte mas en lo que respecta a iniciación deportiva, faltan centros donde los chicos puedan empezar a hacer atletismo, que eso es lo importante porque el atletismo es un deporte madre, base, que lo deben hacer todos los niños para mejorar su motricidad, y le dá herramientas para que más allá que hoy o mañana no sean atletas y practiquen otros deportes, eso puede ser muy beneficioso. Nosotros tenemos el caso por ejemplo de Rodrigo Bruni, quien hoy juega en Los Pumas al rugby, y practicó atletismo de chico en nuestra escuelita. Despues no siguió haciendo atletismo, pero creemos que esa base motriz le sirvió, más allá de por supuesto el importante trabajo que hicieron quienes le enseñaron a jugar al rugby, para mejorar como un atleta integral".

El propio Rodrigo Bruni recordó esta experiencia y le dijo a ElDiarioDeTandil: "Me acuerdo que iba a atletismo cuando era chico y la verdad que me sirvió muchísimo. Para aprender a correr, sobre todo. Fue el inicio de todo. Pucho era un profe bárbaro. Yo tenía 11 años mas o menos y recuerdo que íbamos todos los días con los chicos de mi barrio a correr. Tengo un gran recuerdo".

Pero su vida no sólo es el atletismo, también ha trabajado en otras disciplinas: "Mi contacto con otros deportes ha sido siempre muy fluído. Lo mío siempre fue el atletismo y sigue siendo el atletismo, eso siempre estuvo bien claro. Pero a través de algunos elementos que nosotros desarrollamos hemos podido ayudar. Yo puntualmente trabajé con fútbol en Ferro, en Gimnasia, en Grupo, en Santamarina durante procesos de Argentino A, colaboré cuando estaba Hugo Tenaglia de técnico, Gustavo Liggerini, Marcelo Corrente como preparador físico, estuvimos muy cerca de esos procesos. También trabajé con Juan Cía de técnico.  Así que siempre estuvimos ligados al deporte. Y después con trabajos puntuales de algunos deportistas que estaban jugando afuera, y lo hacen, a veces con chicos de rugby que vienen a hacer su pretemporada. Por supuesto con chicos de triatlón o duatlón que también a veces vienen y los ayudamos. Entonces, lo mío es el atletismo, pero siempre vemos que hay puntos de contacto y lugares en los que podemos ayudar a muchos deportistas. Hoy por hoy te cuento que estoy contribuyendo con un grupo de jugadores puntuales, que están mejorando su calidad física con vistas a ir a jugar al fútbol profesional de Argentina y del exterior. Es un grupo de 7 chicos, muy educados, muy lindo grupo, y a mí eso me llena de energía", dijo sobre su trabajo actualmente.

Sobre la masiva presencia de atletas y "runners" en la ciudad, indicó: "En éste ultimo tiempo se ha dado un gran crecimiento en cuanto a la gente grande, y de mediana edad, que se está volcando a la actividad, participando en competencias de calle, de aventura. Eso marca la conciencia que ha tomado nuestra sociedad del cuidado del cuerpo y de la salud a través de la actividad física, que es el principal instrumento para eso. Así que en cuanto a eso uno tiene que seguir difundiendo y educando que por ahí esa adrenalina que crea el descubrir esa actividad física que lo hace sentir tan bien a uno a veces también lo lleva a cometer algunos excesos que después en lugar de mejorar nuestra salud la estamos estropeando por otro lado. Pero realmente eso es muy bueno porque habla de una sociedad que quiere estar mejor,  que quiere alargar su expectativa de vida, y eso está muy bueno. También porque el deporte tiene un carácter muy imitativo esencialmente, entonces si los hijos ven a los padres practicar deportes va a ser contagioso".

Su grandeza como entrenador también se asienta en las distinciones que logró todos estos años. Como por ejemplo, el premio Baron Pierre de Coubertin.

Para él siempre es mas importate que disfruten y crezcan sus atletas. Ese es su objetivo.  Podemos mencionar a grandes deportistas que pasaron por sus manos, como Lujan Urrutia, Sergio Hoffman, Diego Simon, Bernardita Girolami, Juani Redolatti, Ulises Sanguinetti y muchos más que entrenan día a día para mejorar y superarse a ellos mismos. Pero sin dudas su mayor trofeo es la familia. Volver de la pista y encontrarse con su mujer Florencia, y sus tres hijos, Bautista, Manuel y Elena. Esa es la mejor carrera del día.