Me tranquilicé, seguí manejando mientras pensaba que la mayoría de nosotros transcurre sus días sin detenerse a pensar la cantidad de cosas que no están bien, pero terminamos naturalizando.

Más adelante, me desviaron frente a la casa velatoria de Avellaneda, porque estaban rompiendo el boulevard que hicieron hace poquito. Seguramente la mayoría de la gente pasa y no se detiene a pensar en el detalle, pero ya hemos planteado en esta sección que es una vergüenza - ¡UNA VERGÜENZA!) - la cantidad de obras nuevas que se están rompiendo para reparar. Insisto con la pregunta que hice hace dos semanas ¿QUIÉN PAGA?, ¿Nadie de la oposición pide explicaciones?

Son muchas las obras mal ejecutadas, Buzón, Acceso a Cerro Leones, Larrea, Avellaneda, Santamarina? ¿no es demasiado, muchachos?

Al final me calenté y me volví pensando que terminamos naturalizando un montón de cosas que están mal y que trataré de ordenarlas para ocuparme una por una de ellas en esta sección.

Casi llegando a casa, los recolectores de residuos, como hay que llamarlos ahora para que no se enojen, agarran una caja de la puerta del café de La Uni y se les rompe debido a su peso por las botellas que contenía. El RECOLECTOR soltó la caja que quedó desparramada en el cordón de la vereda. Entonces pensé: "A todo el mundo le importa todo un pito". El de la Uni que saca botellas sabiendo que no se puede y al señor recolector que en represalia deja tirada la caja con el riesgo que eso implica.

Legué a casa y me puse a escribir estas líneas, pero con el firme propósito de volver sobre cada tema en profundidad.