NOTA DE TAPA
18/02/2018
A inicios del siglo, llegaba a mi casa transitando Garibaldi desde 14 de Julio. Era todo barrio, casa bajas, chalecitos, algunas más sencillas otras más antiguas, algunas abandonadas. Casi sin darme cuenta empezaron a surgir demoliciones y edificios de departamentos o condominios a razón de 1 por cuadra. Cambió toda la fisonomía de mi trayecto. Y de mi barrio.
Esta vez ensayé una recorrida para "comprender" el
fenómeno que excede al área urbana central.
En mi propia manzana, en noviembre 2017 comenzaron
4 obras a la vez: una sobre Garibaldi, otra casi pegada a mi esquina sobre 11
de Setiembre, una en la esquina de Las Heras y 11 de Setiembre y otra a mitad
de cuadra sobre Las Heras. Un mínimo de 16 departamentos en cada caso.
Ya el movimiento es diferente, autos, bolsas de
residuos, ruido. Y las casitas tradicionales quedan encerradas entre
edificaciones de 4 o 5 pisos... donde podemos contar hasta 19 medidores.
¿Dónde se van los barrios?
La última década,
entre las restricciones al mercado
cambiario, la elevada inflación, la consecuente desconfianza en el peso como
reserva de valor y la baja sofisticación de muchos inversores locales, reflotó
con énfasis la vieja fórmula de refugiarse
en ladrillos.
Un sistema de
ahorro, al que los tandilenses -por ADN- siempre hemos sido adictos. Así las
cosas, la inversión inmobiliaria, transformó el paisaje urbano. En el área del
centro, nacieron cocheras -que perece resultan muy rentables- y torres
altísimas a razón de 1½ por manzana
dentro de las 4 avenidas.
Pero la sorpresa
está en los barrios.
Cerca de alguna
avenida (Colón, Marconi, Machado, Balbín, Rivadavia,) las máquinas demuelen en
un santiamén para colocar las defensas de chapa y madera, los containers y...el
cartel. Frente y contrafrente, uno y dos dormitorios.
La característica
es una entrada importante para acceder con el vehículo hasta el fondo, y una
retahíla de pequeñas unidades con balcón -en algunos casos- o un micro patio en
los de planta baja.
Parejas muy
jóvenes, estudiantes que alquilan, o los propios dueños de la "antigua casa"
que reciben a modo de pago por el terreno original...2 departamentos. En cierta
época de la vida, tener algo más pequeño y fácil de mantener, y alquilar el
otro como un ingreso extra, no deja de ser una buena idea.
Este URBANISMO espontáneo, aporta nuevas formas de vida y
vecindad.
Como lo que se
busca es una rotación rápida del dinero y su ganancia, son muy escasos los
departamentos de 3 dormitorios. Lo máximo son 3 ambientes: 2 dormitorios +
living comedor, o 2 ambientes: 1
dormitorio + living-cocina (se obvia que siempre hay un baño), o directamente
un MONOAMBIENTE de 38- 40 m2.
Nuevas formas de
vivir, con buena luz, cerramientos eficientes y pocas paredes.
EL BARRIO Y
SU IDENTIDAD
El barrio siempre
ha sido un elemento estratégico para las políticas sociales, es la escala
básica a partir de la cual se enfrentan objetivos de regeneración urbana y las
agendas morales sobre ciudadanía y cohesión.
Cuando en Tandil,
hablamos de "barrio" no nos alejamos mucho del centro, unas 15 cuadras y ya
estamos en "un barrio". Ese entorno con
vecinos de toda la vida, familias que hasta tuvieron su negocio adelante, que
ampliaron para que uno de los hijos viviera, o el primer fenómeno que fue dividir
la propiedad en tres para "alquilar tipo departamento". Así resultan frecuentes
esos pasillos estrechos y profundos -servidumbre de paso- que llevan hasta el pulmón de manzana donde
la antigua casa logró parir dos departamentos ajustados.
Esa levedad no
marcó drásticamente diferencias de comportamiento, pero si comenzaron a señalar
una enorme ambigüedad conceptual y el problema de su delimitación.
Un BARRIO, es un
sistema histórico común, con vidas conocidas y respetos valorados.
Un BARRIO tiene
componentes que evolucionaron contemporáneamente, que se reconocen y se saludan
aún si pasan los años.
Un BARRIO es ese
lugar donde centramos los recuerdos, tanto individuales como de grupo, donde
los integrantes tienen la cualidad de la
duración, si, la de mantener en el tiempo hasta ciertas costumbres, que no
son más que la representación acumulada de experiencias colectivas que vienen
del pasado y se extienden a través de tiempo, aunque los individuos vayan y
vengan siempre.
Pero no existe
una definición específica para BARRIO.
El asunto residió
siempre en el problema de la delimitación: ¿dónde empieza y termina un barrio?
¿Cómo delimitar unidades de intervención barriales si no existe una definición
explícita de barrio?
El barrio era
considerado como el refugio de la comunidad que lo transitaba, lo vivía y lo
compartía. Sobre todo en ciudades de hasta 100 mil habitantes.
Como verán, he
cambiado el tiempo verbal, de presente a pasado. Porque justamente este
espíritu comunitario del barrio es lo que hoy vemos en proceso de retirada
debido a la aceleración de la vida urbana moderna y el recambio de estructuras,
edificios, vecinos, y una dinámica ajustada a lo que dure el contrato de
alquiler.
Para algunos
teóricos como Lefebvre (De lo rural a lo
urbano): "la sustitución de contactos primarios por secundarios, el
debilitamiento de los vínculos de parentesco y la decadencia de la
significación social de la familia, la desaparición del vecindario y la
socavación de las bases tradicionales de la solidaridad social poseen efectos
directos en las conductas cotidianas y en el bienestar tan deseado". Y bien podemos aceptar que esta
ideología barrial explica la fuerte carga nostálgica que hasta el día de hoy
tiene el concepto de barrio. Lo pensamos como era antes. Lo añoramos viendo las
postales de nuestro recuerdo, lo recordamos mucho más perfecto de lo que en
verdad fue.
¿Debemos
preocuparnos por esta mutación?
Si reflexionamos,
qué defensa tenemos ante la pérdida de esos valores barriales que parten
llevándose nuestra historia cuando llegan nuevos edificios que nos encierran,
nos intimidan quitándonos intimidad, nos abruman las veredas y
saturan las calle de vehículos y bolsas de basura, sumando el ruido que se
queda a vivir, la respuesta es: ninguna
defensa.
A eso se lo suele
llamar PROGRESO. Yo elijo otra palabra: CRECIMIENTO abrupto y ajeno a la
planificación.
UNA FUERZA QUE EXPANDE
¿Por qué la
expansión de los barrios hacia la periferia?
Por el valor de
los terrenos en el área central o en las zonas de mayor valor paisajístico.
¿Qué ocurrirá con
las cargas territoriales si el boom continúa a este ritmo? Es difícil
predecirlo, porque el PDOT sostiene valores que para estos barrios se respetan,
no es eso un impedimento.
Lo que sí,
seguramente debemos recalcular, es que el BARRIO, ya no será lo que era. Y no
requiere una generación para cambiar, ahora en menos de 10 años, los paradigmas
se dan vuelta y muestran otras caras, otras problemáticas, otras incógnitas.
Una recorrida por
Belgrano de 1200 a 1400, me dio una repentina dimensión desconocida, siendo que
soy clienta y compro en Calabaza: el último tiempo casi no se puede estacionar
porque no hay más lugar.
Para la dueña de
la dietética, o la del negocio de artística, o el propio supermercado...
"ahora está terrible, antes era fantástico. La gente venía porque era fácil
estacionar, siempre todo lleno"
Toco timbre al
azar, y Betty me dice: " 60 años que vivo acá, ahora te tapan el
garaje, mi hija no puede estacionar, y cuando hay farra en la cervecería, ni te
digo!! Son las 3 de la mañana y el ruido no para, hace cuenta que vivimos en el
centro ¡con lo tranquilo que era esto! Ah, la basura, otro problema, ahí en el
condominio viven muchos jóvenes, ni se enteran que día es, sacan la bolsa y las
botellas sueltas el sábado, un desparramo terrible. ¿Viste que en la esquina
ahora hay una librería? Bueno, imagínate, ni los que viven acá pueden parar ni
los que vienen a comprar".
Doblando para mi
regreso presto atención a las "casitas" tradicionales que tienen carteles de
VENTA: Típicas de los años 50/60. Candidatas a ser reemplazadas por nuevos
emprendimientos inmobiliarios.
Sobre 11 de setiembre hacia Marconi hay un enorme
edificio ya terminado y habitado sobre vereda impar y otro demorado, detenido a medio hacer desde hace
tiempo, sobre la vereda par. Yo hace
rato perdí la postal de LAS ÁNIMAS, que desde mi bowindow disfrutaba con
placer.
En Roca al 1055
tomé fotos de un desarrollo importante, con la tipología de condominio.
Prolijo, recostado sobre la vereda impar, con lindo parquizado y una entrada
interesante. El panel de medidores me indica
12 unidades.
Todo lo que
fotografié en esta nota, está comprendido en tan solo 3 manzanas.
CONDOMINIOS
Ahora la
tendencia es llamar "condominio" y no edificio de departamentos. Veamos porqué.
Se denominan
condominios los grupos de unidades construidas como parte de un conjunto de
casas que cuentan siempre con el mismo estilo y se soportan una a la otra,
compartiendo el mismo espacio e incluso haciendo uso de una misma pared
divisoria entre una vivienda y la siguiente.
Cuando pensamos
en imágenes comunes de este tipo de casas, el retrato más popular es el de las
típicas viviendas inglesas de los suburbios, o las hermosas casonas de estilo
victoriano de los barrios más pudientes que vemos en las películas.
Pese a que
hablamos de un espacio en común donde habitan muchas familias, es importante
que diferenciemos una casa en serie, de un condominio con una vivienda
multifamiliar. Las casas seriadas suelen ser todas independientes una de la
otra, y solo comparten los espacios comunes como jardines delanteros, parques y
pileta. También las de mayor nivel y costo pueden contar con salón de usos
múltiples, parrillas, e incluso sauna o gimnasio.
Como grupo de
viviendas, un condominio de casas en serie es siempre un ente único,
independiente, y funcional, ya que cada uno puede tener su propia arquitectura,
conformación y número de casas, así como tamaño y configuración del lote
general. Los condominios mas habituales, comparten medianeras, generalmente
funcionan en duplex, la entrada a cada unidad dispone de sendas para dejar el
auto y el verde circundante le da amplitud y calidad de hábitat.
No solo "es moda"
sino que suma varios beneficios: son mucho más fáciles de adquirir, ya que el
diseño, estilo y construcción ha sido pensado por la empresa desarrolladora,
ofreciendo por su cercanía un mayor sentido de comunidad con los vecinos. Estos
tipos de construcción, resultan más seguros porque no hay que preocuparse por
los costados de la propiedad.
Son viviendas de
reducido tamaño en relación al terreno, que brindan luz y verde dando sensación
de espacio.
Como todo, el compartir áreas comunes, nos lleva a
reducir la privacidad y tolerar mayor
ruido.
Mi curiosidad me
sugiere investigar la oferta de
MONOAMBIENTES.
UNA VIDA
SIN PAREDES
Una tendencia
mundial: vivir en menos metros con concepto ABIERTO.
No nace
casualmente ni se instala porque no tenga beneficios. Es exactamente al revés,
resulta natural por la evolución de los centros urbanos y la actividad comercial.
El crecimiento de
las ciudades ha sido abordado desde la mitad del siglo XVIII, y se relaciona
con las etapas de crecimiento de una región y la productividad de sus regiones
circundantes junto a sus patrones comerciales. En las ciudades, existen rutas comerciales que focalizan zonas y avenidas con actividad netamente comercial,
estas rutas sobrellevan una carga de circulación y de atractivos que se
desplazan e inciden -de alguna manera-
a las calles laterales cercanas.
Los procesos que
intervienen en la conformación de una ciudad son diversos y son muy complejos,
no es lo que simplemente se ve, sino también lo que se oculta. Muchas veces un
cambio de paradigma, la instalación de un hipermercado, el arraigo de un centro
de salud o un colegio, definen nuevas funciones que atraen a ciertas zonas.
Esto también
lleva consigo el aumento del precio de la tierra.
Hoy los humanos
-fenómeno evidente en países muy desarrollados o en zonas cuyos habitantes
poseen cierta cultura más dinámica y abierta-
requieren espacios con MENOS METROS CUADRADOS y MENOS PAREDES.
Los hábitats son
abiertos, solo puertas para el baño, o el área de guardado, y el resto...
divisiones nada formales. Integración de todos los ambientes, mucha luz y
mobiliario versátil.
Concepto abierto, Open Plan, zonas diáfanas. Son muchos los términos que se usan para
describir esta tendencia decorativa en el diseño y en la estructura de una
vivienda. Podemos decir que una casa de concepto
abierto es aquella que mantiene parte de sus estancias unidas sin necesidad
de tabiques de por medio. Sobre todo aquellos que antiguamente separaban
comedor, living y cocina. Estos tres ambientes en el concepto abierto suelen
crear lo que también denominamos Living Room y que hace referencia a la zona pública de la casa. Ahora también
se integra el DORMITORIO. Ya no
existe zona pública o privada.
En los lofts o
estudios con pocos metros cuadrados, podemos encontrar que el dormitorio está
integrado en este mismo espacio, siendo el baño la única estancia con separación
física.
La sutil
delimitación entre los diferentes ambientes suele hacerse mediante muebles,
alfombras, el color o incluso la iluminación, pero nunca con paredes. Lo máximo
que puede usarse, en el caso de necesitarlo, son pilares o columnas.
Esta modalidad,
es la nueva tendencia, y una solución única para espacios pequeños.
Hay que mencionar
que en las viviendas tradicionales, el living era un lugar de escaso uso, o el
famoso comedor de visitas, siendo
que la zona más habitada resultaba el comedor diario, siempre al lado de la
cocina, incluso hasta para ver televisión. Aquellos antiguos pasillos entre
cuartos y los recovecos ociosos, hoy serían un lujo de metros descartados. Ya
no se usan más, y hasta el mobiliario se define funcionalmente diverso. La
calefacción y la refrigeración resultan más eficientes porque no deben chocar
con paredes ni laberintos y la simplicidad del mantenimiento los vuelve
cómodos, divertidos y amigables.
Antes de la 2°
Guerra Mundial, el genial arquitecto de todos los tiempos Frank Lloyd Wright
dijo en un reportaje: "Cada casa es una misión, yo estoy
construyendo casas que predicen el fin del presente orden social."
Así como el
concepto de vivienda cambia, nos encontramos con mobiliario de materiales
novedosos, revestimientos más sencillos y reciclados, y la enorme capacidad de
reinventar el espacio para vivir.
Ente estas
tendencias, es natural que las viviendas tradicionales, las divisiones
familiares por sucesión de herederos, reformulen la idea de hábitat.
La decoración pasa
a tener un rol fundamental, porque telas
que corren por rieles separan sin separar, cortinas regulables moderan la luz y
la intimidad y los gabinetes de pequeñas cocinas resultan tan eficientes como
si poseyeran el triple de lugar. Los guardarropas permanecen a la vista con
canastos y cajas de colores, o alguna puerta con rieles que soporta un espejo.
No podemos
separar estas tendencias de nuestro inicio de la nota ¿Dónde
han ido los barrios?
Probablemente se
hayan desvanecido lentamente en el recuerdo, en el pasado, en estas burbujas de
futuro que no dejan de ser un desafío.
Tal vez, el
cambio de hábitat por otros más eficientes, esos que se denominan CASAS PASIVAS, sea también la solución
para lidiar con los costos energéticos y de mantenimiento.
CASAS PASIVAS
Henry David Thoreau, por 1850, siendo filósofo,
poeta y escritor, decidió plantar una
semilla de libertad y lucha por los derechos civiles en EEUU. Su obra magnífica
LA DESOBEDIENCIA CIVIL, sirvió de inspiración a Gandhi, a Martin Luther King y
a Mandela. Ya hace más de 170 años auguraba: "De qué sirve una casa sino se cuenta con un planeta tolerable donde
situarla."
La construcción
de casas sostenibles en los últimos años no solo es una apuesta obligada de la Unión Europea, cuyos edificios
consumen el 40 % de la energía y son responsables del 35 % de las emisiones de
gases de efecto invernadero, sino de muchos diseñadores y arquitectos como el
joven belga Vincent Callebaut, con su propuesta Paris Smart City 2050, o el
malasio Ken Yeang, con más de 200 proyectos para unificar las nuevas
tecnologías con la naturaleza.
Es el momento de
pensar una sociedad capaz de autoabastecerse con energías renovables y
convertir las ciudades (grandes o chicas) en ejemplos de sustentabilidad. Y
esto no es ciencia ficción, ya estamos viendo cosas increíbles.
Las CASAS MÓVILES
no son alienígenas. La conciencia de que la propiedad es en realidad un lastre
y que en una sociedad móvil -como
pretende la globalización- echar raíces
es tan sencillo como levantarlas, puede parecer de difícil asimilación. Y, sin
embargo, es hacia esa existencia NO permanente, hacia donde apunta la
arquitectura prefabricada. Un signo de los tiempos que a algunos resulta
utópico y a otros distópico. Ya sabemos que hay cosas que tardan en enraizar,
pero lo hacen. Tal vez empiece como una 2° residencia en un lago o en las
sierras, y luego de transforme en la residencia habitual. Estas joyas son
móviles.
THE HOUL HOUSE:
Paneles y colectores solares, aprovechamiento de la energía geotérmica existente
en el suelo mediante perforaciones, Simon
Winstanley Architects (escoceses) diseñaron y construyeron esta casa de una
sola planta en acero y marcos de madera, con paredes revestidas en cedro. Las
ventanas de triple cristal son de altísima eficiencia. The Houl, es una casa larga contemporánea de una sola
planta que es recesiva en el paisaje, sostenible en su construcción y logra una
clasificación cero carbono mediante
el uso de niveles muy altos de aislamiento, ventilación de recuperación de
calor de toda la casa, bomba de calor de fuente de aire y una turbina eólica
más doble circuito de agua para reciclar las lluvias y purificar el agua de las
descargas.
BIOCLIMÁTICAS
Las casas pasivas son casas que utilizan recursos
de la arquitectura bioclimática, pero que combinan ésta con una eficiencia
energética sin igual: son casas herméticas.
Las ventanas existen para que entre la luz y
pueden abrirse, aunque no se hace para evitar que se escape el calor o el
fresco... si afuera el clima es tórrido. Gracias a
un espesor considerable de aislamiento térmico, las casas pasivas sufren una
pérdida de calor muy limitada. Las necesidades de calefacción son casi nulas y
si por latitud fuera necesario un aporte de calefacción: un suelo radiante
eléctrico de bajo consumo en los baños, o una estufa de aire caliente logrado
por biomasa es suficiente. No hay sistemas de calefacción tradicional.
Las puertas y ventanas son -desde un punto de vista
térmico- el punto débil de la construcción en el sentido de que son una fuente
importante de pérdidas de calor o frío, pero los vidrios triples más los
contactos herméticos resuelven el problema. La renovación del aire se realiza a
través de un sistema de ventilación con un intercambiador de calor, que renueva
el aire evitando que se escape el calor con él.
Poseen un diseño inteligente y bioclimático. Una
casa solar pasiva bien diseñada, tendrá temperaturas agradables constantes en
el interior durante todo el año y hará un buen uso de la luz natural. Por lo
tanto, requerirá menos energía para calentar, enfriar y alumbrar que una casa
convencional.
Hay nuevos sistemas que no requieren cortinas,
pues a un impulso eléctrico, el centro del vidrio triple de las aberturas se vuelve oscuro en rangos
variables. Los desarrollos más notorios corresponden a Suecia, Noruega y
Finlandia. No superan los 180m2 y plantean mobiliarios cálidos, sencillos,
coloridos y funcionales. Los espacios de guardado se esconden creativamente y
brindan un enorme bienestar con un mínimo mantenimiento.
El futuro está aquí. Tal vez "haya que cambiar para que nada cambie (1)"
GATOPARDISMO NECESARIO
Desde mediados de
1800 y por casi cien años, Palermo, esa bella y particular ciudad Siciliana
sufrió los embates de la iglesia y las tensiones políticas.
La novela escrita
por Giuseppe de Lampedusa, toma la figura del "gattopardo", porque es un lince,
medio lobo, medio leopardo jaspeado que forma parte del escudo de armas de la
familia Salina, cuyo príncipe - Fabrizio
Corbera, protagonista de la historia-
debe luchar, claudicar y negociar con Garibaldi y con la propia
Iglesia de Roma, en pos de la unificación italiana.
En la bella
región del sur italiano, entre Palermo y Nápoles, entre naranjos, colinas, mar
azul y conventos (hoy muchos de ellos palacios privados), el siglo XIX provocó
un enorme cisma, que aún hoy forma parte de una historia plagada de incertezas.
(1) Vale el
término de "gatopardismo", emergente de una expresión atribuida al Príncipe de Salina "Si
queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie" (en
italiano: "Se vogliamo che tutto
rimanga come è, bisogna che tutto cambi"). Esta frase simboliza la
capacidad de mutar para no morir, de cambiar para continuar, de reinventarse
para no desaparecer.
Seleccioné este
fragmento que describe el trayecto desde las villas aristocráticas hasta el
centro de Palermo, allá por mayo de 1860. Auguro sea un toque acertado para un
cierre más o menos digno:
"Ahora la calle descendía en
ligera pendiente y se divisaba la cercana Palermo sumida en la oscuridad. Las
casas bajas y apretadas, oprimidas por la desmesurada mole de los conventos;
éstos eran decenas, todos gigantescos, a menudo agrupados en conjuntos de dos o
de tres, conventos de hombres y de mujeres, conventos de ricos y conventos de
pobres, conventos nobles y conventos plebeyos, conventos de Jesuitas, de
Benedictinos, de Franciscanos, de Capuchinos, de Carmelitas, de Redentoristas,
de Agustinos, Desmedradas cúpulas de
curvas imprecisas, semejantes a senos ya sin leche, se alzaban aún más alto,
pero eran ellos, los conventos, los que conferían a la ciudad su aspecto
sombrío, su carácter, su decoro y al
mismo tiempo ese tono fúnebre que ni la frenética luz siciliana conseguía
disipar"
"El Gatopardo" -
Giuseppe Tomasi di Lampedusa (Edicion Altaya 1996)
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