A su vez en referencia al impacto que va a tener en la ciudad explicó que "es importante tomar la dimensión de que el cierre de Fanazul va a complicar a todos los azuleños y va a repercutir directamente en la economía. Por suerte los trabajadores han logrado esa unión y le demostraron a este gobierno individualista, que la lucha colectiva es lo que va realmente a modificar las cosas. Sabemos que es muy difícil sostener estos procesos durante mucho tiempo, por eso las organizaciones populares estamos apoyándolo".

En este sentido afirmó que "Azul es una ciudad con 50 mil habitantes, y no hay grandes empresas que generen trabajo. Será muy difícil que estas 250 personas puedan insertarse en el mercado laboral".

Respecto a la colaboración del intendente, Lehrmann afirmó que "el intendente de Azul hizo oídos sordos y ocultó información para los trabajadores. No se hizo nada para ayudarlos y mucho menos para evitar que esto ocurriera. El intendente demostró ser un títere del gobierno provincial y nacional".

Por su parte Juan Arrizabalaga, referente de Patria Grande en Tandil aclaró que "el cierre de Fanazul sólo puede entenderse como una estrategia del gobierno para ajustar el estado y pagar los intereses de deuda que se generaron en estos dos últimos años. El único proyecto que tiene Cambiemos es seguir achicando el estado, sacándole la plata a los sectores populares y aceptar ciegamente las recomendaciones del FMI".

A su vez explicó que "también hay que enmarcarlo en un claro proceso de desindustrialización, en donde se privilegia la importación a la generación de productos nacionales. Acá más cerca tenemos la crisis que atraviesa Metalúrgica Tandil y todas las metalúrgicas y claramente, con la continuidad de estas políticas económicas la situación será cada día peor para el sector industrial".