HISTORIA DE EMPRENDEDORES
14/09/2017
Los invitamos a conocer la historia de vecinos que desafiaron sus límites en virtud de ideas e impulsos que vayan uno a saber donde surgen. En esta primera edición les presentamos al Ing. Federico Filip, uno de los dueños de El Mundo del Dulce de Leche y figura destacada del joven emprendedorismo local.
por
Mauro Carlucho
Federico es porteño y todavía no hace una década que vive en
la ciudad de Tandil, pero en este corto tiempo supo ganarse un lugar de
privilegio en el complejo entramado local delimitado por la Universidad, el
gobierno municipal, las organizaciones intermedias y las unidades productivas.
Fiel a su espíritu, tiene varios emprendimientos en marcha y
además asesora a empresas y pymes sobre innovación y creatividad. Conceptos
centrales y omnipresentes en su trayectoria. Es docente en la facultad y da
charlas en distintos foros empresariales y catedráticos.
El limonero
Su infancia la vivió en el barrio de Lugano, en el límite de
la Capital Federal y el conurbano bonaerense. Primero en un departamento y
luego, cuando sus padres fueron progresando en el laburo, se mudaron a una
casa.
Este fue un cambio trascendental. Ahora tenían un patio para
jugar y para descubrir junto a sus hermanos. Un día, haciendo las compras con
su madre en el barrio, vio que en la verdulería había limones muy parecidos a
los que crecían en el limonero del patio. Apenas tenía 6 o 7 años cuando se
trepó al árbol, bajó los limones necesarios para llenar una bolsa, se subió a
la bici y salió a ofrecerlos por el barrio.
Desde muy chico tuvo esa curiosidad y ese interés por hacer
algo diferente. Lo más llamativo de todo era que Federico no se quedaba con la
idea en la cabeza sino que iba y lo realizaba. El objetivo era concretar estos
impulsos.
Cuando finalizó la escuela secundaria se anotó en la carrera
de Ingeniería Industrial, quizás influido por su padre. Al cabo de 7 años
obtuvo el título y viajó a Europa para realizar un posgrado en Innovación.
Todavía no llegaba a los 30 años y ya sabía lo que quería.
Había encontrado un nicho para laburar en lo que lo apasiona y también se dio
cuenta que no quería vivir más en la Capital. Para ese entonces ya estaba en pareja
con Luciana y se lanzaron a la búsqueda de un nuevo lugar donde poder
desarrollar su trabajo sin el agobio de la city porteña.
Tandil
Nunca es fácil empezar de cero y menos en un lugar donde no
conocemos prácticamente a nadie. Pero venir a Tandil en esta época fue una de
sus mejores decisiones.
En la nueva ciudad encontraron un entorno estimulante y el
acceso a determinados círculos que potenciaron sus cualidades. Federico habla
de optimizar tiempos, de disfrutar la vida en familia, de una ciudad pujante y
sobre todo de oportunidades.
En estos años que llevan en la ciudad, Federico y Luciana fueron
generando distintas unidades de negocios y entablando relaciones con pymes,
empresas y emprendedores de Tandil y la zona. Federico asesora y da conferencias
por toda la Argentina.
El mundo del dulce de
leche
En su charla TEDx,
denominada "La ingeniería del rebusque" se presentó como el promotor del primer
lugar temático del producto más rico de todos: el dulce de leche. El local
ubicado en avenida Alvear es quizás uno de los puntos más llamativos dentro del
circuito turístico comercial.
Bien como dice Federico, el Mundo del Dulce de Leche es el
primer negocio en su especie. Se le ocurrió a principios del 2013, pero la idea
comienza a germinar 4 o 5 años antes cuando sus amigos le encargaron que lleve
el postre para la peña. El pibe entró al supermercado, fue pasando por las
góndolas relacionadas y en determinado momento se paró frente a los dulces.
Observó a la distancia y vio que había una variedad muy importante. Compró 14
potes distintos y organizó una cata privada para toda la barra.
Luego, años después, entrando a un local temático en EEUU,
se acordó de la cata en lo de su amigo Ariel y nació el proyecto. No pasaron ni
tres meses que ya habían abierto el local.
El proyecto se impuso de inmediato, se trata de un negocio
que llama la atención y difícilmente se nos pase por alto cuando vamos camino
al Lago del Fuerte. Los turistas también lo tienen como una parada obligada.
Esta idea siguió creciendo y hoy tienen una marca en España
y distribuyen su propio dulce de leche en Europa.
También tienen funcionando otra idea innovadora, en Tandil
tenemos distintos productos regionales pero no había un chocolate reconocido.
Así surgió Tío Felipe.
Hay éxitos y otros proyectos que quedaron en el camino. En
una época lanzaron las bolsas de dormir con forma de animales para niños o un
mapa apuntado al sector turístico.
Las ideas van y vienen, pero lo que sobra es preparación y
mucho rebusque.
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