"Como viene ocurriendo, Cambiemos desplegó una campaña profesional que se ajustó a lo que Jaime Durán Barba define como "disciplina estratégica", es decir que no se apartó de la línea trazada, y que incluyó esfuerzos importantes como la abrumadora blitzkrieg mediática de María Eugenia Vidal de las 48 horas previas a la veda.

En primer lugar, el Gobierno identificó temas que venían generando una creciente preocupación social y sobre los cuales el kirchnerismo no había elaborado una política concluyente, entre los que se destaca el del narcotráfico. Por supuesto que el abordaje demagógico elegido no logrará resolverlo?Por el momento, sin embargo, alcanza con nombrarlo: no hace falta llevar años invertidos en sesiones lacanianas de veinte minutos para entender el alivio profundo que produce el mero hecho de poner en palabras un problema, de nombrar lo que hasta el momento permanecía callado.

Sucede que el neoliberalismo macrista incluye también una propuesta de justicia, sintetizada en la perspectiva de igualdad de oportunidades, la única referencia más o menos abstracta que el presidente se atreve a incluir en sus discursos."

Para no reiterarla en su totalidad digamos que señalaba que el oficialismo habla de ciudad verde, el cuidado de las mascotas, comida saludable, bicisenda. Temas que no serán parte de las grandes medidas revolucionarias, (que si tomó el peronismo, tanton entre 1946-55 como 2003-15) pero como dice el autor de la nota, "resultan seductoras para las clases medias acomodadas", que quiere recordarles, también votan.

Este aporte que debería haber servido para entender al porcentaje que votó a Cambiemos, y tratar de ver como se lo seduce en el futuro, mayoritariamente sirvió para rebatir cosas que en esta propuesta no estaban en discusión.

Santiago Gómez de la Paco Urondo, Martín Granovsky de Página 12, y el ex ministro Aníbal Fernández, no tomaron en cuenta la posibilidad de interpelar para debatir y crecer. Solo se limitaron a recordar las medidas bochornosas de Cambiemos, la cárcel para Milagro Sala, la desaparición de Santiago Maldonado, el intento de nombrar miembros de la Corte Suprema por decreto, los despidos, salarios a la baja, y otras barbaridades por el estilo.

Los que no votamos a Macri ya recontrasabemos sobre sus medidas antipopulares en desmedro de los que menos tienen, de los trabajadores y de otros sectores no poderosos, y del ayudín para sus socios, amigos e integrantes de esta gestión.

Sería interesante debatir algunos temas que debemos debatir, y dejar de acusar de traidor a todo aquel que tiene otros puntos de vista dentro del campo popular.

Lo que queremos encontrar es el modo para volver a conquistar la mayoría del voto de la ciudadanía. Algo pasó entre ese 54% del 2011 y el 13 de agosto pasado. Porque ahora no eran ni Insaurralde, ni Scioli los candidatos.

Pero también debemos desentrañar, porque en las últimas compulsas locales, estamos siempre por debajo de aquel 35,39% que logró el peronismo con Mario Bracciale en el año 2003, elecciones en las que se perdió por solamente 309 votos.

Y ya sabemos que el modelo Lunghista está agotado, que las calles son un desastre, que hay varias promesas de distintas campañas que nunca se cristalizaron, que está lleno de slogans, que tanto el kirchnerismo como el macrismo dieron una ayuda económica importante a este gobierno municipal.

Que siempre se presenta a elecciones casi como si fuera una vecinal, más allá que siempre esté integrando como U.C.R. una coalición de distintos partidos políticos.

Todo eso lo sé yo y otro gran porcentaje de tandilenses que nunca adhirió electoralmente a su propuesta.

Lo que tenemos que encontrar entre todos y hacer la autocrítica que nos corresponde a cada uno, es una propuesta alternativa al actual gobierno local que impacte seriamente y con posibilidades electorales de gobernar el municipio de Tandil. Seguramente no será una tarea fácil, pero tampoco imposible.

 Héctor "Nacho" Lacovara. Periodista. Conductor del programa "De alguna manera" (AM 1180). Precandidato a concejal por el Frente Cumplir.