Opinión
08/08/2017
Los sondeos que han sido publicados sobre las PASO que tienen lugar el 13 de agosto, la dan a Cristina ganando en la provincia de Buenos Aires.
por
Rosendo Fraga
Entre el 7 y el 23 de julio, han sido publicados 13 sondeos sobre la intención de voto para la
provincia de Buenos Aires. De ellos, en siete la ex Presidente que se presenta
por Acción Ciudadana se impone por más de tres puntos, en cinco por menos de
dicho porcentaje y el restante da un empate.
En todos, la lista de Cambiemos que encabeza Esteban Bullrich está en
segundo lugar, la de 1País que lleva a Sergio Massa como primer candidata en
tercero y en doce la del Frente Justicialista con Florencio Randazzo está en el
cuarto lugar. Estos sondeos han sido
publicados en medios que apoyan a Cristina (Página 12) y en tres que pueden ser
considerados críticos hacia ella (Perfil, Noticias y el Cronista). Los dos
medios más cercanos al gobierno (Nación y
Clarín) no han publicado sondeos en las últimas tres semanas, pero los
dos el domingo 23 de julio, en su primera plana titularon diciendo que hay un equilibrio de fuerzas
entre Cristina y Cambiemos, que éste intentará romper en las PASO y mejorar
luego en la elección del 22 de octubre. Los sondeos son relativos, además de
ser un campo de batalla electoral. Pero la conclusión es clara: no es que
Cristina va a ganar las PASO, pero sí que puede hacerlo.
La influencia de las PASO sobre la elección es relativa,
pero es un antecedente que puede influir. Esta es la cuarta elección con
primarias obligatorias, abiertas y
simultáneas que se celebra en la Argentina. En 2011, Cristina ganó las
primarias con 50% y en la elección llegó al 54%. A su vez el socialista Hermes
Binner que había tenido 10%, elevó en octubre su porcentaje al 17%. Es decir
que la polarización entre primero y segundo que en las PASO fue de 60%, en la
elección alanzó al 71%. En 2013, en la provincia de Buenos Aires, el candidato
justicialista anti-K (Massa) obtuvo 35% y el que encabezaba la lista
kirchnerista (Insaurralde), 30%. En la elección de octubre, el primero se elevó
al 44% y el segundo a sólo 32%, La polarización que había sido del 65%, en las
primarias en la elección alcanzó al 76%. En los dos casos, el primero en las
PASO ratificó su triunfo en la elección. Pero en 2015 no fue así. En agosto de
ese año, en las PASO Scioli obtuvo 38% y Macri 30%. Pero en la primera vuelta,
esta diferencia de ocho puntos se redujo a tres y en la segunda terminó ganando
Macri. Es decir que en dos de los tres precedentes, el ganador de las PASO
terminó ganando la elección, pero en uno no fue así. Es sobre este precedente
que el oficialismo prepara su estrategia para revertir en octubre si tiene un
resultado no favorable en agosto. La idea es volver a jugar con el efecto
"temor" que genera en las clases medias el Kirchnerismo y en caso de ganar
Cristina, con su eventual retorno en 2019.
El oficialismo intenta replantear su estrategia en el
conurbano bonaerense, advirtiendo que los efectos electorales de la situación
económico-social son mayores que los previstos. El único candidato de Cambiemos
en la lista bonaerense que proviene del sector más popular (el ex piquetero
Toty Flores) ha dicho que el aumento del tarifas "afectó muchísimo" a la clase
media baja, el sector social que está electoralmente en disputa. Sobre este
sector recae ahora un nuevo aumento de tarifas, que se hará efectivo justo en
la temporada invernal -como sucedió el año pasado- con lo cual el mayor consumo
incrementa el monto a pagar en varias veces. Pero la estrategia del oficialismo
apunta a insistir con la presencia del Presidente en el territorio bonaerense
-en ocho días va a estar cuatro veces- anunciar el inicio de obras, dar crédito
con tasa del 24% a los sectores de menores ingresos sobre sus subsidios y
pensiones mediante la tarjeta Argenta del Anses, reforzar la antinomia
peronismo-antiperonismo llevando a Carrió a hacer campaña en el conurbano y
profundizar la divisoria social, como lo hace el asesor político más importante
del Presidente (Durán Barba), al identificar públicamente al "voto duro" de Cristina
con "la economía informal, quienes producen o venden mercaderías con marcas
falsificadas, viven de subsidios, o son
parte del millón de personas que viven del narcomenudeo en la Ciudad o
la Provincia". No sólo los candidatos de Cambiemos han quedado en un segundo
plano, sino que lo mismo ha sucedido con Vidal respecto a Carrió. La campaña ha
tomado un sesgo "anti-peronista".
Pero la estrategia central está en impulsar los procesos
judiciales sobre la corrupción del Kirchnerismo. Esta semana, es probable que
en alianza con Massa, Cambiemos logre en la Comisión de Asuntos
Constitucionales el dictamen para que la Cámara trate el pedido de expulsión
del diputado Julio De Vido, acusado de corrupción en numerosas causas y
procesado en varias. Pero es incierto si logrará los dos tercios de los
diputados presentes en la sesión para votar este dictamen. La cuestión hacia el
futuro, es qué sucederá con el Congreso si el oficialismo pierde la elección en
la provincia de Buenos Aires en octubre. En los cinco meses de sesiones
ordinarias del Congreso se han sancionado 27 leyes. Sólo nueve han sido
originadas en el Ejecutivo, ocho han sido de tipo protocolar y la única con
contenido ha sido la de emprendedores. El domingo 23 de julio fue la elección
provincial en Chaco y el Peronismo -que gobierna la provincia- ganó en forma
contundente por doce puntos sobre
Cambiemos. De los dieciséis legisladores en disputa, el PJ obtuvo nueve,
Cambiemos seis y la izquierda el restante. El Kirchnerismo se presentó con la
denominación de Frente Grande y no obtuvo ninguno. Esta elección confirma que
no le será fácil a Cambiemos ganar en las provincias gobernadas por el
Peronismo -son 17 sobre 24- y que el Kirchnerismo es débil en el interior del
país, pese al éxito relativo que está obteniendo Cristina en la provincia de
Buenos Aires. En el campo social, los "movimientos sociales" -que serían
recibidos por la Ministra de Acción Social- el 27 y 28 de julio realizan una
nueva protesta con ollas populares, acampes
cortes y el próximo viernes, la CGT hace un plenario, en el cual
retornarían sectores disidentes, tanto que reclamaba más dureza frente al
gobierno, como también algunos gremios que estuvieron próximos a Macri.
En conclusión: los sondeos publicados entre el 7 y el 23 de
julio, dan ventaja a Cristina en la provincia de Buenos Aires para las PASO del
13 de agosto; la influencia de ellas sobre la elección de octubre es relativa:
anticiparon el resultado en 2011 y 2013, pero no lo hicieron en 2015; el
oficialismo advierte que los efectos sociales de la economía en el conurbano
generan mayor costo electoral al esperado, pero reacciona asumiendo una campaña
"anti-peronista" y la corrupción del
Kirchnerismo es estrategia central de Cambiemos y la expulsión de De Vido es un
objetivo relevante, cuando la elección de Chaco muestra que no será fácil
ganarle al PJ donde gobierna.
http://www.nuevamayoria.com
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