PERSONAJE DE LA SEMANA

Guillermo Anderson, "el cura" para los amigos

29/03/2017

Guillermo "cura" Anderson es un entrañable #Personaje de Tandil. Multifacético, alegre, comprometido, son muchos los adjetivos que supo conseguir en todas las actividades que llevó adelante. Es uno de los disc jockey más renombrados de la ciudad, pero también es ingeniero y docente, de joven filmaba eventos sociales y tuvo un recordado programa radial en la década del 90. Nunca pasó desapercibido y supo adaptarse a los tiempos cambiantes.

por
Mauro Carlucho

Lo llamativo del "cura" es que siempre logró reinventarse a su manera. Mantuvo la frescura y el espíritu joven a pesar de los años. Cuando lo llamamos para hacer la entrevista, nos dio el si de inmediato, pero enseguida preguntó: - "¿La nota es en carácter de ingeniero, de docente, de Presidente del Centro Filatélico o como el gran disc jockey de la ciudad?"

Siempre tuvo esa salida rápida, ingeniosa. Quizás por eso cuajó tan bien en la radio, donde la instantaneidad del medio no te da respiro.

Nació en 1960, en los ?70 fue el dis jockey del principal boliche de su época, en los ?80 se afianzó en su profesión y en los ?90 se reinventó como un animal de radio. Ahora es un "histórico" profesor de la Escuela Técnica y un amoroso padre de tres hijos.

Podríamos decir que se siente realizado, pero no hace falta remarcarlo. Aquellos que lo conocen saben que esto es así.

Su espíritu alegre lo heredó seguramente de su madre, quien se la pasaba cantando todo el día mientras hacía los quehaceres de la casa ubicada en Constitución y Fuerte Independencia. El barrio de su vida.

El padre era técnico en electrónica, trabajaba en la base aérea y en el Bazar Zabel, la tradicional casa comercial de los Martínez Belza.

Guarda hermosos recuerdos de la infancia, el grupo de amigos y la primera época en San José. Pero solo de los primeros años, ya que en segundo año del secundario pidió cambiarse a Técnica en rebeldía contra la educación religiosa.

En esa época fue cuando recibió el apodo que lo acompañaría hasta el presente. Los nuevos compañeritos de la escuela Felipe Senillosa enseguida lo castigaron con el mote de "cura" por venir del tradicional colegio católico de Tandil. Otra hipótesis habla de una gran imitación del cura Actis, aquel recordado padre de nuestra ciudad.

"En esa época ya llamaba la atención, pero me trataban de concheto. Como trabajé desde muy chico siempre fui de vestir a la moda y elegante. Me parece que fue a los 13 cuando dije que no iba a usar más zapatillas ni jeans. También marcaba una diferencia con la música, por el trabajo en Circulares escuchaba música disco y cosas de afuera que muchos ni conocían", recordó en la redacción de ElDiarioDeTandil.

Genesis

Su acercamiento a la muisca lo podemos rastrear en el hogar familiar, cuando su padre se armó un combinado de radio valvular y toca disco. En aquel mueble rectangular, "cura" empezó a mezclar música y a afinar el oído.

En la casa se escuchaba pop, cosas como Palito Ortega y El Club del Clan.

Comentó que a los 13 tuvo su primer empleo en una parrilla ubicada en Constitución y Rodríguez, pero fue muy corto el tiempo. Una noche sus compañeros de trabajo lo llevaron a "La Posta", un boliche de dudoso ambiente que estaba en la avenida Alvear. Allí subió a la cabina a cambiar un disco y quedó atrapado por el encanto de las bandejas. Puso un tema después  de otro durante una hora y al rato subió el encargado del lugar para contratarlo inmediatamente. Su padre se negó rotundamente al enterarse, pero luego no pudo frenar el ímpetu de Guillermo.

"Como no me dejaron seguir ahí, empecé a pasa música en eventos, sobre todo en asaltos o fiestas de amigos. Así me invitaron de Isidoro y a los 16 años empecé como disc jockey en el principal boliche de la época. Trabajar en Circulares fe lo máximo. Me llevó el "negro" Ríos y el encargado era Jorge Fontana, un tipo que me enseñó mucho. Yo discotecaba los viernes y los domingos, los sábados seleccionaban ellos porque era solo para parejas. Recuerdo que la gente tenía que reservar mesa. Una vez que se ocupaban todas las sillas no entraba más nadie al boliche. Era algo exclusivo", agregó.

Para esa época, "cura" era todo un rockero pero alucinó con la música disco. En el boliche descubrió a artista como Donna Sumer o Gloria Gaynor. "Me gustaba otro palo, estaba con Vox Dei, Papo, Porchetto, pero descubrí la disco y fue una revolución. Fue un movimiento muy groso, muchas bandas legendarias pasaron por esa onda y a la gente le gustaba mucho", indicó.

Luego pasó por otras cabinas y boliches, pero nunca fue igual que Circulares. Allí fue el amo y señor de la pista.

Yes

Pasados los 18 años y luego de salvarse del servicio militar tomó una gran determinación. La noche le había dado mucho pero puso toda su energía en la Universidad. Había decidido estudiar ingeniería en sistemas y no podía congeniar la nocturnidad del boliche con los libros.

En aquella época la Unicen se delimitaba en lo que hoy es el Rectorado de Pinto y Chacabuco. Cada facultad ocupaba un piso y no tenía los servicios que presenta en estos tiempos.

Queda claro que nunca le esquivó al cambio. Siempre supo ver hacia donde quería dirigirse y lo afrontó con entusiasmo. En aquellos tiempos también soñaba con estudiar afuera, pero optó por quedarse en las sierras.

"Yo siempre digo que el disc jokey lo es para toda la vida. Lo haces en una fiesta, en un boliche o en tu casa. Y a mí me encanta pasar música, seleccionar artistas, soy un melómano. Imagínate que a los 14 años escuchaba Pink Floyd y ponía a gente como Rick Wakeman en el boliche. Lo mío no era la cumbia, ni lo es ahora. En el Tandil de los 70 se hablaba de tres grupos. Los chetos, los rockeros y los pardos. A mí me tenían como un cheto, pero me sentía un rockero", especificó

También disfrutó la etapa universitaria y se recibió orgulloso de Ingeniero. Ese poder le dio libertad para elegir los trabajos y hacer lo que más le guste en el momento. "Cuando tiempo después me convocan para dar clases en la escuela técnica lo primero que les dije a mis alumnos fue que aprovechen la posibilidad de estudiar y crecer como persona. Leer y estudiar te da la posibilidad de elegir y ser más libre".

Está claro que no es un docente más. Entabló gran relación con los alumnos y es muy querido en la escuela técnica, donde fue casi exclusivo, salvo por un pequeño paso en Normal.

Sui Generis

Con el tiempo vinieron los amores y los hijos. El trabajo cotidiano como programador o analista siempre estuvo a la par de otros emprendimientos. En una época se dedicó a filmar eventos sociales.

En un viaje al exterior se trajo una de las primeras filmadoras que registraron escenas de la vida tandilense. "Yo me enganchaba enseguida, me gustó la idea. Trabajaba en fiestas pero también experimentábamos mucho, con amigos como Juan Carlos Baiza hacíamos grabaciones divertidas como en Expotan. Nos metíamos entre la gente y preguntábamos cualquier cosa, la gente se enganchaba y mandaba cualquiera. Estuvimos varias veces por ir a Cerrovisión a buscar pantalla pero quedó en la nada. Yo me había hecho una credencial como camarógrafo y no me perdía ningún recita, nada", nos contó.

"Seguido a esto salió lo de la radio a principios del 90. Fui invitado a un programa que conducía Walter Adamoli y terminé quedando como partenaire. Descubrí otro mundo y me gustó de entrada. Yo digo que era como un cable a tierra después de tanto trabajo, me hacía bien. Así empezó Buenas Compañías, lo que fue un suceso en la época. De esa época surge María Inés Mazza y gente muy querida. La primera vez que la escuche hablar me di cuenta que tenía todo lo necesario para romperla", dijo sobre la ex conductora de Los 40 principales en la década del 90.

También viajó al exterior, probó vivir lejos y siempre eligió volver. Cuando Perón expulsó a los "estúpidos e imberbes" de la plaza, se desencantó de la política, pero siempre tuvo su corazoncito junto a Evita. "Si lees y buscas información sobre ella no hay forma de no hacerte peronista. Y eso que mi viejo era contrera, pero mi sentimiento fue más fuerte. Con Menem me lusioné y me cagaron, estaba mal con este tema hasta que apareció el flaco (Néstor Kirchner) y me volvió el alma al cuerpo. Me volví a enamorar del peronismo", avisó sobre su militancia.

"Ni hablar si lo comparamos con el que está en el gobierno actualmente, lo del conflicto docente lo pinta entero. No hay dialogo y ponen todo en contra del docente. El conflicto tiene dos puntas y el peso recae todo en el docente. Seamos justos, el gobierno es el otro 50% del conflicto y está cerrado, no dialoga y pisotea nuestros derechos. No me gusta que los alumnos sean lo más perjudicados, pero es culpa del gobierno que no quiere sentarse a dialogar", avisa sentando posición.

Así es el cura, tratamos de pintarlo como es. Un hombre alegre que disfruta de compartir un recital con sus hijos o de la soledad de la noche en la consejería del Hotel Roma.

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