Opinión
19/03/2017
Muchos pasamos la vida soñando. Queremos obtener logros, cosas materiales, cambios importantes. Pero ¿qué nos pasa que no podemos lograr todo lo que nos proponemos?
por
María Agustina Jáuregui
A veces pensamos cosas como "cuando tenga suficiente dinero
voy a hacer ese viaje que siempre quise", "cuando las cosas cambien voy a ser
realmente feliz", "cuando tenga un novio?",
"cuando viva sola?", "cuando cambie de trabajo?" y así, somos una
especie de máquina que posterga eventos de nuestra vida, y lo hacemos con el
simple mecanismo inconsciente de condicionarlo a factores que creemos no poder
controlar.
¿Porque cuando decimos querer algo, al mismo tiempo nos
llenamos de obstáculos el camino para lograrlo? ¿No queremos realmente esos
cambios o tenemos miedo a tener que cambiar nosotros?
Los seres humanos somos animales de costumbres, nos creamos
una identidad con el paso de los años y creemos, en muchas ocasiones, que
algunos comportamientos son en realidad nuestra personalidad. Desde esa
"personalidad" construimos nuestros vínculos con el entorno y con nosotros
mismos. Todo lo que vamos haciendo o eligiendo se transforma poco a poco en lo
que se denomina ZONA DE CONFORT.
La Zona de confort es como tu habitación, se siente cómoda,
tal vez no es exactamente como quisieras, ni tan linda, ni lo suficientemente
grande, pero sabes donde esta cada mueble y hasta podes moverte con facilidad
en plena noche. No requiere ningún esfuerzo extra, todo está ahí al alcance de
la mano, fácil, conocido, nada perfecto, pero a su vez simple.
Cuando nos planteamos cambios los límites de nuestra ZONA DE
CONFORT se ven desafiados. A veces con esas preguntas con las que jugaba al
comienzo de esta nota, a veces probando cosas nuevas?de pronto esa línea
imaginaria que delimita esta zona a la que estamos habituados se estira un
poco, la corremos hacia un lado o hacia otro, tiene un poco de flexibilidad.
Pero ¿cómo puedo lograr expandir esta zona de confort y
desafiarme a ir un poco más allá de ella?
Para jugar al desafío primero hay que reconocer este terreno.
Tomar contacto con nuestras zonas de confort, con los límites que le pusimos.
Un buen ejerció puede ser dibujar esta zona de confort,
tratar de situar dentro de ella los elementos que la componen y también los que
están por fuera. Los valores, los miedos, las ganancias y las pérdidas. Las
barreras, los factores externos e internos que alimentan esta "habitación".
El paso siguiente seria escribir aquellas cosas que están
fuera de mi zona de confort, pero que quiero incorporar a mi vida. No hace
falta que sea un salto de
Entonces, una vez elegido el objetivo, es hora de dibujar
los puentes. Elegir el camino y los pasos que me llevan a lograr ese objetivo.
Es momento de diseñar el cambio y buscar el modo de estimularnos en cada etapa,
prepararnos para los cambios, aprender a soltar las costumbres, a motivar las
ideas nuevas, aceptar la incertidumbre que acompaña cada nuevo comienzo y
ELEGIR.
La clave de todos los cambios tiene que ver con la actitud
con la que elegimos, somos los dueños de cada segundo y todo lo que hacemos o
dejamos de hacer tiene consecuencias.
¿Qué estoy dispuesto a hacer hoy para cumplir con mis
objetivos? ¿Qué cosas no estoy dispuesto a hacer?
Esto es un ejercicio, me tengo que preparar para el antes,
el durante y el después. El antes, es este dibujo de reconocimiento y el
planteo de los objetivos, puentes y pasos a seguir, es el diseño. El durante,
son los pasos que doy, es mi plan llevado a la acción. Son las actitudes, los
valores, las acciones que puedo incorporar para cumplir mis objetivos. Y el
después, es sencillamente lo que va a transformarse en nuestra nueva zona de
confort. Una vez expandida, ya cambió. Es otra. La anterior dejo de existir y
ahora somos personas diferentes, nuestra habitación es otra, tan cómoda como
alguna vez fue la anterior.
Y una vez más, desde esta nueva creación que hice de mi
mismo, puedo soñar cosas nuevas que están por fuera de mis "limites", pero la
diferencia es que ahora que ya aprendí un poco más, ya sé cómo puedo volver a
desafiarme, siempre puedo mejorar y solo necesito sentarme y elegir. Soltar lo
que ya tengo, liberar mis manos y agarrar eso nuevo que quiero para mi.
María Agustina Jáuregui
Coach Profesional Certificada
Avalada por la Asociación Argentina de Coaching Ontológico
Profesional.
agustinacoach@gmail.com
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