A pesar de inyectar millones de pesos para modernizar a las fuerzas,  conseguir nuevo equipamiento o incluso generar un nivel de transparencia inédito en la democracia moderna el problema sigue igual (o peor). Bajo la lógica de atrapar a los delincuentes y luego la Justicia los libera a las horas, el dinero destinado a seguridad no es una inversión, es meramente un gasto ya que derrochamos dinero del contribuyente y arriesgamos al capital humano policial para soltarlos al cabo de unas horas.

 Es de vital urgencia una reforma del sistema judicial, de las leyes y de los códigos procesales y penales. Pero claro, para eso es necesario que exista un acuerdo político general que permita la sanción de nuevas leyes y aplicar modificaciones a las vigentes ya que como es sabido, Cambiemos es minoría en ambas cámaras.

El problema de los acuerdos en el legislativo es central para cambiar la realidad. Lamentablemente la clase dirigencial actual se preocupa más en poner palos en las ruedas con cláusulas o proyectos irrisorios (ver los agregados y los proyectos alternativos a Ganancias como el de Axel Kicillof o sobre la prohibición  de los despidos de principio del año legislativo anterior)  y encima tienen la caradurez de salir a los medios a plantear argumentos sensatos pero que en las comisiones legislativas plantean otras totalmente distintas. Supongo que la imagen de Sergio Massa yendo a la asunción de Donald Trump y al día siguiente yendo a la marcha en contra de él resume lo panqueque y cínico que puede llegar a ser la oposición en Argentina.

Confío que la sociedad va a saber elegir lo correcto en la próxima elección apostando a un cambio real que propicia todos los integrantes de Cambiemos pero mucho más me gustaría creer que la oposición cambie de actitud y que entre todos podamos generar los consensos para poder modificar las leyes que tanto mal le hicieron y le hacen a nuestro país, a nuestros vecinos, a nuestras familias y a vos.  

Francisco Sola

Asesor Legislatura Porteña / militante de Cambiemos