Martínez Marini escribió en la red social: "Yo sostengo que las buenas acciones hay que decirlas, aunque muchas veces quienes las lleven a cabo prefieran la humildad del silencio. Este es el caso de Víctor Conti, un empleado municipal que también tiene como sostén económico el ejercicio de la profesión de peluquero. Hace unas semanas se encontraba en un cajero automático con una señora operando en el contiguo, en determinado momento se da cuenta que la misma se había ido olvidando un bolsín con una visible cantidad de dinero; acto seguido, Víctor lo tomó y salió raudamente tras la dueña a quien logró alcanzar y devolver lo suyo, que posteriormente se enteró que eran nada menos que $ 50.000. Se que hizo lo que corresponde, pero lamentablemente estos no son gestos que hoy en día estemos acostumbrados, y por eso me tomé el atrevimiento de dar a conocer este caso digno de resaltar".

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