El presidente de la asociación que organiza y plantea el debate en el seno del sector triguero, David Hughes, no se muestra muy optimista en cuanto a que la ley que se terminará dictando sea la óptima: "Hay muchas propuestas, y lo que más nos preocupa es que no se ve voluntad de acercar las partes. Parece que pasa por si hay que pagar o no el trabajo de otro. En general pareciera que sí, el tema es cuánto se le paga y por cuanto tiempo. Ese es un debate que no debiera darse porque ya está establecido de antes. Nos preocupa que va a salir la ley menos mala y no la mejor para nuestro país".

Por su parte, el Coordinador de la Provincia de Buenos Aires de la Federación Agraria, Jorge Solmi, expone que desde la entidad creen que  tiene que haber una articulación en todos los eslabones de la cadena. Sobre esto aclara: "Los usuarios somos partes de la responsabilidad para que esto funcione, pero sin dudas el eje central es un INASE fuerte de competitividad, que funcione como AFIP o ARBA, con capacidad de controlar y lo haga en la propiedad de la semilla. Que un productor tenga su derecho a hacer uso propio, pero que no tenga competencia con otro que roba semilla mediante bolsa blanca. Hay que debatir los sistemas de control, la reglamentación".

Uso propio

El uso propio de las semillas plantea uno de los puntos álgidos en esta nueva discusión que se abre para el trigo. En este sentido, el Presidente de ArgenTrigo explica: "En cuanto al uso propio de la semilla, me parece bien, pero hay que pagarlo. El tema no pasa por ahí, sino por si lo pago o no. En trigo, hoy la regalía es de 4 dólares y medio por hectárea. Esto significa que son 25 pesos por tonelada. Es lo que sube o baja el trigo en una semana. No estamos hablando de plata, estamos hablando de un concepto. ¿Estamos dispuesto a reconocer el trabajo y la inversión e investigación de empresas argentinas extranjeras, o no? Ese es el fondo de la cuestión".

Rol del estado

Desde Federación Agraria, la postura es clara en cuanto al rol del estado para esta nueva etapa que se discute: "Lo que tiene que hacer el estado es crear es el marco de trabajo. La ley es el marco pero el Estado está con sus facultades de aplicación de la ley y su reglamentación. Nuestra ley contempla un INASE fuerte, que es el poder de policía, una comisión nacional de semillas que tenga una visión de asesoramiento con una ampliación y una adecuación que quedó vieja, con nuevos actores, y un consejo federal, otro organismo que mide lo que pasa en el mundo interno de la argentina. La idea es que mire que pasa en el mundo de las economías regionales, como el tabaco, la frutilla, la papa andina, y la infinidad de producciones que hoy no están en la escena".

Desde ArgenTrigo, la visión pública sobre esto no dista mucho de la de FAA. Lo que propone Hughes es: "El Estado debería marcar la cancha con un marco muy fuerte y después debiera tener un rol muy fuerte en mantener una transparencia que sea competitivo el mercado, que no haya posiciones dominantes y permitir que los que investigan e invierten tengan una retribución acorde. Me preocupa que no sé si va a salir pronto, ni tampoco la mejor ley. Es una preocupación no solo como representante de la cadena de trigo, sino como productor y argentino. Otros países que reconocen la propiedad intelectual están logrando empresas que pueden crecer y salir de sus fronteras, que es lo que nos falta".

Para concluir, el Director de Federación Agraria resume: "Creo que hay una voluntad de generar un consenso, se están convocando todos los sectores. Vamos camino a que se haga eso, pero por supuesto nosotros tenemos nuestro proyecto que incluye a los sectores cooperativos, ingenieros agrónomos, multiplicadores, un paquete de juristas en la parte teórica. Cada uno va a defender su proyecto, pero tiene que haber una conjunción donde lo más importante es que cada uno de los eslabones se sienta reflejado y se les respete el derecho y que sienta que tiene si límite y que sepa que no puede avanzar sobre los otros eslabones".

Fuente: Agrofy