Al final, el esfuerzo y la confianza que se brindó voluntariamente está haciendo que hoy en día la Argentina, potencia Latinoamérica y cuna de grandes pensadores sea una muestra clara que para terminar con la corrupción e impunidad que existió durante tantos años solo sea decisión de líderes comprometidos en combatirlo.

Hace mucho tiempo que tomé la decisión de ser parte del cambio y durante este tiempo hubo críticas de algunos y muchos mensajes de aliento de otros -es entendible- pero el ¿Por qué decidí formar parte del cambio?, fue una de las incógnitas que surgió constantemente y en lo personal me sirvió para darme cuenta que estoy en el lugar correcto cuando al analizarlo me di cuenta del, ¿Por qué no ser parte del cambio?

Considero que no está mal apoyar un programa de gobierno que parte de la idea de tolerancia hacia el otro, preservar el estado de derecho y respetar las libertades de cada uno de sus ciudadanos.

¿Por qué no apoyar iniciativas donde se escucha y se trabaja por el vecino? ¿Por qué no acabar con el clientelismo e impulsar medidas en las que cada uno pueda ser capaz de pararse sobre sus propios pies y no depender del "bendito" político?, este es un proyecto que indudablemente dejó de lado todos los prejuicios y hoy en día tiene a una mujer joven y muy capaz como María Eugenia Vidal gobernando una de las provincias más grandes de la Argentina y si somos más ambiciosos, ¿Por qué no formar parte de un proyecto que intenta demostrarle al mundo que con profesionalismo, responsabilidad y trabajo en equipo se pueden conseguir grandes reconocimientos a nivel global?

Son pocos los líderes políticos que de cierta forma tratan de cambiar una perspectiva social y encaminar a los demás hacia una nueva forma de ver el mundo. La realidad es que la mayoría de los políticos solo intentan cumplir con las demandas momentáneas de sus votantes y se deja de lado las medidas a largo plazo. La idea de este gobierno siempre estuvo en mirar hacia el futuro, dejar las rivalidades e impulsar el diálogo ya que más allá de la mirada ideológica que cada uno pueda tener, en esencia todos persiguen un mismo fin. Nadie podría estar en contra de buscar un retroceso para el país ya que también se estaría viendo perjudicado a sí mismo.

Hoy en la Argentina se habla de términos completamente diferentes, se pasó de formar militantes a impulsar la formación de líderes. Es un ejemplo claro para propios y extraños al demostrar que mediante un partido nuevo (en comparación a sus opositores), sin contar con una estructura sólida y apelando al apoyo de voluntarios existe la oportunidad de terminar con problemas que impiden un verdadero progreso.

El mensaje de cambio fue tan claro e importante, que no fueron solamente los argentinos quienes se vieron envueltos por la confianza que produjo esta idea. Los mensajes de apoyo llegaron desde varios lugares del mundo, en especial de ciudadanos de los diferentes países de la región, quienes vieron el lamentable contexto argentino como parte de la realidad que también acontecía en sus países.

No es casualidad que en el transcurso de este año varios importantes líderes globales ya hayan desembarcado en el país. Argentina volverá a tomar la posta del impulso tecnológico, económico y social que tanto necesita Latinoamérica. Es cuestión de tiempo para que el ejemplo argentino se propague en los demás países de la región al ver que sin duda, es el camino que impulsó todo el equipo que gobierna a la par de Mauricio Macri, el correcto para que los países de América Latina, juntos, pasen a ser los protagonistas de este nuevo desarrollo.

Steven Barco

Est. Relaciones Internacionales - Presidente Jóvenes Pro