"Una vez que participás en unos Juegos Olímpicos le das mucha más relevancia. Antes de Londres lo tomaba como un torneo más, sin saber lo que se vivía en estas semanas", comentó el argentino, quien estará presente en la cita gracias al ranking protegido, luego de haber estado prácticamente fuera del circuito por dos temporadas por una triple operación en la muñeca izquierda.

El argentino, cabe destacar, jugará en Río de Janeiro en singles y dobles, junto al también tandilense Máximo González. "Estamos muy ansiosos. Voy a estar en buenas condiciones en lo físico. Me bajé de Washington para prepararme mejor. El singles es importante, pero el doble también. La medalla es igual, del mismo color. En Copa Davis me di cuenta que puedo jugar bien dobles y eso me da mucha ilusión", señaló.

"Tal vez no soy favorito a una medalla como hace cuatro años, pero me da mucha felicidad poder participar. En Wimbledon tampoco era favorito para ganarle a Wawrinka y lo hice. Después el físico no me acompañó. Ahora estoy mejor preparado y los partidos son a tres sets en una superficie en la que se corre menos", marcó el argentino abriendo una puerta a la ilusión.

Por su parte, dejando de lado un poco su mirada de cara a Río de Janeiro y enfocándose en el circuito, Del Potro señaló que "está esperando confirmación del pedido de wild cards para Cincinnati y US Open" y, a raíz de no contar con coach, destacó que "mi equipo de trabajo aún está en búsqueda".

Pese a tener claro el calendario, que incluye la semifinal de la Davis, aún no tiene entrenador. "Estoy en la búsqueda de un equipo de trabajo. Al no sentirme a diez puntos yo, todavía no estoy para rendirle a un entrenador. Estoy buscando una buena opción, algo que a mí me guste. Trato de buscar siempre lo mejor, por eso no quiero apresurarme".

Sobre sus lesiones, recordó: "Fue muy complicado el parate, muy difícil. Estuve cerca de no jugar nunca más, pasé mucho tiempo triste, sin encontrar luz en el camino. Era muy frustrante ver médicos, especialistas y que ninguno tuviera una idea clara que me deje tranquilo. Fui a mi ciudad, estuve en Tandil mucho tiempo, peleado con mi muñeca y la raqueta, aprendí a disfrutar algo diferente de la vida, mis amigos, mi familia. Poco a poco fui avanzando, con la ayuda de mucha gente, el profe de Boca me hacía correr en lugar de comer facturas. Sin ellos yo hoy estaría comiendo picadas en Tandil".

A sabiendas de que es un verdadero embajador de la ciudad, finalizó la rueda de prensa comentando que "Es un orgullo llevar a Tandil a los Juegos Olímpicos". Seguro sentirán lo mismo Pico Monaco, Machi González y tantos otros deportistas que nos representan por el mundo.