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Padre Fabián Gerez: "A nuestra sociedad le falta cultura del trabajo"

28/07/2016

Nativo de Azul, siempre ligado a las tareas sociales de Cáritas y actual cura párroco de San Cayetano, el padre Fabián Gerez es una persona inquieta, curiosa, que busca cómo ayudar a la comunidad promoviendo nuevos proyectos y acciones.

por
Rodrigo Podestá

Como él mismo lo expresa, su vocación nació desde que era muy chico, "mi parroquia de origen es la del Carmen de Azul donde estaban los frailes franciscanos, y en el contacto con los jóvenes a través de Acción Católica y con los franciscanos fui madurando mi vocación al sacerdocio". En 1984 egresó de la escuela secundaria y ya en 1985 ingresó en el Seminario, desde muy joven estaba seguro que su lugar era junto a la Iglesia y su tarea pastoral. "Fue todo un proceso que se inició cuando era niño en mi primera comunión", cuenta el padre Fabián, "y que se decidió cuando terminé la escuela secundaria. Ya siendo diácono me enfoqué mucho en la tarea en Cáritas, y a partir de ahí no he cesado en acompañar distintos proyectos en favor de la solidaridad, especialmente en favor de la gente más frágil. Fui aprendiendo un montón de cosas en esto del trabajo social, especialmente con las personas y las familias que, como dice el Papa Francisco, están a la "intemperie", a las personas que no tienen abrigo, que no tienen familia ni ayuda del Estado, que no tienen acceso a la educación, que no se pueden insertar en el mercado laboral formal, que tienen distintos nombres: los llamamos pobres pero son personas con nombre y apellido, con rostro, con mirada, con necesidades y con muchas heridas. Aprendí a conocer ese mundo y es una de las cosas más lindas que me han pasado como sacerdote y lo sigo haciendo desde que llegué a Tandil".

En sus primeras acciones coordinó un grupo de contención y acompañamiento a mamás adolescentes, también ayudó a formar grupos de alcohólicos anónimos y de Alanon (para hijos y familiares de alcohólicos), "acá en San Cayetano también hemos tenido un grupo para acompañar a jóvenes y a padres que padecen las adicciones a la droga", agrega. Otro de los programas que recuerda con mucha estima es el del "Portal de Belén", donde buscaban a familias de la comunidad local que pudieran recibir en forma transitoria a niños judicializados para que de esta forma pudieran vivir con la contención y el calor de una familia en vez de en un instituto u hogar a los que suelen ser derivados cuando pierden el cuidado de los padres. "Es una realidad  dura y difícil porque a ningún chico lo sacan de la casa de sus padres porque esté bien, son historias de mucho sufrimiento, y creamos esta alternativa hasta que se resolviera su situación judicial, ya sea la adopción o el retorno con la familia.  Fue un proyecto muy lindo que me llenó el corazón pero lamentablemente no pudo tener continuidad", confiesa Fabián.

Hoy su presente está ocupado en dos proyectos muy valiosos y que tienen como característica el trabajo en red, coordinando los aportes y conocimientos de distintas áreas de la comunidad con un fin social. Uno comenzó con docentes de la Universidad del Centro de Tandil, concretamente con miembros de la Facultad de Exactas y de la cátedra de Ingeniería en Sistemas, así nació el "Proyecto Koinonía". Con el compromiso de los docentes Rosa Dos Reis y Moisés Bueno junto al padre Fabián, nació lo que es hoy una Asociación Civil que desarrolla proyectos informáticos al servicio de las organizaciones que trabajan en acciones solidarias, "es un proyecto para que puedan comunicar mejor lo que hacen, para asignar mejor los recursos, haciendo más eficaz y eficiente la tarea de cada organización, y por sobre todo facilitando la tarea en red. Siguiendo la filosofía de lo que Mesa Solidaria Tandil realiza pero con herramientas tecnológicas que permiten optimizar el trabajo realizado", explica el padre Fabián.


La solidaridad es el nuevo amor

El otro gran proyecto que lo tiene muy ocupado pero lleno de gratificaciones es un programa de viviendas que él llama como de "construcción solidaria". Todo nació desde Cáritas de la Parroquia de San Cayetano a través de una iniciativa del Municipio de Tandil que tenía unos terrenos para desarrollar viviendas sociales y dar una solución viable y sustentable a muchas familias a las que se les hace muy difícil acceder a una casa propia. "Nos presentamos con ocho organizaciones y a nosotros nos asignaron 28 lotes para construir", cuenta el Padre Fabián, "es decir que estamos acompañando a 28 familias en la construcción de sus casas. En nuestro caso nos organizamos de una forma original porque no es una cooperativa de viviendas, no es un proyecto de autoconstrucción, las casas no se hacen con recursos del Estado, las hacemos con lo que yo denomino la "construcción solidaria" que es en primer lugar que cada familia es responsable de la construcción de la vivienda, y desde Cáritas creamos las condiciones para que eso sea posible, lo que uno solo no puede se logra con el trabajo solidario, los beneficiarios deben pagar la tierra al Municipio, a Dios gracias a un costo muy accesible, en cuotas. Y con las cuotas que aporta cada familia vamos haciendo compras solidarias donde conseguimos mejores precios".

Para poder llevar a cabo este programa se creó una gran red de trabajo donde participan profesionales, voluntarios y beneficiarios, una verdadera trama de voluntades poniendo cada una su aporte y voluntad para lograr dar una vivienda digna a 28 familias. El padre Fabián lo sintetiza con una reflexión, "el Papa Juan Pablo II decía una cosa muy linda cuando hablaba de la solidaridad: "el nuevo nombre del amor es la solidaridad", esta solidaridad que se expresa en la alegría de compartir, de dar, lo que genera la solidaridad es una cadena de generosidad, de gente que se involucra y te da una mano, y que hace posible lo que humanamente hablando es imposible. Yo digo que no sólo los queremos ayudar a que tengan una casa, queremos construir hogares, y es algo que aprendí hace muchos años atrás, que un hogar es mucho más que una casa, la casa te la pueden regalar, la podés comprar, pero un hogar es una casa llena de buenos recuerdos".


El trabajo es la clave

Ya hablando de cuáles son las principales falencias y dificultades que tiene nuestra sociedad para salir adelante y lograr ser un espacio de contención y vida digna para todos, Fabián cree que una de las claves está en el desarrollo laboral de las personas: "teniendo una mirada más abarcadora de toda la cuestión social me parece que la clave está en el trabajo, en generar empleo digno, en promover que la gente ocupe su tiempo, ordene su día, se sienta valiosa, pueda llevar el puchero a su casa. Uno puede hacer el esfuerzo y trabajar un poco más y va a salir adelante, uno nunca va a salir adelante si no tiene de qué trabajar. La desocupación y la precariedad del trabajo se presta a cosas muy feas, es una de las principales causas de la depresión y de tantas miserias. Nuestro país salió adelante por dos fuerzas muy importantes que fueron el trabajo y la educación, pero el trabajo precede a la educación, el que trabaja quiere que sus hijos estudien, el proceso al revés no siempre acontece; y desde ese lugar todos podemos hacer algo, las familias, las empresas, la comunidad. Tenemos que dejar de echar culpas de lo que hizo el otro y ponernos a pensar en qué puedo hacer yo para que todos estén mejor, para que esta sociedad en la que vivo mejore. Los obispos años atrás hablaban de la ciudadanía y decían que debemos pasar de ser una sociedad de consumidores a una sociedad de servidores, de una sociedad de espectadores, de estos que la miran por teve, a una donde todos seamos actores, vivimos en la sociedad del espectáculo viviendo la realidad a través de las pantallas, que distinto es cuando uno toca la realidad, no cuando uno la declama".

 

El "fenómeno Messi"

El Padre Fabián tiene una particular mirada sobre cómo actuamos como sociedad y las responsabilidades que tenemos todos, cada uno desde nuestro lugar: "me duele mucho cuando ponemos toda la resolución de los problemas en una parte de la sociedad o en una persona, yo le digo "el fenómeno Messi" que es que tenemos que salir campeones porque somos los mejores, Messi se tiene que poner el equipo al hombro porque para eso es Messi. No se puede ser segundos, es un "mundo mágico" porque pensamos que somos Argentina y tenemos que salir campeones y nos olvidamos que para triunfar hay que esforzarse, hay que tener disciplina, hay que tener orden, hay que aprender a ganar y a perder, hay que aprender de los errores, ese es el "fenómeno Messi". Hace poco me regalaron un viaje y estuve en Roma con el Papa Francisco, tuve la oportunidad de saludarlo y de pedirle que rece por nuestro Tandil.  Y en ese viaje una de las cosas que aprendí, yo que soy curioso, es sobre Miguel Ángel. Tuve la oportunidad de ir a la Capilla Sixtina, y yo no sabía que a la Capilla Miguel Ángel la pintó dos veces, y ¿por qué la pintó dos veces?, porque se le caía la pintura. Y Miguel Ángel no se desalentó, Miguel Ángel no se la creyó, no repitió la misma historia del fracaso, no dijo "la voy a pintar de vuelta hasta que?", no, ¿qué hizo?, pidió consejo, le fue a preguntar a su maestro, reconoció su limitación, perseveró en la tarea, se dejó ayudar, y hoy decimos "la Capilla Sixtina". Tiene 500 años, está en pie y es maravillosa.  Es un genio pero el genio también aprendió. Por eso digo, ¿qué le falta a nuestro país, a nuestra comunidad?, cultura del trabajo".

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