Continuará a media tarde con una charla con representantes de diversos sindicatos, y a las 19 hs. se reunirá allí mismo con militantes, simpatizantes y amigos con el objetivo de intercambiar diferentes puntos de vista de la situación actual de nuestro país.

Claro que Moreno fue tema de discusión en todo el país las últimas semanas, pero en nuestra ciudad tuvo algo más de trascendencia. Sus dichos sobre Rafael Videla repercutieron a lo largo y ancho de la Argentina... y también en el Concejo Deliberante.

Recordamos que casi todos los concejales votaron el repudio al exabrupto de Moreno, cuando sostuvo que "Videla tiraba nuestros compañeros al mar pero no le sacaba la comida a la gente".

La votación había tenido su historia previa, durante la sesión anterior cuando Corina Alexander le había dedicado un par de filosas ironías a Nora Polich, autora del tardío pero al fin presentado proyecto de resolución.

El monumental tamaño del exabrupto de Moreno, no mereció objeciones de ningún bloque, ni siquiera por parte de los ediles camporistas o justicialistas, con excepción de Alexander. Al momento de la votación y al registrarse su negativa a votar el repudio, un silencio de sepulcro se posó sobre la atmósfera del Concejo, sobre todo porque Alexander es presidenta de la Comisión Humanos del legislativo.

El manifiesto gol en contra la dejó 0-1 en su clásico duelo con Polich. Días atrás, la edil justicialista, ante los oídos perplejos de algunos cronistas, había perdido la compostura soltando un grueso y prosaico epíteto hacia la edil radical: "Esta gorda pelotuda me tiene podrida?".

El exabrupto de Moreno y su brazo paralizado sobre la banca la dejaron aún más expuesta en medio de un escenario nacional donde el kirchnerismo -tras el affaire de Lopecito y sus bolsos repletos de dólares- atraviesa la crisis más dura de su experiencia política, y los actos y gestos desafortunados de sus legisladores también resuenan bizarramente en el Congreso de la Nación.