Sociedad

Nuestros titanes: Las Pumas - Reinventar Tandil

03/05/2016

Revalorizando el compromiso, el respeto y la responsabilidad.

 

El deporte puede cambiar vidas, así es como lo entendió Catalina Granel, fundadora de la ONG “Reinventar Tandil”, que nació en 2005 y puso el foco en promover el deporte del hockey como una vía de integración social y plan de vida para muchas chicas.

Tres de ellas hoy nos pueden contar su historia y con su relato compartir cómo cambió su vida a partir de agarrar un palo de hockey y salir a jugar el partido de la vida. Ellas son Lorena López de 17 años, Melina Rivas de 20 y Ayelén Sánchez también de 20 años. Las tres son un ejemplo entre cientos de otros de cómo un deporte puede formar en valores a los chicos y chicas, enseñarles lo que es el compromiso, el respeto y la responsabilidad.

“Empecé a jugar desde muy chica”, nos cuenta Lorena en la gran sede y vestuarios que tiene la ONG en el barrio de las Tunitas, rodeados de palos de hockey, bochas y fotos que muestran toda la trayectoria de la institución, “empecé por Cata (Catalina Granel) que vino a casa a contarme, y comencé porque me parecía lindo, por los valores que transmite también Reinventar y  ya hace cinco años que estoy jugando. Me gustó el grupo, aunque es dificil al principio porque tenés que controlar bien las técnicas del hockey, pero una vez que aprendiste es un placer jugar”. Vive enfrente a la cancha de la sede de Reinventar y además es asistente en el taller de Valores, otros de los puntales de este proyecto social. Como Lorena explica, “el taller de Valores consiste en que Reinventar no es sólo deporte sino que te ayuda en la vida, a formarte como persona y trata de enseñarte los valores básicos, y de cosas que pasan afuera del hockey: que te cuides de las drogas, los cuidados en temas de sexualidad. Buscamos temas, videos y viene gente a dar charlas para formarnos”.

Así es como todos los jueves se realiza en un gran salón de la sede este taller del que participan chicas de entre 14 y 23 años. Por allí pasaron por ejemplo Facundo, un cura villero, y el Pastor Martín Olesen, quienes dejaron sus enseñanzas y experiencias de vida para todos los chicos.

Melina Rivas también cuenta cómo llegó a Reinventar, “empecé en Villa Aguirre, donde vivo,  a jugar al hockey. En ese momento estudiaba Trabajo social,  y acá me ofrecieron dar clases a las nenas de la escuelita de hockey. Entonces dejé la carrera y me puse a estudiar Educación Física. Melina nos relata su historia y pareciera que nunca se imaginó que iba a terminar siendo la profesora de hockey de las más chiquitas, todo un desafío y un gran placer como ella confiesa, “dar clases es re lindo aunque a veces las más chiquitas no te den bola, claro tienen cuatro años y lo único que quieren es jugar y saltar”, cuenta entre risas. Este gran paso de ser jugadora a profe lo hizo gracias al apoyo del equipo, “los profes me ayudaron a dar clases, hacemos juegos y ejercicios para que puedan llevar la bocha”, y también destaca la importancia del taller de Valores a la hora de formarse y estar acompañada: “el taller de Valores es una de las razones por las que me quedé acá, todo lo que pasaba en la cancha lo llevábamos al taller. Había muchos conflictos dentro de la cancha, y gracias a Cris (Cristina Antonacci, coordinadora del Taller) los pudimos solucionar”.

Cristina Antonacci es otro de los grandes referentes que tiene esta gran familia de Reinventar, ella lleva adelante este encuentro de valores para las chicas, donde se comparten muchas cosas: sentimientos, emociones, conflictos y reconciliaciones, y de todas esas experiencias se aprende, y mucho. “Se lleva al taller lo que sucede en la cancha”, explica Cristina, “pero para que sea una charla productiva primero reconocemos qué conflicto hubo, y buscamos que entre ellas, las partes, se pongan de acuerdo. Hay reglas básicas del taller: podemos disentir sin discutir, sin agresiones, entonces se promueve el poder hablar aunque no estemos de acuerdo. Y lograr que lo que haya pasado dentro de la cancha hablarlo sin que genere chusmerio, sin quedarnos en hablar mal del otro”.  Ayelén Sánchez, otras de las integrantes y jugadoras, agrega “durante los partidos no hay momentos para charlar y resolver los conflictos, se hacen comentarios entre uno y otro , y capaz que hay un problema y si no se habla se hace una bola. Entonces tenemos este momento y lugar del taller para arreglar, ver los pensamientos y resolver”.

Ayelén también es de Villa Aguirre, estudia Contabilidad en la UNICEN y llegó gracias a Melina, su amiga, “yo nunca hacía nada”, dice sonriendo, “y ella me insistió para que empiece, y así empezamos a jugar en Villa Aguirre. Empecé y me gustó, aunque a mí no me interesaba tanto la competencia de jugar re bien ya que empecé de grande y no iba a competir en ningún club, por eso lo que más me gusta es que se trabaja con los valores. No es tanto el deporte sino la amistad que tenemos entre nosotros, se formó un grupo re lindo y tenemos actividades como los campamentos que nos van uniendo como grupo”.

Desde sus comienzos, donde Catalina Granel puso todo su entusiasmo, energía y fe para crear este gran espacio de contención y acompañamiento, cientos de chicos y jóvenes han pasado en estos más de 10 años por sus actividades, que van desde las clases de hockey para chicas, hace un tiempo se ha sumado el rugby para chicos también, hasta el taller de Valores y otras acciones como las clases de apoyo y seguimiento escolar que se hacen los martes para los más chiquitos y los jueves para los más grandes, y son supervisadas por voluntarios de la carrera de Psicopedagogía del Instituto 10.

 

¿Cuáles son los valores hoy para los jóvenes?

Con esta pregunta como disparador, las chicas fueron dando sus valiosos testimonios y demostraron que los jóvenes tienen mucho por enseñar a partir de sus opiniones y cuestionamientos.

“Yo creo que sin valores la sociedad estaría perdida”, arranca Ayelén, “por el respeto, para que todo funcione dentro de todo bien necesitamos valores, y en este caso en Reinventar trabajamos mucho el respeto, el compromiso y la responsabilidad, acá y en la vida. Compromiso para todo lo que hacemos, porque nos exigen venir al entrenamiento, como tener compromiso ante cualquier otra cosa que hagamos, y se complementa con la responsabilidad para ser responsables en cualquier aspecto de la vida. Y respeto a cualquiera, a vos, a todas las personas que están a tu alrededor, y esos valores consideramos que necesitamos en la vida para todo. Y por eso los desarrollamos acá y afuera, esa es la idea. Es cuestión de uno, de ir aprendiendo, para eso está el taller, vas creciendo y nos van enseñando cosas que capaz no tenemos”. Melina agrega que “ayuda mucho a la gente del barrio tener el taller de Valores acá, se necesita. Los valores en mi barrio no están tan marcados, si hubiera más ONG que ayudan así todo estaría mejor”.

Las drogas y la violencia son sin dudas dos de los grandes males que afectan a los jóvenes, y para ellas tener convicciones claras y profundas es una gran herramienta para tener una vida sana y con proyectos.

“Nosotros vemos que hay muchos chicos en la droga”, agrega Ayelén, “mucha violencia, pero también hay mucha gente preocupándose para que las personas sigan un camino correcto. Muchas veces vemos a chicos drogándose, y eso es algo que quieren que no hagamos, nos enseñan que hay que tener un propósito, seguir algo, para eso nos apoyan, nos hacen un seguimiento, yo por ejemplo tengo una beca que me ayuda un montón con la facultad. Te ayudan para seguir y progresar, y para no hacer las cosas malas”.

“Estar acá te incentiva a salir de lo malo”, dice Melina, “hay chicos que caen en la droga porque no saben para dónde ir”.

Para Lorena los valores están en todos y es necesario practicarlos para hacerlos propios: “yo creo que es necesario tener valores porque están en todos lados, vos subís al colectivo y hay una mujer embarazada y tenés que tenerle respeto y darle el asiento. Me parece que el compromiso está en ir a la escuela y ayudar a tus papás.  Los valores están todos los días, sin valores no se podría manejar el mundo como está ahora porque cada uno haría lo que quiere y pasaría por arriba de todos”.

Las tres están convencidas de que todo se cambia con educación y con padres que pongan más atención y acompañamiento a los chicos, y agregan “los que están peor con el tema de las drogas son los jóvenes y dentro de cuarenta años van a ser los que van a manejar el país. Si no se preocupan hoy por ellos, ¿cómo vamos a estar dentro de cuarenta años?”

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