Fanático vs persona normal en las redes sociales: El Gorila universal

Opinión

Fanático vs persona normal en las redes sociales: El Gorila universal

13/04/2016

Hay una regla universal para los que somos optimistas con el género humano y que un gran tandilense como lo fue Facundo Cabral lo resumió en pocas palabras:

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El bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le destruya hay millones de caricias que alimentan a la vida. En estos 100 días de gobierno pudimos ver a través de las redes sociales distintas manifestaciones a favor y en contra de la gestión amarilla.

Mark Zuckerberg, un joven emprendedor del país que más libertades le dio al mundo creó una plataforma que se transformó en el bastión comunicacional de los del llano. Facebook, producto del capitalismo, le quitó a los dueños de medios el monopolio de la comunicación y universalizó la potestad de transmitir en forma masiva diferentes opiniones. Obviamente la hegemonía la siguen teniendo estos grupos empresariales de medios, pero hoy las redes sociales se convirtieron en la vanguardia del pensamiento individual en la cual con genialidad o pagando un costo mínimo se puede llevar un mensaje a millones de personas.

El militante kirchnerista promedio junto al fanático anti kirchnerista y todo fanatico en general tienen una enorme diferencia en la utilización de las herramientas de Facebook con el resto de la sociedad. Tanto el K como el anti K utilizan la herramienta de Compartir, de escribir una Publicación o Comentar en las publicaciones ajenas. Mientras que la persona normal, es decir el 85% de la población, no suelen ni siquiera hablar de política pero en el minúsculo caso de que se metan alguna vez en una conversación política lo hace con un Me gusta y en el menor caso con un Comentario dentro de una publicación de otra persona.

En política no existe el mal o el bien en discusiones de ideas. Los grises suelen ser los más atinados pero cada extremo insisto, de ideas- es legítimo. El mal es identificado por acciones generales que trascienden a los partidos políticos y esto es el Odio. El fanático que cree que el otro es un asesino, corrupto que quiere ver a todos los argentinos sumergidos en la pobreza y que odia cada acción que un político toma. Por lo tanto podemos decir que lo repudiable y lo que engloba al odio es el Gorila. Pero este es un Gorila 2.0. En un principio gorila se le decía al antiperonista que odiaba cada acción que tomaba el gobierno del general Peron. Pero en estos días podemos decir que cada partido político tiene en su contra a un gorila. Hay gorilas antipro, antiradicales, antiperonistas, gorilas antiizquierda y antiderecha, gorilas que se envenenan en cada acción de su enemigo. El Gorilismo democratizó y ya no es patrimonio intangible del peronismo.

El bien es mayoría, la sociedad no odia, solo quiere vivir sin que lo jodan los demás básicamente. El bien te pone me gusta. El mal es el que odia y escracha, transpira su veneno y lo deposita en caracteres. Y en todo caso, en otro artículo podríamos seguir explayando este fenómeno de querer captar simpatizantes a través del odio y del resentimiento, lo cual ha traído grandes consecuencias a la humanidad, sobre todo en el siglo XX. Es por eso que les dejo un consejo para actuar ante el odio: Laissez faire o traducido dejen hacer a los fanáticos sus comentarios. No se metan en discusiones porque es inútil querer razonar con ellos y además con cada comentario que estos hacen al único que perjudican es a su propio partido. Podrán convencer a una persona pero habrá nueve que perderán simpatía, ya que el odio suele ahuyentar en muchos casos.

Con el pasar del tiempo y por una cuestión de darwinismo social veremos que los políticos y los militantes se van a tener que adaptar a las nuevas reglas que se basan en el respeto al que piensa distinto porque sino la sociedad en cada elección los dejará cada vez más relegados hasta convertirse en una minoría reaccionaria sin representación ciudadana.

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