Macri representa un nuevo modelo de estadista ¿Equiparable a Frondizi?

Opinión

Macri representa un nuevo modelo de estadista ¿Equiparable a Frondizi?

29/01/2016

La visión de los diarios nacionales e internacionales sobre el gobierno de Mauricio Macri.

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(Por Fernando Mascetti)

A poco más de un mes de haber asumido como presidente de la Argentina, Mauricio Macri con su impronta de fuerte dinámica en la gestión ha logrado que tanto los diarios nacionales e internacionales lo sitúen con preferencia en sus tapas, motivados por la celeridad en múltiples sucesos derivados de trascendentales definiciones y hechos políticos.

El diario norteamericano The Washington Post destacó hace unos días la gestión de Mauricio Macri titulando su editorial como "Un rápido y riesgoso comienzo en Argentina", en el cual el matutino hace un balance de las primeras medidas del mandatario tras recibir un país con "una economía paralizada por los controles cambiarios, privada de inversión extranjera y afectada por una inflación de más del 25 % anual; instituciones comprometidas por interferencias políticas, incluyendo una debilitada Justicia y prensa; y una política internacional que dejó al país más cerca de Irán y Venezuela que de los Estados Unidos y otras grandes democracias".

El Washington Post no sólo destacó las medidas económicas de la gestión macrista, que liberó el cepo al dólar, unificó y estabilizó el tipo de cambio, redujo o abolió impuestos a los agricultores exportadores y renovó la negociación con los holdouts, también hizo énfasis en la agenda de su política exterior, comenzando con la postura que tuvo en la cumbre del Mercosur.

Esta primera apreciación me permite pensar que estamos ante una enorme posibilidad de un Macri estadista (o por lo menos en camino a serlo), cuyos signos son la planificación política estratégica, alta capacidad de decisión táctica y operativa, eficiente trabajo en equipo y una mirada de mediano y largo plazo para resolver los problemas estructurales que aún hoy sigue teniendo Argentina después de 50 años de gobiernos militares, neoliberales y populistas en sus más diversas expresiones.

La última experiencia de un estadista en nuestro país nos remite al gobierno desarrollista de Arturo Frondizi, con características en cierta medida comparables más allá de los diferentes contextos mundiales y locales que cada uno en su caso tuvo que enfrentar. Hay puntos en común, como los tres postulados esenciales del proyecto de Frondizi que promovieron la legalidad, la paz social y el desarrollo y que podríamos comparar con las premisas claves en la comunicación política de la campaña de Mauricio Macri en el Frente Cambiemos y en sus hechos políticos del primer mes de gestión referidos al cambio: enfrentar la corrupción y respetar las instituciones, unir a los argentinos y desarrollar no sólo la economía sino las potencialidades de cada región y de cada habitante de este suelo.

Así como Frondizi logró movilizar con firme decisión las fuerzas de un país estancado en un contexto hostil dominado por sectores sociales y políticos muy poderosos hoy podemos visualizar algo parecido en las decisiones de Macri y su equipo sincerando variables de la economía que permitan desatar el nudo de un embrollo de medidas que frenaron por años las inversiones y el desarrollo. Algunas pueden resultar impopulares en el corto plazo aunque sin dudas son necesarias para determinar las grandes directrices de un nuevo estilo de gestión y modelo de liderazgo con reglas de juego claras para que en el mediano y largo plazo se vean los resultados del desarrollo.

Las prioridades vuelven a tener sustento: el anuncio de la normalización de las estadísticas del INDEC, la eliminación del cepo cambiario, la eliminación y reducción de retenciones a producciones agropecuarias, las primeras medidas de lucha contra la corrupción y el narcotráfico, la apertura del diálogo con el mundo o un simple suceso como reunir al gabinete de ministros con todos los gobernadores de las provincias sin distinción de color político son signos vitales que estamos iniciando (en tan sólo 30 días) un camino diferente, de paz, desarrollo regional y de inserción en el mundo.

Cada paso decisivo del Presidente Macri tendrá mil piedras en el camino, probablemente cometerá errores, tiene enormes desafíos por delante, aunque soy optimista que el camino elegido es el correcto y lo pondrá a Mauricio Macri en la historia de los destacados, de los distintos, como un estadista que piensa en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.

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