Sociedad

Querida Teresa…

02/09/2015

Alumnos del Conservatorio de Música Isaías Orbe, le entregaron en mano una carta a la Ministra de Educación de la Nación, Teresa Parodi, contándole sobre el estado de su edificio y pidiendo “acción articulada de los distintos niveles del estado, especialmente del estado nacional” para con su lucha.

El viernes, en el marco del IV Encuentro Regional de Estudiantes de Arte, los alumnos del Centro de Estudiantes del Conservatorio Isaias Orbe le entregaron en mano una carta a la Ministra de Cultura de La Nación, Teresa Parodi.

En el texto, le explican la situación por la que vienen pasando, del desalojo que lograron desactivar gracias a su movilización y el apoyo de la comunidad, y el paupérrimo estado del edificio donde dan clases.

“Este lugar, inadecuado desde todo punto de vista para la enseñanza y para la educación musical en particular, es reflejo de un proceso histórico de desinversión educativa pública, que  en varios aspectos se ha ido revirtiendo.

El edificio que actualmente ocupamos, no sólo es inadecuado para el dictado de clases,  sino que también se torna incómodo espacialmente, al momento de realizar las audiciones, esos momentos en que toda la comunidad  educativa se reúne para disfrutar y compartir la música producida en sus aulas”, reza la epístola.

“Convencidos de que el estado tiene la responsabilidad de generar los espacios de encuentro entre el pueblo y su patrimonio cultural, creemos que el edificio del Conservatorio no es un problema edilicio de la comunidad educativa entendida como los usuarios cotidianos del mismo, sino que significa un problema con mayor alcance ya que el nuevo edificio del Conservatorio debería reflejar la concepción de un espacio para la música, como patrimonio integrado al espacio local donde se pueda  estudiar, enseñar formando recursos locales y nacionales, dando un marco que permita el quehacer cotidiano  de la música, esto implica un lugar accesible y convocante para todos,  que plasme una concepciones de defensa de la formación de nuestros recursos humanos. Un lugar que den ganas de entrar, quedarse y disfrutar de lo que mejor hacemos: la música”, agregan.

Sobre el final, dicen que “necesitamos de la acción articulada de los distintos niveles del estado, especialmente del estado nacional a través de nuestro Ministerio de Cultura.”

 

LA CARTA:

 

Ciudad de Tandil, agosto 29 de 2015

 

A la Ministra de Cultura de la Nación

Sra. Teresa Parodi

Su Despacho

De nuestra mayor consideración:

 

Dada su condición de música previa al cargo que hoy reviste seguramente compartimos que el hecho de que la música supone el descubrimiento y desarrollo de las capacidades creativas de la persona tanto en lo intelectual como en lo emocional, pero a  este valor que la música aporta, se le debe agregar otra función también fundamental que es la potenciación del sentido socializador y cooperativo a través de la práctica en grupo. La toma de conciencia de su importancia formativa por parte de la sociedad, se ha ido generalizando en los últimos años y actualmente somos  muchos quienes reclamamos la posibilidad de educarnos dentro de este ámbito.

Sabemos que la formación en este área, guarda como principio acercar la educación musical a todos aquellos que lo deseen, sin establecer distinciones basadas en el talento, la edad o la capacidad económica, abriendo un espacio a todas las capacidades potenciales de las personas, que no se restringa a unas minorías, sino teniendo como política fundamental atender a los intereses y necesidades de todos los sectores permitiéndoles integrarse al contexto social y cultural del medio socio-comunitario que habitan.

Sostenemos que el fomento de la práctica musical en grupo integrando orquestas o coros, constituye un objetivo prioritario de este tipo de formación y se convierte en uno de los rasgos fundamentales de su identidad junto al desarrollo de las disposiciones expresivas de los estudiantes estimulando la experiencia vital que significa la música además de la adquisición de habilidades técnicas que propicien la correcta ejecución. Sin embargo, pese a ser muchos quienes defendemos estos derechos, en nuestra ciudad, el Conservatorio de Música Isaías Orbe cuenta en su amplia trayectoria con diversos cambios de ubicación, ya que desde sus inicios funcionó dictando sus clases de formación musical en distintos edificios particulares alquilados, ocupando espacios impropios para este tipo de educación.

Pese al tiempo transcurrido desde que abrió sus puertas, la situación actual, de nuestro Conservatorio aún no ha variado, precisamente en estos momentos se encuentra frente a un inminente pedido de desalojo, desactivado por ahora, ante la movilización de la comunidad y un edificio antiguo que se deteriora poco a poco.

Este lugar, inadecuado desde todo punto de vista para la enseñanza y para la educación musical en particular, es reflejo de un proceso histórico de desinversión educativa pública, que  en varios aspectos se ha ido revirtiendo.

El edificio que actualmente ocupamos, no sólo es inadecuado para el dictado de clases,  sino que también se torna incómodo espacialmente, al momento de realizar las audiciones, esos momentos en que toda la comunidad  educativa se reúne para disfrutar y compartir la música producida en sus aulas.

Es que si observamos, en nuestra comunidad local, las instituciones educativas vinculadas a la formación en expresiones artísticas tales como la Escuela Polivalente de Arte, la Escuela de Cerámica, el  Instituto del Profesorado de Arte y nuestro Conservatorio de Música son las que han sufrido el mayor relegamiento a la hora de la inversión e interés público. Este simple hecho podría considerarse como reflejo del lugar que ocupan en el imaginario social y en su dirigencia, la educación artística como parte del desarrollo integral en la formación ciudadana y humana de la comunidad. 

Esto se convierte en evidente si consideramos que la Dirección General de Escuelas funciona a partir de 1875 y que hoy, pese a existir  dieciocho Conservatorios Provinciales,  el único edificio concebido como tal, es decir con aulas insonorizadas, auditorio, espacios específicos, sala de grabación, de ensayo etc. es el  Conservatorio de Martínez  logrado a través de una donación privada. En general, si observamos estas instituciones funcionan en casonas antiguas simplemente adaptadas como aulas comunes en las cuales podrían desarrollarse clases de cualquier carrera, punto que permitiría considerar  claramente el escaso interés público en atender  las necesidades específicas de la formación  y la expresión artístico musical  de nuestra comunidad, como se espera de un estado con participación activa que piensa una política educativa articulada con la comunidad que concibe la formación artística musical no sólo como espectáculo o actividad cultural sino como fuente de formación de futuros docentes protagonistas de la transformación educativa.

Convencidos de que el estado tiene la responsabilidad de generar los espacios de encuentro entre el pueblo y su patrimonio cultural, creemos que el edificio del Conservatorio no es un problema edilicio de la comunidad educativa entendida como los usuarios cotidianos del mismo, sino que significa un problema con mayor alcance ya que el nuevo edificio del Conservatorio debería reflejar la concepción de un espacio para la música, como patrimonio integrado al espacio local donde se pueda  estudiar, enseñar formando recursos locales y nacionales, dando un marco que permita el quehacer cotidiano  de la música, esto implica un lugar accesible y convocante para todos,  que plasme una concepciones de defensa de la formación de nuestros recursos humanos. Un lugar que den ganas de entrar, quedarse y disfrutar de lo que mejor hacemos: la música.

Es conocido en nuestra ciudad y la región, el nivel de formación de los docentes que enseñan en nuestra institución así como de los reconocimientos logrados a lo largo de su trayectoria musical, y la oportunidad que brinda la formación que allí recibimos, ya que además de ser parte del sostenimiento del patrimonio cultural, en ella se forman docentes que posteriormente se integrarán al sistema educativo argentino, impartiendo las enseñanzas allí recibidas. Por otro lado la cantidad de inscriptos que aspiran a tomar clases en el Conservatorio, son clara manifestación del rol que ocupa esta institución como referente formativo educativo dentro de la ciudad, prueba de esto es la cantidad de estudiantes que deben quedar año tras año en lista de espera al no encontrar lugar en nuestras aulas. Aulas que brindan educación gratuita y que día a día consolidan la defensa de la educación pública. Aulas que no están equipadas, aulas cuyas paredes se van desintegrando poco a poco, cada día un poco más, pero aulas que no debemos ni queremos dejar que se derrumben por el poder símbolo que ellas mismas detentan.

Necesitamos alcanzar este objetivo, por eso, creemos imprescindible la presencia del Ministerio de Cultura de la Nación en este proceso de reafirmación de nuestra vocación de concretar en el Conservatorio, no sólo un centro de estudios, sino un auditorio para los tandilenses, una sala de grabación para la producción cultural, una sala de ensayos, junto a la diagramación de aulas especiales para nuestra formación como músicos y futuros docentes como un ámbito donde poder desarrollar nuestra actividad. Pero somos conscientes que para lograrlo necesitamos de la acción articulada de los distintos niveles del estado, especialmente del estado nacional a través de nuestro Ministerio de Cultura.

Sin más y esperando tener respuestas a nuestras necesidades, saludamos a Usted atentamente agradeciendo el tiempo dedicado a la lectura de estas líneas.

 

 

Centro de Estudiantes

Conservatorio de Música “Isaías Orbe”

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