Sociedad

PA MI que no funciona

02/09/2015

Nota de tapa de la ultima edición papel del semanario ElDiarioDeTandil, con una completa investigación sobre el panorama que vive la obra social de los jubilados.

Los propios trabajadores dicen que la delegación Tandil ha quedado en el olvido por las autoridades. Denuncian que, más allá del corte de la atención de la Clínica Chacabuco, “no hay insumos para entregar a los afiliados” y son ellos quienes deben “poner la cara”, porque “la responsable (Miriam Iglesias) está con parte de enferma desde hace muchos meses”.

Las excusas sobran. Problemas administrativos, inconvenientes informáticos o “en los próximos días llega”, son las más escuchadas, en la sede del Programa de Asistencia Médica Integral de calle Pinto al 800.

Lo concreto es que la situación no da para más. La obra social de los jubilados está colapsada y en Tandil la situación se ve agravada porque nadie se hace responsable y no hay una cabeza visible para exigirle las respuestas debidas.

Claro que la situación de la Nueva Clínica Chacabuco trascendió por la importancia que tiene dejar a unos 15 mil abuelos y abuelas sin atención médica, lo que motivó además un desbarajuste en el sistema de salud público. La falta de entendimiento entre PAMI y la clínica viene de lejos -como todos los problemas que arrastra la obra social- pero en el último año se agravó. A mediados de 2014 comenzaron a agitarse las aguas cuando los directivos de la institución, junto con los del Hospital Municipal Ramón Santamarina, pidieron intervención del Concejo Deliberante con la advertencia de un “posible colapso del sistema de salud pública por los atrasos en los pagos”.

Los reclamos encarados desde Tandil no tuvieron respuesta y en noviembre se volvió a plantear la intranquilidad que predomina en clínicas y sanatorios por la falta de financiamiento del PAMI, luego de conocerse una denuncia de más de ciento cincuenta prestadores de todo el país, emergente de una asamblea convocada por la Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales (CONFECLISA) y la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados de la República Argentina (ADECRA).

El presidente de la comisión de Salud en la legislatura municipal, Adolfo Loreal, explicó que “en aquel momento hablé con la jefa de la agencia local, Miriam Iglesias, quien me pidió un tiempo para revisar el tema y hablarlo con su gente”. Pero luego de ese contacto no hubo más respuestas.

Por su parte el presidente de ADECRA, Jorge Cherro, postuló que “las clínicas que atienden afiliados del PAMI quieren seguir haciéndolo, pero el modelo actual tiende a la expulsión de estos centros de salud”. Por su parte, desde CONFECLISA advirtieron que el PAMI destina menos del 25% de su presupuesto a gastos de salud y que los valores que abona por internaciones y cirugías son los más bajos del sistema.

A LA DERIVA

Si para muestra basta un botón, hay que recordar que la caótica situación que se vive quedó reflejada el pasado 11 de agosto cuando la empresa de gas Camuzzi procedió al corte del suministro por falta de pago. Ni bien salió en los medios, se pagó la cuenta y le reconectaron el servicio.

Si algo faltaba, las delegadas gremiales Mirta Conte y Andrea Carnesale expusieron en esa oportunidad: “Sabemos que también hay una orden de corte de la luz por una boleta impaga, pero la Usina no quiere ejecutarla”.

Los reclamos de las dos dirigentes gremiales no quedaron ahí. Hablaron de “la falta de insumos y que no hay sillas de rueda” ante los requerimientos que pueden llegar de los jubilados. Además, dijeron que “los bolsones de alimentos no llegan desde hace dos meses”.

Las dificultades no quedan en lo expuesto. Las farmacias de todo el país le están reclamando a PAMI la millonaria cifra de 472 millones de pesos -de los cuales 382 corresponderían a medicamentos ambulatorios- que, según denuncian, el organismo estatal retiene de manera arbitraria en el pago de medicamentos.

El presidente de la Cámara de Farmacias Bonaerenses (CAFABO), Julio Alvarez, le explicó a El Diario de Tandil el por qué de la arbitrariedad del organismo para retener millones de pesos: "Realiza débitos injustificados ya que de manera unilateral marcan diferencia en los precios de medicamentos, pero los mismos fueron firmados entre la industria farmacéutica y PAMI, y autorizados por el Estado nacional".

Álvarez explicó cómo es la operatoria: "PAMI nos tiene que abonar mensualmente por prestaciones que hacen las farmacias. Pero no explican el motivo por el que hacen el ajuste. Hoy PAMI no debería tener problemas financieros pero los está teniendo porque no paga en fechas correspondientes".

Cuando uno habla con quienes deben recibir los beneficios en Tandil, la mayoría de las quejas pasan por la falta de servicios y ponen como ejemplo que para hacer una resonancia o una tomografía tienen que ir a otras ciudades, porque la obra social “nunca le pagó al efector que tenía y éste le terminó cortando el servicio”.

La sospecha de una mala gestión del organismo a nivel local es alimentada por el caso paradigmático de las resonancias magnéticas. En Tandil no se hacen porque PAMI tiene una deuda millonaria con el prestador, así que deriva a los pacientes a un centro ubicado en Azul. Pero el dueño del centro montado en la vecina localidad es el mismo profesional que en esta ciudad ya no presta el servicio por esa falta de pago.

LA CULPA ES DE MAR DEL PLATA

En la sede de calle Pinto al 800 nadie da explicaciones. Los trabajadores intentan atajar las consultas y críticas con la mejor predisposición, pero no tienen respuestas concretas sobre una situación que claramente los excede.

Miriam Iglesias, quien en algún momento iba a ser responsable de una Regional de PAMI que funcionaría en Tandil, está de licencia desde hace varios meses y, al parecer, la relación con quienes cumplen tareas en el lugar no es la mejor.

Sobre ella, los empleados no dudan en decir que: “Ahora fue intervenida quirúrgicamente y no puede asistir, pero hace unos meses tenía parte de enferma y no venía a acá, pero la veías en los actos políticos, especialmente cuando venía a Tandil Diego Bossio”.

Igualmente, quienes están frente a los jubilados a diario reconocen por lo bajo que “en Tandil no podes dar demasiadas respuestas porque nosotros dependemos de Mar del Plata donde también padecen problemas de pago, pero tienen muchísimos servicios que nosotros adolecemos”.

SE VEÍA VENIR

Hay situaciones que uno puede predecirlas. La decisión de la Clínica Chacabuco se viene madurando desde hace tiempo. El conflicto se suscitó hace un tiempo, y la falta de respuestas pese a los reiterados reclamos por los cambios implementados en el sistema de pago por servicios con cartera asignada de PAMI, obligó a las autoridades a suspender los servicios médicos a los afiliados a la obra social y sólo se limitará a las urgencias.

Son alrededor de 15 mil jubilados (casi el 70 por ciento de la cápita) los que no podrán atenderse. Aunque se espera que para cuando este informe esté en la calle la situación se encuentre zanjada, será un nuevo parche porque solucionar el problema de fondo requiere una administración más eficiente y, sin duda, una conducción que el organismo hoy no tiene en el ámbito local, amén de los problemas estructurales por la deuda atrasada. “Nos quieren hacer facturar el 50 por ciento de lo que realmente corresponde”, dijeron desde el centro asistencial en un comunicado de prensa y señalaron que el corte del servicio se dio por “la falta de respuesta a la problemática que en reiteradas ocasiones hemos planteando desde hace más de un año, la cual se ha profundizado notablemente en los últimos meses”.

Recordaron en el escrito que “hacia fines de 2013, PAMI modificó la modalidad de contratación y comenzó a abonar una cifra mensual por nuestras prestaciones, la cual resultaba relativamente razonable. En teoría, hoy ese monto debería haberse incrementado en un 51 por ciento”.

Seguidamente exponen: “Desde fines de ese año no sólo dicha cifra no se ha visto actualizada, sino que PAMI nos informó que debíamos emitir nuestra factura del corriente mes por un importe que representa menos de la mitad de lo que efectivamente debería corresponder”.

Por lo expuesto, y ante la “imposibilidad” de afrontar los gastos de las distintas especialidades, “nuestra cobertura se verá limitada a la atención clínica de las urgencias”.

Dicen los responsables la Clínica Chacabuco que “hemos agotado todas las instancias y demostrado la mayor capacidad de comprensión y flexibilidad, priorizando la atención de los pacientes, pero la situación se ha tornado insostenible”.

Para cerrar, desde el centro privado de salud, reiteraron su “compromiso para seguir brindando nuestros servicios a los afiliados de PAMI pero bajo retribuciones justas y pautas claras, con la mejor disposición para la búsqueda conjunta de una digna solución”.

EL HOSPITAL EVALÚA DESVINCULARSE

El corte del servicio en la Chacabuco repercutió en el sistema público de salud. El director Administrativo, Darío Pretti, analizó: “No cabe duda de que esto generó un impacto, que en realidad ya lo estábamos padeciendo porque la clínica venía recortando servicios paulatinamente y estábamos recibiendo a esos pacientes, pero como el sistema se satura vamos atendiendo en la medida de nuestras posibilidades”.

En ese sentido el contador remarcó: “Vamos a atender hasta donde podamos porque esa demanda nos supera”.

El sistema público padece también atrasos en los pagos y actualmente registra tres facturas impagas. Pero además, a partir de la firma del nuevo convenio a principios del año pasado, les aplican un débito cuyo origen y modo de cálculo es un misterio. “Nos hacen débitos mensuales que no sabemos de que se trata, durante 2014 nos descontaron $2.100.000”.  El sistema público de salud está entrampado porque no puede cortar el servicio a su cápita de 7000 jubilados, cobra con demora de tres meses, paga un descuento millonario y no tiene con quien negociar ni a quien reclamarle. “Venimos reclamando desde hace meses pero no hay interlocutor, no hay con quien hablar. Le pedimos a Miriam Iglesias pero no dio respuesta, luego quedó como interventor el Dr. Baldanza que nos contactó con el director de la UGL XI Mar del Plata (de la que depende Tandil), Fernando Alí, quien nos dio una cita para hace dos meses pero después la suspendió y nunca pudimos verlo”.

Cuenta el funcionario local que luego de ese encuentro fallido con Alí “nos derivaron a Buenos Aires, pero ahí nos dieron un número de teléfono 0-800 y una dirección de correo electrónico, obviamente ahí nunca nos respondió nadie”.

El único sector de PAMI donde hoy los prestadores locales son atendidos es el de facturación, aunque tampoco tienen margen de acción para resolver problemas, “solamente nos van pagando a medida que les aparecen las órdenes de pago a ellos, en el tiempo que les parece, generalmente luego de 90 días de prestado el servicio”.

Desde la administración del hospital local han intimado el pago a través de cartas documento y “estamos analizando desvincularnos del PAMI en las cobranzas”. En la práctica significa que continuarán atendiendo a los afiliados que le corresponden por distribución de cápitas pero gestionarán los cobros a través de la Superintendencia de Servicios de Salud.

EL PAMI QUE NOS DEJAN

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) reparte un documento en el que se señalan algunos datos que ayudan a comprender mejor la situación.

“Desde 2007 el organismo prácticamente duplicó la cantidad de empleados, entre los de planta permanente y los contratados. Pasó de tener 10.700 a poco más de 20.000, la gran mayoría son cargos políticos”.

Explican además que se ha ido desplazando “al personal de carrera por trabajadores sin experiencia. Hay cada vez más gente, pero por ejemplo no hay asistentes sociales y los médicos no alcanzan. El PAMI intervenido es un negocio fenomenal. El presupuesto del Instituto asciende en la actualidad a unos $45.000 millones, algo así como el sexto presupuesto del país detrás del gobierno nacional, la Anses, la provincia de Buenos Aires, la Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe”.

Y advierten que “no obstante las quejas de los beneficiarios en cuanto a la calidad y oportunidad de las prestaciones, el Instituto ostenta excedentes colocados a plazo fijo, o desvía fondos hacia el gobierno nacional a cambio de Letra del Tesoro (LETE).

Desmanejos con los balances; discrecionalidad en los pagos; demoras en los pagos a los prestadores con la consecuente repercusión en la calidad del servicio, entre otras cuestiones, son otras de las observaciones efectuadas.

Y en este marco de presupuesto de bonanza y fondos excedentes, el PAMI sigue exhibiendo las irregularidades crónicas en el servicio de prestaciones: “ni buenas ni suficientes”. Las eternas dificultades en la obtención de camas para internación; hogares geriátricos y establecimientos de salud mental que no cumplen requisitos, y falta de médicos y centros de atención.

LA REGIONAL QUE NO FUE

Los problemas del PAMI serían similares al de todas las demás delegaciones (ahora se las llama de otra manera) si se materializaran únicamente en los relacionado a la atención médica y la adquisición de medicamentos.

Pero no es así. Lo inconvenientes en Tandil se hicieron más notorios desde el momento en que no se cristalizó la Regional. Ese lugar, a pedido del ahora titular de la ex Side, Oscar Parrilli, estaba reservado para Rogelio Iparraguirre, quien en algún momento y, por espacio de algunas jornadas, llegó a asumir como responsable de la Delegación Tandil.

Quienes conocen el tema, dicen que el actual concejal duró en el cargo “hasta que se enteró Diego Bossio, que pidió que lo sacaran y le dio para manejar la UDAI Tandil de la Anses, un cargo de menor trascendencia”.

Los chisporroteos estuvieron enmarcados en la interna entre el bossismo y La Cámpora, influyendo esas desavenencias en perjuicio de los abuelos, porque la Regional que conduce Fernando Alí se olvidó de Tandil y, desde acá, poco se gestionó para darle lo que nuestros mayores se merecen.

PUNTOS DE VISTA


PREOCUPACIÓN OFICIAL

El subsecretario de Salud de la comuna, Néstor Müller, calificó la medida de “alto impacto” y explicó que frente a este escenario “la salud pública se va a ver desbordada”, garantizando que “atenderemos hasta los límites posibles de capacidad física, edilicia y demás”.

Instó a las autoridades de la obra social y del centro asistencial privado a que en forma “urgente” entablen el diálogo “para que esto se resuelva cuanto antes”.

PAMI NO ESCUCHA

Adolfo Loreal, concejal de la UCR, advirtió que “aproximadamente 15 mil personas mayores y discapacitadas quedan sin la atención de la cobertura de su obra social”.

Recordó gestiones anteriores realizadas ante las autoridades de la obra social, recordando que “en enero las partes involucradas mantuvieron una reunión, en la cual se asumió el compromiso de resolver el conflicto y meses después interrumpen el servicio porque todo sigue igual”.

“NOS TILDARON DE ALARMISTAS”

La oficialista Nora Polich, repartió críticas y enumeró acciones llevadas adelante desde el Concejo Deliberante. “Venimos siguiendo esta situación de degradación de la cobertura de las prestaciones, de falta de servicios a la población afectada y manifestando nuestra preocupación, lo que nos valió haber sido tildados de alarmistas”.

Hizo hincapié en que “hemos escuchado notas a delegados gremiales donde decían sobre el corte del gas por no pagar una factura de 56 pesos y marcamos nuestra preocupación porque si no pueden afrontar ese monto, de qué manera le darían el servicio a nuestros abuelos”.

También hizo referencia a que “estamos viendo con preocupación que se habla del cierre de delegaciones y la misma delegada, con la cual intentamos tomar contacto pero aún no hemos podido, manifiesta que no se están prestando servicios esenciales o hay demoras en prestaciones”.

“LA SITUACIÓN NO ES NUEVA”

El concejal del PRO, Pablo Díaz Cisneros, confió que “si el corte se profundiza la prestación tendrá que cubrirla el Hospital, lo de PAMI no es de ahora, viene de muchos años atrás, tengo 33 años de médico y desde que era estudiante siempre había algún problema, realmente espero que se solucione porque no es una cuestión de lucro”.

El profesional hizo alusión a que “en su momento las autoridades de la clínica viajaron a Buenos Aires y tuvieron una promesa de solución pero nunca se cumplió”.

Refiriéndose al impacto que puede generar la restricción en las prestaciones consideró que “los servicios se suspendieron pero se atienden emergencias, aunque si la situación continúa en el tiempo, y no hay respuesta de las autoridades de PAMI, el corte será general, lo cual dejará a muchos jubilados sin una atención de excelencia en el servicio de hemodinamia y unidad coronaria”.

 

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