Policiales

Destrozar una escuela de barrio con cinco días de impunidad

04/03/2015

¿Cuál es el motivo para destrozar una escuela? Si fuera solamente el de saquearla, no haría falta romper casi nada. Sólo una puerta, o una ventana para entrar al edificio. Lo cierto es que un grupo de vándalos destrozaron durante la última semana de vacaciones una escuela humilde de un barrio humilde: la Escuela 10 de Tunitas. Y además la desvalijaron. Ocurrió durante cinco días seguidos sin acción policial.

Está ubicada en dos calles poco conocidas del Tandil de rostro próspero: Bolivia y Pasaje 3. Y no es la primera vez que había sufrido un ataque vandálico. Pero este fue el peor porque los malvivientes que se apropiaron de la escuela rompieron el edificio, y robaron productos de valor tras arrancar el sensor de la alarma, que obviamente no sonó.

La previsible indignación de la directora Gloria Kessler se hizo sentir en los medios. El portal colega abchoy la entrevistó, como seguramente hará la prensa en estos días donde sobran las preguntas, mucho más teniendo en cuenta que hace dos meses quedó inaugurado formalmente el Destacamento Policial del barrio, cuestión que resulta evidente su personal no pudo controlar un saqueo y destrozo durante cinco días seguidos: demasiada libertad como para que no resuenen algunas preguntas incómodas, al menos sobre cierto relajo en el patrullaje, y las suspicacias de siempre.

La directora contó además que apenas se enteró del hecho comunicó la mala nueva al Concejo Escolar, con una copia para elevar a la Jefatura Distrital de Inspección, pero la titular Susana González le respondió que ella no revisa los mails durante los fines de semana.

Los vándalos se llevaron una heladera, un freezer con comida, una pava eléctrica y la impresora; también vasos, platos, ollas. La escuela quedó sin utensilios para el momento de servir la leche a los chicos.

En estas horas los familiares y amigos de la comunidad educativa se encuentran limpiando los destrozos que dejó el ataque. La directora también cargó las tintas contra una frase desafortunada de González, cuando hace un tiempo declaró que el Consejo Escolar había dado superávit financiero durante su gestión. “Es fácil que el Consejo Escolar tenga superávit si no haces nada. El logro de un superávit es cuando vos cumplís con toda la gestión, asumiendo todas las necesidades y te sobra dinero. Ahora, cuando vos no cubrís las necesidades de las escuelas y el Municipio recibe 22 millones de pesos del Fondo Educativo y eso no llega a las escuelas. ¿De qué gestión hablan? Ayer leí que el Consejo Escolar está satisfecho de haber garantizado el inicio escolar. Acá, el inicio escolar lo garantizaron la gente de Cacha, Jefatura Distrital y los docentes que vinieron a limpiar la escuela. No el Consejo Escolar”, dijo Keesler al portal colega.

El ataque deja además de la indignación unas cuantas preguntas pendientes: a la política, a la policía y a las instituciones educativas. También a los propios vándalos que tuvieron cinco días de impunidad para destrozar una escuela de barrio.

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