Sociedad

Repudio del Foro de las Mujeres contra la campaña PRO sobre HIV- sida

25/11/2014

Las mujeres tenemos derecho a vivir nuestra sexualidad plenamente, y ello va mucho más allá de las relaciones sexuales.

En 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos reconociendo la igualdad entre varones y mujeres. Posteriormente, en 1979, se aprobó la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer –más conocida como CEDAW- que buscó orientar disposiciones para alcanzar la igualdad entre varones y mujeres en diferentes áreas sociales como salud, educación, trabajo y participación política. El sistema interamericano, por su parte, sancionó en 1994 la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres –conocida como “Belem do Pará”.

Argentina ha adscripto a estos tratados y convenciones de derechos humanos, jerarquizándolos en la Constitución Nacional tras la reforma de 1994.Al adscribir a estos tratados, los Estados asumen como injusticia la disparidad de género y se comprometen a sancionar cualquier tipo de práctica que perpetúe esta desigualdad.

Como señala la historiadora Dora Barrancos (2008), “la subordinación a la que históricamente han sido sometidas las mujeres pone de manifiesto relaciones creadas por los seres humanos, y no hay nada, ni en el orden de la naturaleza ni en el sobrenatural que implique la jerarquía que el género masculino ha impuesto sobre el femenino”.

Las identidades se forman en la vida social a través de la actividad políticamente eficaz que articula y por tanto, vincula diversos antagonismos sociales. En ese sentido, la política es un espejo que refleja tanto la realidad socio económica como las expresiones culturales de una nación.

La campaña gráfica de concientización sobre el SIDA lanzada ayer por el PRO en la provincia de Córdoba donde, bajo el título "PROtegete”, muestra a una vagina sellada con un cierre, constituye una forma de discriminación y violencia hacia las mujeres que refuerza estigmatizaciones y desresponsabiliza a los varones en la lucha contra esta enfermedad.

La trasmisión del VIH por vía sexual ubica a las mujeres en un entrecruce de situaciones de mayor vulnerabilidad debido a factores culturales. Las imágenes y relaciones sociales de género ubican a las mujeres en una situación desigual para el ejercicio de sus derechos donde tal vez la batalla más difícil para las mujeres sea negociar el uso de preservativos en sus relaciones sexuales.

Desde el Foro por la Promoción y Protección Integral de los Derechos de las Mujeres de Tandil repudiamos la campaña lanzada por el PRO por constituir una violación a la igualdad de género y solicitamos se sancione a sus responsables. La mejor manera de prevenir la trasmisión del VIH-Sida requiere acciones específicas tanto para las mujeres como para los varones como garantizar el acceso a preservativos en forma gratuita y segura y, sobre todo el acceso a información que no refuerce estereotipos sobre lo que significa ser varón o ser mujer en nuestra sociedad.

Las mujeres tenemos derecho a vivir nuestra sexualidad plenamente, y ello va mucho más allá de las relaciones sexuales.

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