Cruje el staff lunghista: le pidieron la renuncia a Olivera

Política

Cruje el staff lunghista: le pidieron la renuncia a Olivera

15/09/2014

El jefe comunal comenzó la semana tal como había cerrado la anterior: con el sobresalto a que lo exponen sus funcionarios. En la víspera, Mascotandil pidió la renuncia del director de Bromatología, Omar Olivera.

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Fatiga de materiales, dice un habitual merodeador del poder para ilustrar lo que viene pasando en algunas líneas de la gestión de Miguel Lunghi. Al infortunio que padece el intendente sosteniendo al presidente de la Usina, Ing Oscar Maggiori (actualmente de vacaciones en España y presuntamente ajeno a lo que está ocurriendo durante su ausencia), se le sumó en la víspera un nuevo pedido de renuncia. Esta vez entidades protectoras de animales le solicitaron la cabeza de Omar Olivera, director de Bromatología del Municipio. La lógica de la política, según la entiende Lunghi (cuestión que por otro lado es de manual) reside en tomar nota de la protesta pero no actuar de inmediato. Sin embargo, se siguen sumando algunos hechos no han sido públicos- los episodios que revelan aquella fatiga de materiales entre los miembros del equipo con que el pediatra viene afrontando el último tramo de la gestión.

Ayer, Mariana Jara, una de las titulares de Mascotandil, pidió por los medios y sin anestesia el relevamiento del cargo de Olivera, un funcionario que no se caracteriza, precisamente, por sus atributos para las relaciones públicas. El malestar surgió luego de frustrarse un acuerdo entre las entidades protectoras y la Dirección de Bromatología, sobre todo en lo que refiere a un disenso irreparable: la figura del perro comunitario, que defienden las entidades, cuestión que no parece estar en sintonía con el pensamiento de Olivera. Los cambios inconsultos en un acuerdo laborioso que había sido consensuado con el funcionario, llevaron al pedido de renuncia del funcionario quien ya lleva 11 años de gestión sin hacer nada, aportaron desde la entidad proteccionista. Jara pidió que se cumpla la Ordenanza 7028, la cual protege la figura del perro comunitario. La ordenanza estipula que si se levantan perros agresivos tienen que ir acompañados por una asociación protectora. Esa ordenanza se está incumpliendo en un montón de artículos, y exigimos que la Dirección de Bromatología cumpla con la normativa, señaló al diario El Eco.

Lo cierto es que el episodio puso otra vez sobre la superficie lo que es un secreto a voces en el mundillo de la política: áreas del Municipio con funcionarios achanchados tras once años de gestión y pocos cambios, dependencias que no interactúan entre ellas, sensibles al trato directo con el vecino, muchas de ellas que vienen con la inercia del piloto automático de una gestión que aún manteniendo altos niveles de aceptación en su imagen, ya le mostró a Lunghi un rostro agrio de la realidad y para el intendente un dato cuasi desconocido: en la última encuesta realizada por la consultora Survey, hace un mes, el jefe comunal cayó 8 puntos en la consideración vecinal. Es una señal de que por algo pasan las cosas.

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