Política

Lunghi Boys versus los Bossio Brothers: ataque y contraataque

28/08/2014

Todo comenzó con las críticas de Miguel Lunghi al manejo de los subsidios del gobierno que gestiona la Liga Tandilense de Fútbol, donde su presidente Marcelo Cifuentes quedó ante la opinión pública en una situación incómoda. Esta mañana, Pablo Bossio contragolpeó por el atajo Tierras de ProCrear, denunciando que el gobierno demora la habilitación de 130 lotes.

No se pueden ni ver. Las fotos que debieron tomarse, tanto para la gestión en conjunto de lograr nuevos suelos para los lotes de ProCrear, como para la remodelación obligada del Estadio San Martín, no encubren la tirria que el radicalismo y el bossismo mantienen desde hace tiempo. Tensión ahora agravada pues comenzó a correr el reloj hacia 2015 y la comisión ProCreAr Tandil –que necesita reducir políticamente el malestar de los beneficiarios- presiona sobre Anses por la dilación en los sorteos de las viviendas. Un tercer enemigo –que lima a ProCrear silenciosamente, esto es la inflación y el alto valor de la tierra tandileña- también juega su partido en este entredicho que hoy por la mañana tuvo su segundo capítulo. En rueda de prensa, el presidente del bloque del FpV, Pablo Bossio, acusó al gobierno comunal de demorar la habilitación de 130 lotes disponibles, además de otras denuncias que embarraron aún más la cancha del diálogo ya quebrado entre las partes.

La granada bautismal fue arrojada por Miguel Lunghi e hizo mella en el escribano Marcelo Cifuentes. Hace días, el jefe comunal apuntó por carta a la inoperancia de la Liga Tandilense para formalizar el contrato con la empresa Shap que hará las tribunas del Estadio San Martín, teniendo en cuenta que Cifuentes es, además, Director de Tierras de Anses. Apretado por la iniciativa política perdida, Bossio salió con premura cambiar el eje de la polémica: como se sabe, en comunicación un tema suele tapar a otro. Y esta mañana ante la prensa, el presidente del bloque del Frente para la Victoria cargó las tintas sobre una supuesta demora en la habilitación de los 130 lotes. Dijo: “Anses y el Municipio han suscripto convenios donde el Municipio vendió tres bloques de tierra distintos en $5.115.115. Ponemos énfasis en decir que se vendió esta tierra, no que se cedió, porque tal vez hay una confusión en eso. Procrear compró esta tierra y ese dinero ya está en la cuenta del Municipio. Pero además, Procrear va a pagarle al Municipio, el desarrollo de las obras de infraestructura que son necesarias para que se urbanicen esos bloques de tierra, por una suma superior a los $2.600.000. Es decir, que frente a la carencia, el Estado Nacional y el programa Procrear intervienen comprando esa tierra y pagando todas las obras de infraestructura necesarias. Ahora hay dos preocupaciones. Una pasa por la lentitud en el desarrollo de las obras de esos bloques de tierra. Todavía no se ha intervenido cuando hace más de un mes y medio que se firmaron los contratos de mandato, por los cuales el Municipio se obligaba a desarrollar esas obras de infraestructura que, insisto, pagará el programa Procrear. Nos preocupa y nos llama la atención. Creemos que esto genera más incertidumbre en las familias que resultaron beneficiarias de esta línea de crédito y que es algo que no aporta nada. Y nos preocupa que además, el Municipio no haya incorporado algunas cuestiones en el presupuesto de esas obras, como por ejemplo el desmalezamiento y la limpieza. Y como no lo incorporó el Municipio, están mencionando que hay una demora”, cerró.

Como se observa fácilmente, la mecánica es golpe a golpe, es decir: demora por demora. De la demora de las tribunas del San Martín que reprochó Lunghi a las demoras por los 130 lotes que objeta Bossio. La pelea recién va por los primeros rounds pero si se trata de responsabilidades en los cumplimientos de las promesas acordadas, los Bossio Brothers cargan con la mayor presión ante la opinión pública: hace un año presentaron con toda la pompa un mega barrio de ProCrear, con la friolera de 650 casas a construir en el predio de Pujol y Quintana. La obra viene en cámara lenta y empiezan a sentirse las quejas de los beneficiarios. Y hace un mes se anunció, también con toda la pompa, la recuperación y puesta en valor del Teatro Cervantes con una inversión de 20 millones de pesos. Desde ese día no hubo más novedades para este boletín. En el golpe a golpe de un combate de largo aliento, los Hijos del Imprentero tienen además un árbitro sensible y severo: la calle habla y en el territorio de la subjetividad gana la pelea aquel contendiente que resulta más creíble en los discursos y en los hechos. Esto recién empieza.

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